El consumo empieza a echar raíz
La mejora del consumo privado está detrás de la consolidación de la recuperación de la economía, en la que ha sustituido el protagonismo de la actividad exportadora en los últimos trimestres. Y lo ha hecho con tal convicción que ha llevado al propio Gobierno, siempre modesto en sus previsiones de actividad, a elevar la estimación del crecimiento para el año al 2,9%, por encima incluso de lo que se atreve a pronosticar el más optimista de los institutos de análisis. En el mes de marzo, el crecimiento interanual de las ventas del comercio minorista ha llegado al 3,7% (limitado al 2,8% si se desestacionalizan los datos), y consolida prácticamente quince meses de tasas positivas, y de ellos un semestre con avances nominalmente muy aceptables.
No puede hablarse de una recuperación total de la actividad comercial, puesto que las variables siguen alejadas de los valores que alcanzaron en 2007. Pero las tendencias comienzan a dar pistas inequívocas de que el movimiento es muy sólido y de que se mantendrá en los próximos trimestres a juzgar por la evolución esperada en la renta disponible de los hogares. La bajada del IRPF, que, aunque modesta, ya ha inyectado en las nóminas de los asalariados unos 400 millones de euros en lo que va de año; el descenso importante que han tenido los precios de los carburantes; y el incremento de renta que supone una creación de empleo similar al PIB (3%) garantizan que este año la curva de comportamiento del consumo se mantendrá al alza. Llama la atención que los crecimientos más fuertes registrados en la encuesta de comercio se registran en la venta de artículos para el hogar o el cuidado personal, así como a otros varios, pero que el peso relativo de la alimentación se ha reducido, tras crecimientos notables en la crisis. Además, en algunas regiones, precisamente aquellas que dan siempre las primeras señales de crisis y de recuperación, como es el caso de Canarias, el empleo ha vuelto en el sector del comercio a los niveles del año 2010, algo que también ha hecho ya en las grandes cadenas comerciales, verdadero termómetro de la marcha del negocio.
Si no hay parón alguno en la generación de empleo, y no lo parece a medio plazo, la variable del consumo seguirá sosteniendo el crecimiento como lo ha hecho de forma tradicional. Pero para consolidar tasas de avance de más del 3% y poder recuperar la parte del león de la ocupación perdida, es preciso que las ventas al exterior sigan creciendo, para lo que es imprescindible el control de los costes de producción (laborales, energéticos y financieros), y que la inversión tome valores más generosos de los actuales, donde únicamente el equipamiento empresarial se ha movilizado. El crédito parece que empieza a no ser excusa también para la inversión de los hogares, aunque bueno sería que esta no se concentrase solo en el inmobiliario.