La nueva factura eléctrica se acerca: aprende cómo sacar el máximo provecho
Tras meses de espera, el nuevo sistema de facturación eléctrica, para mal o para bien, entrará en vigor el próximo mes de agosto. Con él, todos los consumidores particulares y empresas que tengan implementado el contador digital con un contrato cuya potencia sea inferior a 15 Kw (la potencia eléctrica media en los hogares suele estar entre los 2 Kw y los 6 Kw), verán como pagan un precio de la luz distinto por cada hora, como resultado de la combinación de oferta y demanda. Con ello, habrá una gran diferencia entre las horas de menor consumo y las de mayor demanda, pero que también supondrá una importante oportunidad para el ahorro si lo adecuamos en la medida de lo posible a las pautas de consumo.
Aunque tenemos electrodomésticos de uso continuo, como el frigorífico, otros muchos y de consumo muy intensivo de electricidad, los usamos en momentos puntuales. Optimizar las horas de uso, nos puede llevar a conseguir ahorros muy importantes.
A modo de ejemplo, las diferencias observadas para el día 22 de abril en el precio del kilowatio/hora son notables. Para la tarifa más general, la 2.0A a las 4 de la madrugada el precio del kilovatio/hora fue de 0,1085 euros, mientras que a las 22:00 horas el precio se elevó hasta los 0,14432 euros el kilowatio/hora con una diferencia de 0,03582 euro, más de un 33%. Este es el ejemplo más extremo del día, entre el momento de mayor y menor precio. En general si hay momentos de horario punta (entre 21:00 y 24:00 horas, para este miércoles), horarios que superan la tarifa media (entre 08:00 y 15:00 horas) y otras que son mucho más rentables por bajar de la media diaria del precio, como son la noche y en el caso de este miércoles las de primera hora de la tarde.
¿Se puede establecer una pauta?
Afortunadamente sí, a pesar de las variaciones del día. Por ejemplo las circunstancias meteorológicas (más frío o mucho calor, menos sol…) tienen un fuerte impacto en la demanda. Pero si distinguimos entre días laborales y festivos y entre invierno y verano, si nos encontramos con pautas que son muy constantes y que nos pueden ayudar a optimizar nuestro consumo energético.
Así por ejemplo, en los días laborables de invierno las horas punta, en las cuales generalmente el precio de la electricidad es más alto, son las comprendidas entre las 8 a las 11 h y de las 18 a las 22h y en los días no laborables serían de las 13 a las 15h y de las 20 a las 23h. En el periodo de verano las horas se desplazan (al igual que nuestros hábitos y uso horario) siendo en los días laborables de 11 a 14h y de 20 a 23h y en días no laborables de las 12 a las 16h y de las 23 a la 1h. Si por ejemplo regulamos el aire acondicionado en verano usándolo menos en las horas de electricidad más cara o por ejemplo retrasamos la hora de la plancha más allá de la hora punta podemos conseguir ahorros significativos. Este es sólo un ejemplo, pero hay muchos mas:
¿Cómo gestiono el uso de los electrodomésticos?
Con independencia de buscar siempre el electrodoméstico con la calificación energética más eficiente, conocer y optimizar su uso es clave para conseguir importantes ahorros.
- Frigorífico: Empezamos con uno de los imposibles de optimizar por horas al ser de uso continuo. Por ello si debemos cuidar su eficiencia con consejos tan sencillos como asegurarnos que tenga una ventilación adecuada para que su motor funcione eficientemente y procurar no abrirlo demasiado y situarlo en zonas lejanas de fuentes de calor, debemos ajustar su temperatura a la del exterior y no usar temperaturas excesivamente bajas tanto de frigorífico como de congelador.
- Lavadora y lavavajillas: Estos electrodomésticos suponen un 12% y un 6% de la factura eléctrica, respectivamente y si podemos adecuarlos a horas de menor consumo, huyendo de costumbres como poner el lavavajillas por la noche. Además hay que seguir consejos básicos como usarlos llenos (si no son de carga regulable) y a temperaturas moderadas o bajas.
- Aire acondicionado: Lo mejor es utilizar el aire acondicionado de modo que se establezcan temperaturas moderadas, además de utilizarlo únicamente cuando sea necesario. El aire acondicionado es un electrodoméstico que consume mucha energía por lo que lo recomendable es encenderlo a temperaturas medias de entre 23 y 24 grados. Es conveniente saber que por cada grado menos de temperatura que se fije, el consumo de energía aumenta entre un 4% y un 6%. Una buena técnica será enfriar la casa en las horas más económicas y mantenemos la temperatura en los momentos de mayor calor. De este modo ahorraremos mucho este verano.
- Televisores y monitores de ordenador: Su uso suele ser más intensivo en los momentos de hora punta por lo que es muy interesante comprar aquellos más eficientes, como los que tienen paneles LED. Si podemos optimizar ciertos usos del ordenador. Las tareas programadas como copias de seguridad son más convenientes hacerlas de noche, con tarifas inferiores y monitores apagados. Es importante que después de estas programaciones se apague el ordenador automáticamente para eliminar un gasto que es innecesario.
- Plancha: Es sin duda el pequeño electrodoméstico que más energía consume. Cuenta con una alta potencia y requiere por tanto de un gran consumo para llegar a la temperatura óptima para el planchado. Por ello es recomendable acumular la mayor cantidad de prendas posible para encender la plancha las menos veces posibles y llevar a cabo esta tarea en las horas de energía más baratas.
- Cocina: Para que el gasto de luz sea menor, se puede cocinar a primera hora de la mañana o a última de noche. Además de consejos básicos, como aprovechar el calor residual de la vitrocerámica, al apagarla cinco minutos antes de finalizar un guiso, ayuda a ahorrar energía.