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Elecciones 2015

El difícil encaje de apoyos para llegar a pactos autonómicos

El PP se apoyará en C´s en Castilla y León, La Rioja, Madrid y Murcia. El PSOE en Podemos en Aragón, Asturias, Baleares, Castilla-La Mancha, Extremadura y Valencia

Thinkstock

El mapa monocromático que surgió de las elecciones municipales y autonómicas de mayo de 2011 (con once gobiernos populares, dos socialistas y cuatro nacionalistas en Canarias, Cataluña, País Vasco y Navarra) ha quedado desintegrado con las votaciones del 24M. No hay ni una sola mayoría absoluta y eso obligará a las distintas formaciones a poner a prueba su capacidad para negociar. En teoría, los populares cuentan con Ciudadanos para gobernar, aunque los resultados de las elecciones (peores de lo previsto) de la formación naranja han mostrado que el hecho de configurarse como el partido que iba a apoyar al PP en caso de pactos les ha perjudicado. Eso genera dudas en las posibles coaliciones que podrían surgir en Castilla y León, La Rioja, Madrid y Murcia, las cuatro regiones donde podrían formar mayorías.

En el otro lado, la unión natural de la izquierda sería la del PSOE y Podemos, que podría configurar gobiernos en Aragón, Baleares, Extremadura y Comunidad Valenciana. También hay fuertes reticencias entre ambas partes. Del bando socialista, la mala experiencia del triparto catalán (ha quedado relegada a la quinta formación en Cataluña) ha obligado a establecer un criterio de prudencia a la hora de pactar. En el caso de Podemos, las mismas cautelas adoptadas para apoyar a Susana Díaz en Andalucía pueden surgir en las conversaciones en Castilla-La Mancha. La primera impresión es que la consecución de pactos será más difícil de lo previsto. Incluso algunos dirigentes valoran la posibilidad de un pacto de estado entre PP y PSOE, pese al rechazo de sus secretarios generales.

Aragón

Alianza a cuatro bandas de izquierda. El PP obtuvo el 27,50% de los sufragios y fue la formación más votada. Sin embargo, la suma de votos con sus socios (PAR y Ciudadanos) no es suficiente para la mayoría absoluta. La presidenta de Aragón, Luisa Fernanda Rudí, da por perdida esa plaza y dejará el camino libre para que las formaciones de izquierda (PSOE, Podemos, CHA e IU) alcancen un acuerdo. La negociación podría acabar con un presidente socialista en los comicios con sus peores resultados de la historia. Para ello deberá pactar sin traspasar las líneas rojas fijadas por cada una. Pablo Echenique, candidato de Podemos, estableció tres prioridades (lucha contra la corrupción, rescate ciudadano y cambio de modelo productivo). José Luis Soro, del CHA, dijo que no pactaría con PP, UPyD, PAR o Ciudadanos, mientras que IU pidió un giro radical económico.

Los acuerdos entre formaciones cercanas en lo ideológico se antojan más complejos de lo  previsto inicialmente

Asturias

El PSOE, abierto a pactos puntuales. El candidato más votado, el socialista Javier Fernández, ya sufrió en la anterior legislatura pactar contranatura ( la primera parte de la legislatura con IU y UPD y la segunda con el PP) y logró en estas los peores resultados de su historia. El acuerdo con Podemos e IU parece lógico (suman 28 escaños y mayoría absoluta), aunque la distancia que les separa es tan grande que Fernández estaría dispuesto a pactos puntuales.

Baleares

Un sudoku que afecta a ocho formaciones. Es la comunidad en la que más partidos han sacado representación. En total ocho, lo que hace todavía más difícil la consecución de pactos. Los populares han obtenido el mayor porcentaje de votos, pero lo tienen muy difícil para formar Ejecutivo, ya que la gran mayoría son de izquierdas. El segundo más votado son los socialistas, con 14 escaños, que ya han establecido conversaciones con Podemos (10 escaños) y Mes (6 escaños) para tratar de formar Gobierno. Las negociaciones, sin embargo, se prometen complicadas: los dirigentes de los dos últimos partidos incluso se plantean que el futuro presidente no sea socialista.

