Lápices alemanes con cuatro siglos de historia familiar
La empresa se fundó en 1835. Tres décadas más tardes ya vendía en Europa, América y Oriente.
Las rayas amarillas y negras de la cobertura de sus lápices son un clásico en los estuches de muchos escolares. Las pequeñas cajas alargadas de frágiles minas, habituales en los adolescentes, y los compás y otros instrumentos de dibujo más profesional, entre aquellos universitarios que han decidido ser los arquitectos e ingenieros del futuro.
La marca Staedtler, nacida en Nuremberg a mediados del siglo XIX, es una de las dos grandes referencias del mundo del dibujo profesional y amateur, la escritura y las manualidades. Su gran rival, Faber-Castell, también procede de Alemania, aunque de una ciudad distinta, Berlín.
Los inicios de la marca se remontan al siglo XVII, cuando Friedrich Staedtler, antepasado del fundador, ya se dedicaba a la fabricación de lápices desde el principio al final del proceso,. Desde la mina y el corte del listón de madera hasta el lápiz acabado. Esta actividad, sin embargo, estaba prohibida por el Consejo de Nuremberg , que consideraba que debía ser desarrollada por dos expertos diferentes. Su trabajo terminó por acabar con esta norma y facilitar el trabajo de los fabricantes de lápices de Nuremberg de la época.
Tras él, varios de sus descendientes siguieron con la profesión, pero no fue hasta 1935 cuando Johann Sebastian Staedtler fundó la empresa Staedtler y planteó la idea de extender sus lápices por todo el mundo. El primer paso para ello fue su presencia en la Exposición Universal de Nueva York de ese año y, a partir de 1940, estuvo en todas aquellas clave para la empresa, mostrando sus artículos con orgullo. Gracias a ello le otorgaron premios y medallas de honor por el excepcional rendimiento y la alta calidad de sus lápices en Nuremberg, Londres y París.
Durante el siglo XIX la empresa creció por todo el planeta, ampliando su red de ventas por Europa, América y Oriente, y en 1870 ya contaba con 54 empleados encargados de producir los más de dos millones de lápices vendidos a nivel internacional anualmente.
Cronología
En el siglo XVII. Ya existían los llamados hacedores de plomo, fabricantes artesanales de lápices que ejercían en Alemania. Friedrich Staedtler fue uno de los pioneros en participar en todo el proceso de elaboración.
1834. Johann Sebastian Staedtler inventó el primer lápiz de color.
1835. Johann Sebastian Staedtler obtuvo el permiso Consejo de Nuremberg para producir carboncillo, sanguina y lapices pastel en su planta y se funda así la empresa,
1900. Nace el lápiz Lumograph y se registra el nombre Mars, que acompañará a estos artículos (Mars Lumograph).
1901. Se crea la marca Noris, que acompañará a los clásicos lápices de cuerpo amarillo y negro.
Década de los veinte. En 1922 se estableció una delegación de la compañía en Nueva York y cuatro años después en Japón.
1939. La fabricante de muñecas Kaethe Kruse desarrolló un material para las cabezas de sus muñecas. Como no era adecuado para la fabricación en serie, su hija comenzó a experimentar y en 1954 creó el primer kit de pasta de modelar, al que llamó FIMOIK, hoy FIMO.
1949. Comienza la producción de bolígrafos.
1954. Nacen los rotuladores permanentes Lumocolor.
1965. Surgen las gomas de borrar Mars, fabricadas con PVC.
1967. Se convierte en el primer fabricante europeo de minas para portaminas.
1988. La sede de la empresa fue trasladada del distrito St. Johannis de Nuremberg a un nuevo zona situada en la periferia norte de la ciudad.
1997. Nace la Fundación Staedtler.
2009. Inventa Wopex, un material ecológico compuesto por restos de madera de bosques sostenibles con certificado PEFC, polímeros y ceras, empleado en la fabricación de lápices de gráfito.
Actualmente, la compañía es la mayor fabricante europea de lápices, rotuladores universales, gomas de borrar, minas y arcilla para modelar y aunque casi el 80% de sus productos se fabrican en Alemania, ese mismo porcentaje representa su exportación, que le hace estar presente en más de 150 países. Todo ello le llevó a obtener una facturación global de 250 millones de euros en el ejercicio de 2014, 18,32 millones en España y Portugal, donde trabaja la filial Staedtler Iberia, solo una de las 21 que tiene en todo el mundo. Además, cuenta con seis plantas de producción, tres de las cuales están ubicadas en Alemania y 2.000 empleados, 40 de ellos en Staedtler Iberia.
La digitalización puede ser una de sus grandes enemigas, pero la empresa tiene claro que va a poder salir indemne de ella. Aunque los smartphones y las tablets son fundamentales en el día a día de los ciudadanos, “los bolígrafos son todavía la opción preferida para tomar notas rápidas”, según el consejero delegado de la empresa, Axel Marx. Por si acaso, Staedtler ha lanzado los lápices Stylus, para usar sobre pantallas táctiles y papel, o los bolígrafos digitales, que digitalizan y guardan notas y dibujos manuscritos. Además, hace dos años sacaról mercado una colección premium para llegar a nuevos consumidores.
Su cliente principal, sin embargo, sigue siendo el que está en edad escolar, que usa sus productos para las tareas del colegio y para los momentos de entretenimiento. Uno de sus productos estrella para este público es la pasta de modelaje Fimo kids, cuyas ventas, durante 2014, superaron todas sus expectativas. Además, la empresa logró el premio Creative Impulse Award con el set create&play Birthday Box de este artículo.
En cualquier caso, Fimo no es solo una pasta de modelaje para niños. Desde 1980, Staedtler proporciona a las fabricantes de automóviles el material MarsClay con el que elaboran un modelo en tres dimensiones del vehículo en tamaño original para estudiar los nuevos modelos desde todas las perspectivas antes de su fabricación.
La empresa no se ha quedado en los lápices y las gomas que le han dado prestigio y ganancias durante tantas décadas. La búsqueda de nuevos productos o de un diseño más cuidado y atractivo sigue siendo su lema.
La Fundación da color al futuro de los niños
La actividad de Staedtler no se limita a la fabricación de herramientas para la escritura, el dibujo o las manualidades. Desde 1997 está en marcha la Fundación Staedtler, dedicada a la investigación, la innovación y la colaboración con proyectos culturales, además del compromiso con valores solidarios. Un ejemplo de ello es la celebración del Día Mundial de los Colores Solidarios. Desde 2008, el 6 de mayo, Los niños pintan a favor de otros niños, lema de la campaña con que la empresa recopila cientos de dibujos y realiza donaciones económicas a hospitales infantiles o escuelas.
La empresa alemana también cuenta con proyectos de integración social o de formación para el empleo. Staedtler incorpora en prácticas o contratos de aprendizaje a los alumnos de la escuela local de primaria y secundaria Schule im Knoblauchsland, de Nuremberg, rebautizada en 2010 con el nombre Friedrich Staedtler, además de proporcionarles cursos de preparación para entrevistas o visitas a la fábrica para que conozcan su funcionamiento.