“El crucero no es caro, es un lujo democrático”
MSC es un fuerte operador en el transporte de contenedores por vía marítima Hace una década impulsó el negocio de cruceros con este ejecutivo al frente Hoy, es una de las referencias del sector
La industria de cruceros ha surcado con éxito la crisis. Desde 2008, el negocio ha aumentado un 44%, y el Mediterráneo sigue siendo un polo de atracción para turistas de todo el mundo. Tampoco le ha ido mal a la empresa familiar de origen italiano MSC Cruceros, cuya capacidad ha crecido un 800% en los últimos diez años. En 2014 transportó a 1,64 millones de clientes, cifra que su presidente, Pierfrancesco Vago (Milán, 1961), cree que se doblará de aquí a 2022. Entremedias, lanzará siete nuevos barcos, con una inversión superior a 5.000 millones de euros.
Pregunta. ¿Hay tanta demanda de cruceros en Europa?
Respuesta. Hoy, el mercado europeo es de 6,4 millones de pasajeros. En Europa somos unos 700 millones de habitantes, por lo que los cruceros solo cuentan con el 1% de esta población. Antes, el crucero se percibía como caro y aburrido, para gente mayor, y ahora vemos que, con los nuevos barcos que estamos construyendo, la experiencia es para todo el mundo, es un lujo democrático. No hay corbatas, es asequible y divertido para toda la familia. Creo que tenemos mucho espacio de crecimiento para los próximos años.
Nuestros productos y
servicios son medite-
rráneos. En las mesas
servimos aceite de
oliva, no mantequilla”
P. ¿Concentrará su expansión solo en Europa?
R. La compañía se llama Mediterranean Shipping Company, por lo que somos una empresa mediterránea. Y sentimos que tanto nuestra experiencia como nuestro producto, mercado y servicio son muy mediterráneos. No servimos mantequilla en las mesas, servimos aceite de oliva de diferentes regiones del Mediterráneo, también de España. El núcleo de nuestro de negocio lo tenemos aquí.
P. ¿Y las ciudades tienen capacidad para absorber tanto crucero?
R. Los barcos son cada vez más grandes por las economías de escala; a mayor capacidad, mejores precios puedo fijar al cliente. No hay duda de que hay ciertos retos en cuanto a infraestructuras para manejar la llegada de barcos cada vez más grandes y atender a un mayor volumen de pasajeros. Lo bueno es que solo hay tres astilleros, todos europeos, con la capacidad para construir barcos tan complejos. Esto hace que nunca pueda haber un exceso de naves, porque cada astillero puede asumir una cantidad limitada de unidades al año. El crecimiento será siempre paulatino para garantizar una industria sana y para ayudar a las ciudades de nuestras costas.
P. ¿Qué papel jugará España en su plan de expansión?
R. Es muy importante. Uno de los principales puertos de partida, si no el que más, es el de Barcelona. Es clave para el pasajero internacional. El año pasado tuvimos clientes de 150 nacionalidades, y quieren ver Barcelona. Allí tenemos un muy buen sistema de conexiones con el aeropuerto, con el puerto y las autoridades locales. También es importante para los pasajeros españoles, porque Barcelona ofrece la posibilidad de embarcar de una manera muy sencilla si eres de Madrid o de otras partes de España. Barcelona es clave y lo será más en el futuro.
P. Sus principales clientes son los propios europeos, ¿buscan atraer gente de más países?
R. Cada vez hay más mercados emergentes, como Brasil, India o Asia en su conjunto, viniendo a Europa. Todo el mundo, al menos una vez en su vida, quiere vivir unas vacaciones en Europa. Antiguamente se le llamaba el grand tour. Todos hemos visto a los japoneses salir de los autobuses, hacer una foto y volver a subirse. Ahora el mundo ha aprendido que puede hacer eso desde la comodidad de un barco. Muchos clientes quieren venir a Europa por dos motivos: cultura y compras, y se puede hacer desde el confort del mismo camarote, sin hacer y deshacer maletas o tener que recorrer 600 kilómetros por carretera todos los días. Pero debemos entender que el turismo es vital para la economía europea y, por ello, tenemos que suavizar la política de visados. Esos visitantes potenciales quieren viajar a sitios donde les sea fácil entrar, y a los asiáticos o los brasileños cada vez les es más difícil obtener uno para entrar en Europa.
P. ¿Afectará la crisis migratoria y política que vive el Mediterráneo?
R. Los barcos tienen la ventaja de que se pueden mover. Hemos estado viviendo problemas geopolíticos en el norte de África y en el Mediterráneo en los últimos seis años. Si vemos que existe un problema, vamos a otro sitio, es tan simple como eso. La industria del crucero tiene procedimientos para que, en caso de que surja cualquier problema, siempre con las líneas abiertas con las autoridades, los barcos se muevan.
Un barco para 'conquistar' América
El MSC Seaside es la gran apuesta de la compañía para su plan de expansión a siete años. Un buque de más de 150.000 toneladas y con capacidad para casi 5.200 pasajeros. Su inauguración se prevé para finales de 2017 y estará operativo durante todo el año, partiendo desde Miami y navegando por el Caribe. “Es un barco totalmente innovador, el que más espacios públicos tiene al sol, y con un diseño de terrazas que le permite al pasajero estar más cerca del mar”, afirma Pierfrancesco Vago. Todo sea por entrar con fuerza en el mercado norteamericano, donde MSC tiene una oferta reducida, a diferencia de Sudamérica.
El presidente de la compañía no cree que tenga que adaptar demasiado la oferta al cliente norteamericano: “Llevamos la experiencia mediterránea como denominador común, la dieta, la comida, la hospitalidad..., y los afinamos en los puntos donde operamos”.