Liverpool hoy en día: The Beatles... y algo más
Un interminable pasillo de gastada moqueta se abre paso tras salir del finger. No parece más que otro aeropuerto de provincias hasta que la cristalera de la derecha deja ver al fin la terminal de salidas. Ahí, en lo altovarias fotografías tamaño extragrande de John, Paul, George y Ringo reciben a los visitantes recordándoles que desde ahí, desde aquel lluvioso punto del norte del Inglaterra, fueron los instigadores hace ya más de 50 años de una revolución que cambió para siempre la historia de la música.
Porque nos encontramos en el Aeropuerto John Lennon. Y el nombre del aeródromo (con su acertado slogan above us only sky tomado de la canción Imagine) no será sino la primera de las interminables referencias a The Beatles que el viajero encontrará en una ciudad que ha logrado recuperar parte de su brillo tras décadas de decadencia. El próximo mes se cumplen 50 años de la visita del grupo a España. Por eso, (aunque admitimos algo de retraso), hemos decidido devolver la visita a esta nublada ciudad norteña.
Liverpool se aferra a la historia de estos cuatro músicos. No en vano, John, Paul, George y Ringo son su principal reclamo (con permiso del Liverpool F.C.). No baja de la docena la cantidad de sitios que se autoproclaman el lugar de nacimiento del cuarteto. Empezando por Mathew Street, la céntrica calle peatonal que alberga The Cavern, el tugurio en el que The Beatles tocaron 292 veces a su regreso de Hamburgo. En realidad, el club original cerró en 1973 y se reconstruyó en 1984 usando, eso sí, materiales y los planos de aquel. Ultraturístico. También están el Jacaranda, el animado pub (sin tamto turista) donde tocaron hasta que su dueño se los llevó a forjarse en Hamburgo en 1960, o la Casbah, su primer local, propiedad de la madre del primer batería.
Enfrente de la entrada de la Caverna le aguarda una estatua de Lennon, ligeramente más alta, corpulenta y cabezona que el original. Al lado encontrará el A hard day’s night Hotel, una buena (y cara) posibilidad de alojamiento.
Podrá, claro está, completar la ruta Beatles: es posible visitar las casas de Lennon y McCartney, ambas propiedad del Tesoro Nacional. A escasa distancia de la primera se encuentra Strawberry Field, donde Lennon jugaba de niño. No se haga ilusiones, este inmortal enclave está cerrado al público, por lo que apenas verá más que una puerta cerrada de acero rojo para sacarse una foto. Penny Lane es un caso parecido: solo el talento de McCartney podría lograr rescatar para la posteridad a esta, en apariencia, insulsa calle por la que pasaba a diario en bus (hay, eso sí, carteles con el nombre de la calle dinde inmortalizarse).
Ya que está no se quede ahí: visite el lugar exacto de la parroquia de St Peter’s Church en la que se conocieron John y Paul el 6 de julio de 1957; la lápida de Eleanor Rigby justo enfrente, la escuela de arte en la que estudió Lennon y el anejo instituto al que fueron Harrison y McCartney. Ambos edificios forman parte hoy del Liverpool Institute for Performing Arts (LIPA) fundado en 1996 por McCartney.
Todo en Liverpool queda cerca, pero no tanto como para visitar a pie estos enclaves. Sobre todo si, como es probable, toca lluvia inglesa.Esa que, como cantaba Lennon en I am the walrus, te pone moreno a falta de sol. Más información: www.visitbritain.com/es
Y si pasas de los Fab Four...
1 Albert Dock: Estas impresionantes instalaciones, portuarias, Patrimonio de la Humanidad, comprenden la mayor colección de edificios históricos y artísticos del Reino Unido. Es, actualmente, el auténtico centro turístico de la ciudad.
2 Catedral Anglicana: La catedral más larga del mundo (y la quinta mayor del mundo) no es tan antigua como parece: se inició en 1904 y no se terminó hasta 1973. No confundir con la Catedral Metropolitana, más moderna (y algo más fea). La reconocerá por su tétrica torre, visible desde casi toda la ciudad. También es recomendable la visita a la iglesia bombardeada, en la cabecera de Bold Street
3. St George’s Hall: Imponente edificio del siglo XIX justo delante de la estación de tren de Lime Street (sobre estas líneas). Alberga salas de conciertos y reuniones y juzgados.
4 Anfield: El estadio del Liverpool., cinco veces campeón de Europa, no es especialmente bonito por fuera, aunque sí por dentro. Se accede en un viaje de 20 minutos en bus de línea. Las visitas guiadas cuestan 17 libras: este dinero garantiza una dosis de fanatismo red y de turistas japoneses.