Canarias

Se repetirá la alianza de 2011. El pacto entre Coalición Canaria y el Partido Socialista parece inminente. El acuerdo de 2011, que permitió desbancar a la lista más votada (el PP) a favor de una coalición de izquierdas, se repetirá ahora toda vez que los socialistas han sido los más votados (el 19,86% del total de sufragios y 15 diputados) y que la suma de escaños de CC (18) parece suficiente para formar una mayoría holgada. Todo apunta a que el próximo presidente sería Fernando Clavijo, candidato de CC, al que no le ha pasado factura el haber estado implicado en numerosos casos de corrupción, de los que fue desimputado recientemente.

Cantabria

Revilla vuelve doce años después. Los primeros escarceos entre las formaciones apuntan a que se podría reeditar el pacto entre regionalistas y socialistas de 2003, que dio la presidencia a Miguel Ángel Revilla. Un acuerdo que serviría para acabar con el gobierno popular de Ignacio Diego y auparía a Revilla otra vez a la presidencia, ya que su formación sacó 12 escaños (30% de los votos) frente a los 5 del PSOE (14,01%). Sin embargo, la división en las filas socialistas es patente. Los más críticos han pedido la celebración de un congreso extraordinario. Muchos consideran que la firma de ese pacto supondría la puntilla para los socialistas, que en estas últimas elecciones han obtenido los peores resultados de la historia en unas autonómicas, perdiendo más de 10.000 votos y dos escaños respecto a los comicios de 2011.

La formación de Albert Rivera no entrará en los Gobiernos y la de Pablo Iglesias tampoco lo hará sin cambios profundos

Castilla-La Mancha.

Podemos enfría la euforia socialista. La presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, se quedó a un solo escaño de revalidar la mayoría absoluta y todo apuntaba a un pacto natural entre PSOE y Podemos. Ayer insinuó que no trabajará en la posición y dejó vía libre al pacto de izquierdas, que se encargaron de enfriar desde Podemos. El secretario general de Podemos Castilla-La Mancha, José García Molina, ha descartado que haya pactos previos con el PSOE y mostró su extrañeza con que el candidato socialista, Emiliano García-Page, se haya presentado como ganador. “Quizás han hecho mal las cuentas”, apuntó. Unas cautelas que podrían incluso llevar a un escenario impensable hace una semana en el que incluso el candidato del PP pudiera ser presidente con mayoría simple.

Castilla y León

Herrera lo deja, el PP continúa. Es una de las comunidades en las que se ha quedado al borde de la mayoría absoluta y en la que menos problemas tendrá para revalidar su Gobierno. Eso, en teoría, porque Ciudadanos está dispuesto a vender caro su apoyo, que pasaría por la firma de un “decálogo anticorrupción” para evitar acontecimientos como el sobrecoste en la construcción los edificios institucionales o la concesión irregular a las compañías eólicas en las que han estado involucrados cargos del PP. La alternativa de izquierdas parece más difícil porque implicaría a cuatro formaciones y el escenario más posible sin pactos sería un gobierno con mayoría simple. La salida de Juan Vicente Herrera, que no será presidente, añade un punto más de complicación.

Extremadura

Vía libre del PP para Fernández Vara. El anuncio del líder del PP, José Antonio Monago, que facilitará la investidura de la lista más votada deja el camino libre para que el socialista Guillermo Fernández Vara recupere el cetro perdido hace cuatro años. Y lo puede hacer de dos maneras: la primera es gobernar con mayoría simple y el apoyo del PP a la investidura y la segunda es constituir una coalición con Podemos, con seis escaños, para obtener mayoría absoluta.

La Rioja

Ciudadanos pone condiciones. El PP se quedó a tan solo dos escaños de revalidar la mayoría absoluta y obtuvo el 38,49% de los votos, lo que le deja en una situación más que cómoda para buscar un pacto de Gobierno con Ciudadanos, con cuatro sufragios. Diego Urbis, líder de la citada formación, dijo que había disposición para el acuerdo, pero que no entraría en coaliciones. También impondrán sus condiciones: pacto anticorrupción, primarias y auditorías de los convenios públicos.

Madrid

Cifuentes bloquea la llegada de Gabilondo. La candidata del PP, Cristina Cifuentes, se quedó lejos de la mayoría absoluta, pero confesó al día siguiente del 24M sentirse presidenta con el apoyo de Ciudadanos. El candidato de la formación de Albert Rivera, Ignacio Aguado, condicionó su apoyo a tres condiciones: regeneración política, impulso a la actividad y a los servicios sociales. De esta manera, Cifuentes ahuyentaba el riesgo de un pacto alternativo entre socialistas y Podemos para presidir Madrid.

