Juncker sube la presión sobre Grecia desde la cumbre del G7
La economía internacional y las posibles fórmulas para dinamizarla, ante la paralización de los países industriales y la ralentización de los países emergentes, así como la crisis griega marcan la agenda de la cumbre del G7, con los líderes de Estados Unidos, Alemania, Japón, Reino Unido, Francia, Italia y Canadá, reunidos desde ayer en el palacio bávaro de Elmau (sur de Alemania). El foco estará puesto además en la guerra en Siria, tras los últimos avances del Estado Islámico (EI), y en la crisis de Ucrania, donde los enfrentamientos entre el ejército de Kiev y los separatistas prorrusos se han recrudecido en las últimas semanas.
La canciller alemana, Angela Merkel, comenzó ayer su papel de anfitriona con una entrevista con el presidente estadounidense, Barack Obama, en la que abordaron la evolución de las negociaciones entre Bruselas y Washington para alcanzar un ambicioso tratado de libre comercio e inversiones (TTIP), con el que se pretende promover el crecimiento y el empleo entre ambos lados del Atlántico. Obama y Merkel desean llegar a un acuerdo exitoso, en este sentido, antes de finalizar el año.
Mientras, el presidente de la Comisión Europea (CE), Jean-Claude Juncker, mostraba, en una conferencia de prensa, su preocupación porque aún no había recibido propuesta alternativa alguna de Grecia a la presentada por los acreedores internacionales, y que fija una propuesta común sobre el plan de reformas a aplicar por Atenas para desbloquear la ayuda financiera pendiente. “Estoy esperando una propuesta alternativa de nuestros socios griegos”, señaló Juncker, al tiempo que subrayó que hasta ahora solo ha habido una propuesta, “la mía”.
El jefe del Ejecutivo comunitario aseguró haberse sentido “un poco decepcionado por el discurso del primer ministro griego [Alexis Tsipras] en el Parlamento el pasado viernes, donde presentó la oferta de las tres instituciones [Comisión Europea, el Banco Central Europeo y el Fondo Monetario Internacional] como un ultimátum, y ese no fue el caso, ese no fue el mensaje que le transmitimos”, recalcó.
Por su parte, el Gobierno griego insistió ayer en que la propuesta de acuerdo presentada por las instituciones acreedoras “no puede ser aceptada en su totalidad”, y que espera su respuesta sobre su propio plan para seguir negociando. Juncker tampoco descartó la posibilidad de proseguir las negociaciones con Tsipras, que el próximo miércoles se reunirá con Angela Merkel y el presidente francés, François Hollande, al margen de la cumbre que los jefes de Estado y de Gobierno de la UE celebrarán, los días 10 y 11 de junio, en Bruselas con sus homólogos de la Comunidad de Estados de América Latina y el Caribe (Celac).
Por otro lado, la canciller Angela Merkel reconoció ayer ante los líderes del G7 que todavía no se ha alcanzado una solución para la crisis griega, y recordó a Atenas que la “solidaridad” debe ser correspondida con “el esfuerzo propio”.