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El complejo mapa local tras el 24M

¿Y ahora qué pasa con la FEMP tras las elecciones municipales?

El 7 de julio se cerrarrá el censo para conocer el registro exacto de alcaldes El 18 de septiembre se conocerá el nombre del presidente

El complejo mapa municipal que dejaron las últimas elecciones locales va a provocar un escenario inédito en la historia reciente de la Federación Española de Municipios y Provincias (FEMP). En las elecciones de 2007 y 2011, PSOE y PP obtuvieron mayorías que les permitieron acceder a la presidencia de la FEMP. En el caso socialista, gracias al apoyo de IU, el alcalde de Getafe, Pedro Castro, obtuvo la presidencia. En el caso popular no hizo falta apoyos, ya que obtuvo una mayoría holgada, que le permitió colocar a Juan Ignacio Zoido, alcalde de Sevilla. Pese a ello, pactó una candidatura de consenso con el PSOE, que se quedó con la vicepresidencia primera y ocho vocales. Posteriormente, tras la renuncia de Zoido, la presidencia la ocupó Íñigo de la Serna, alcalde de Santander. La situación ahora es radicalmente diferente y obligará a extremar las negociaciones entre partidos para alcanzar acuerdos, tal y como está sucediendo en la constitución de los gobiernos autonómicos.

El reparto de concejales en las municipales de mayo de 2015

RESULTADOS

En las pasadas elecciones se eligieron 67.640 concejales y 8.122 alcaldes. Los resultados provisionales le otorgan 22.750 concejales a PP, 20.818 a PSOE, 3.333 a CIU, 2.388 a ERC, 2.029 a IU y 1.527 a Ciudadanos. Un reparto que otorgaría la presidencia de la FEMP a PP o PSOE de forma cómoda. Sin embargo, las peculiaridades de la votación hacen que el escenario sea radicalmente diferente a los anteriores. En primer lugar habrá que esperar al 7 de julio, fecha límite para recibir las actas de adhesión a la Federación (los consistorios deben ser socios para votar) para poder determinar el reparto del poder municipal. Ese paso es fundamental porque los votos para elegir al presidente de la FEMP no los consigue la lista más votada, sino el alcalde que presida el municipio. Eso significa, por ejemplo, que en un consistorio como Valencia, los votos no los tendrá el PP, cuya representante (Rita Barberá) fue la más votada, sino Compromis, que es la formación que ostenta la alcaldía. Una situación que se ha repetido en un gran número de ayuntamientos y que obligará por lo tanto a esperar al 7 de julio para conocer el censo definitivo.

Los votos asignados para cada municipio serán para el alcalde, no para la formación que ganó

PONDERACIONES

Otro dato a tener en cuenta es que no todos los ayuntamientos tienen el mismo peso a la hora de votar. Los estatutos de la FEMP establecen nueve categorías diferentes, a los que asigna un número determinado de votos. Los municipios de menos de 2.500 habitantes tienen dos votos y el reparto va subiendo hasta los 100 votos para aquellas corporaciones que tengan más de un millón de habitantes. Dicho de otra manera, que el reparto dentro de los grandes consistorios será determinante para saber qué partido presidirá la FEMP. Y aquí es donde se ha producido el principal cambio. La alcaldía de Madrid es de Ahora Madrid, la de Barcelona es de Barcelona en Comú, la de Zaragoza es de Zaragoza en Común, la de Cádiz es de Cádiz Sí Se Puede y la de Coruña de Marea Atlántica. Cinco ayuntamientos que concentran 450 votos que pueden decantar la votación del Pleno, prevista para el próximo 19 de septiembre en Madrid, cuando se decida el nuevo organigrama de la FEMP.

APOYOS

¿Quién es quién en la Federación?

Presidente: Es elegido por el Pleno y tiene voto de calidad en caso de empate. También preside el Consejo Territorial y la Junta de Gobierno.

Consejo Territorial: Es el órgano de máxima autoridad. Lo integran presidente, vicepresidentes de la Junta de Gobierno y 61 miembros elegidos por el Pleno.

Junta de Gobierno: Compuesto por el presidente, dos vicepresidentes, veintidós vocales y el presidente y el vicepresidente de la Comisión de Haciendas Locales.

Una vez que sea oficial el censo de alcaldes, será el momento de que PPy PSOE abran las negociaciones con el resto de partidos para tratar de garantizarse el mayor número de votos de cara al 19 de septiembre, fecha en la que el Pleno elegirá al nuevo presidente. Y aquí será fundamental el papel que van a jugar los 6.190 concejales (un 15% del total) que no pertenecen a ninguna formación política y que son designados como independientes. Estos ediles electos tienen mayoría absoluta en 410 consistorios, mayoría relativa en 137 y empate en cuatro de ellos. Adiferencia de lo que ocurre en las conversaciones para formar autonomías, los pactos son diferentes. El PP ha pactado acuerdos con Ciudadanos en Madrid o La Rioja y el PSOE los ha cerrado con Podemos en Extremadura y con Ciudadanos en Andalucía. En el mapa local las cosas son diferentes: Podemos no tiene representantes y la presencia de Ciudadanos es mínima, sino inexistente, porque sus votos solo serán válidos en aquellos ayuntamientos que presida. Todo ello conduce a abrir negociaciones con las plataformas ciudadanas, que pueden provocar coaliciones insólitas, como la que se iba a producir y finalmente no tuvo lugar en el consistorio sevillano de Alcalá de Guadaira. Todo estaba preparado para un pacto entre PP, IU, Partido Andalucista, Ciudadanos y Alcalá Sí Se Puede para desbancar al PSOE de la alcaldía. Finalmente, Ciudadanos se desmarcó del acuerdo y voto al PSOE, que tendrá que gobernar en minoría y en un escenario muy complejo.

GASTO

La FEMP es el principal interlocutor de los ayuntamientos con el Ejecutivo y más en concreto con Hacienda. Las restricciones impuestas en términos de deuda y de déficit han dado sus frutos, a tenor de la reconducción de las cuentas públicas locales. Los ayuntamientos fueron los únicos que cerraron el pasado ejercicio con superávit presupuestario y su holgura es la que ha permitido compensar los desvíos de las autonomías y de la Seguridad Social. Ese nuevo escenario presupuestario es el que va a otorgar a los nuevos mandatarios de la FEMP un poder muy importante, ya que Hacienda está empezando a levantar la mano y está permitiendo elevar el gasto y el endeudamiento en aquellos consistorios más saneados. Un bálsamo en mitad de la dura senda de consolidación fiscal en la que siguen Estado y autonomías.

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