Murcia

Sin coalición de Gobierno. Al igual que en Castilla y León, el candidato popular se quedó a un solo escaño de la mayoría absoluta y obtuvo el 37,4% de los votos. Todo ello le coloca en una posición cómoda para pactar con Ciudadanos, con cuatro escaños. Eso, en teoría, porque la posición de Ciudadanos ha sido de beligerancia desde el primer momento posterior a las elecciones. “Si Pedro Antonio Sánchez me ofrece la vicepresidencia, la rechazo”, apuntó la misma noche electoral el candidato de Podemos, Miguel Sánchez.

Navarra

Todas las alternativas abiertas

UPN ganó las elecciones, pero con un exiguo 27,30% de votos y 15 escaños. El acuerdo con PP y PSN no le da mayoría absoluta. La otra posibilidad procede del bando nacionalista. Geroa Bai, con 9 escaños, debería sumar los apoyos de Podemos (7), PSN (7) y I-E (2). Si cambia a los socialistas por Bildu (8 escaños) también obtendría mayoría absoluta.

Comunidad Valenciana

Un tripartito de izquierdas. La victoria en las elecciones, con el 26,25% de los votos y 31 escaños, no le permitirá a los populares gobernar, ya que la suma con los 13 sufragios de Ciudadanos no llega para obtener mayoría absoluta. La opción más fácil es un tripartito de izquierdas, compuesto por PSOE, Compromis y Podemos. Si se establece ese pacto será ya sin la presencia de Alberto Fabra, el anterior presidente autonómico, que ayer anunció que dejaría el cargo por el fiasco del 24M.

Las medidas más polémicas que plantean los nuevos partidos

Madrid y Barcelona, las dos ciudades más pobladas y más imperantes económicamente, es probable que tengan un equipo de Gobierno que, por primera vez, no procede de los partidos tradicionales.

La alcaldesa de Barcelona será con toda seguridad Ada Colau, histórica portavoz de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca y candidata de Barcelona en Comú, una plataforma en la que se integran diversos movimientos sociales y partidos político como Podemos. Barcelona en Comú fue la formación más votada, aunque precisará de apoyos de otras formaciones.

En Madrid, Manuela Carmena no superó a Esperanza Aguirre. Sin embargo, la candidata de Ahora Madrid, formación que agrupa a Podemos, podría alcanzar la alcaldía si lograra un acuerdo con los socialistas. En sus discursos, Carmena da por hecho que será la próxima alcaldesa de Barcelona. Fuentes empresariales muestran cierta preocupación por el advenimiento de formaciones que no encajan en los patrones dominantes hasta ahora. La misma situación se produce en Valencia, donde Compromís tiene posibilidades alcanzar la Alcaldía.

Los programas electorales de Barcelona en Comú y Ahora Madrid tienen numerosas coincidencias. Ambas formaciones defienden que es preciso realizar una auditoria de la deuda municipal. Ello genera cierto rechazo en el mercado porque se asocio esta medida con la posibilidad de impagar parte de las obligaciones contraídas. Si bien en los inicios de formaciones como Podemos se abogó por el impago de la deuda, esta idea ya no se utiliza. “Realizar una auditoría de los gastos y las deudas municipales, en especial de los procesos de contratación pública, para detectar posibles irregularidades, actuar contra las personas responsables y todas las que se hayan enriquecido ilícitamente, y tomar las medidas de revisión de procedimiento necesarias para evitar que se puedan repetir en el futuro”, sostiene Colau en el programa con el que ganó las elecciones.

Los nuevos partidos insisten en la idea de que es necesario que “los ricos” y las “grandes empresas” paguen más impuestos. El margen municipal en este ámbito es escaso, aun así, Ahora Madrid y Barcelona en Comú han encontrado vías para explorar. El partido de Carmena apuesta por “reinstaurar la tributación asociada a la actividad económica de las grandes empresas radicadas en la ciudad, activando el IAE”. También defiende fijar tasas sobre el sector eléctrico o el de las telecomunicaciones. El tiempo dirá si lo temores que muestran los mercados son justificado y si, el león, es tan fiero como lo pintan.

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