Indra pone en marcha un ERE para más de 1.500 empleos
El presidente de Indra, Fernando Abril-Martorell, anunció hoy en la junta de accionistas que la compañía ha solicitado a los representantes de los trabajadores la formación de una mesa negociadora para abordar una reestructuración en la empresa en España. "Les confirmo que la compañía tiene intención de reestructurar la plantilla, lo que probablemente incluirá un ERE, pero es pronto para señalar a cuántas personas afectará”, aseguró el directivo, que informó de que la empresa ha solicitado a los sindicatos la formación de una mesa para negociar el ajuste. Fuentes del mercado aseguraron a CincoDías que el ajuste podría afectar a entre 1.500 y 2.000 personas.
El ejecutivo precisó que la reestructuración se enmarca dentro del proceso de transformación global de la compañía, “orientada a mejorar su competitividad, eficacia y rentabilidad, para así garantizar su futuro a largo plazo”. Igualmente, subrayó que la compañía se enfrenta a este proceso con el “máximo respecto a los trabajadores”, con una actitud “abierta” y con la “voluntad firme de negociar y alcanzar acuerdos”. El plazo para constituir la citada mesa de negociación es de 15 días.
Indra contaba con una plantilla de 39.155 personas al cierre del primer trimestre, de las cuales 21.746 trabajan en España. La multinacional, tal y como añadió su presidente, ya está realizando un ajuste de plantilla en Latinoamérica, especialmente en Brasil. “Reduciremos 1.000 empleos en la región en los próximos meses”.
Abril-Martorell justificó la necesidad de llevar a cabo los ajustes por la caída del mercado nacional en más de un 40% y en las pérdidas registradas en 2014 (92 millones de euros) y el primer trimestre de 2015 (19,6 millones de euros). El presidente de Indra destacó que, como consecuencia de la crisis en España, el crecimiento acelerado para reemplazar ventas domésticas por internacionales ha conllevado un deterioro notable de la rentabilidad y los flujos de caja netos generados por la compañía.
“Necesitamos reducir costes, simplificar estructuras, mejorar procedimientos y formas de hacer, y todo ello sin dejar de invertir”, insistió. Abril-Martorell emplazó a los accionistas a esperar al día 8 de julio, cuando la compañía presentará su plan estratégico. Aunque el directivo apuntó algunos de los puntos débiles de la compañía, como son los servicios de “bajo valor añadido”, la excesiva “fragmentación” de clientes, así como la pérdida de “enfoque” en lo que se refiere a los costes de la compañía, que cuenta con una estructura “pesada” y en algunos casos “redundante”, defendió “el potencial y la capacidad de Indra” para generar valor para sus accionistas, clientes y profesionales.
Durante la junta, representantes de los trabajadores pidieron a la empresa que reconsidere los ajustes y criticaron la remuneración de la cúpula directiva. El presidente de Indra recordó que el consejo de administración se ha bajado el sueldo un 20% respecto a 2014, a la vista de que no se han cumplido los objetivos hechos públicos por la empresa.