“Daremos en dividendos el 80% prometido del beneficio y más”
Con 68 años, una empresa pionera en España creada en 1992 y una pasión que no puede disimular, Félix Revuelta, presidente de Naturhouse, revela que la salida a Bolsa de la firma, prevista para el viernes 24 de abril, es un sueño que por fin hará realidad después de siete años. Con la recuperación económica como motor en España y una gran capacidad de generación de caja, la cadena de tiendas para bajar peso se presenta como un valor de pequeño tamaño –valdrá entre 288 y 360 millones de euros– pero con un gran dividendo. Naturhouse batirá su previsión, recogida en el folleto, de repartir el 80% del beneficio entre sus accionistas.
Pregunta. Quedan unos días para el debut, ¿cómo va la colocación?
Respuesta. Tenemos muchas órdenes, pero el libro aún no está cubierto, queda trabajo por hacer. Hay demanda a lo largo de todo el rango de precios [entre los 4,8 y los 6 euros por acción].
P. ¿Qué peso van a tener los inversores españoles?
R. Supongo que de España y Francia vendrá el grueso de la demanda. De Reino Unido, donde Naturhouse apenas tiene presencia, también estamos recibiendo órdenes.
P. ¿Por qué no se ha hecho tramo minorista?
R. Los bancos nos lo desaconsejaron. A mí sí me hubiera gustado, para además abrir la puerta a los franquiciados con algún incentivo.
P. El tamaño de la compañía será reducido y el capital que cotizará, bajo [como máximo del 27,5%]. ¿Cuáles son los argumentos para vender una empresa así?
R. Nuestro gran atractivo es el dividendo: somos una empresa para inversores que quieren una rentabilidad elevada y mantenerse un tiempo. Por la parte baja de precios, Naturhouse tendría una rentabilidad por dividendo de más del 6%, según los analistas. Los inversores obtendrán una rentabilidad que no obtendrían en ningún otro activo, tal y como están los tipos de interés.
P. Justo antes de la colocación, Naturhouse ha repartido un dividendo de unos 11 millones a Kiluva [sociedad controlada por Félix Revuelta]. ¿La rentabilidad será menor este año?
R. Vamos a dar el dividendo equivalente a ocho meses. Lógicamente, cuando sales a Bolsa reduces la caja… Pero hemos dejado liquidez de sobra. El porcentaje de rentabilidad será conforme al estimado. Hay margen para pagar los dividendos prometidos del 80% del beneficio y más. De hecho, el primer beneficiado de los dividendos soy yo. Además, no necesitamos mucho capital para crecer: la expansión a base de franquicias requiere una inversión mínima.
P. ¿Cuáles son las principales apuestas para ese crecimiento?
R. Francia [en 2014 supuso el 42% de las ventas de Naturhouse] y Polonia tienen que seguir creciendo;Italia y España han de remontar. Vamos a abrir en Túnez, Panamá: tenemos todo el mundo por conquistar. La salida a Bolsa también nos dará un sello. En EEUU, por ejemplo, no es lo mismo que negocie una empresa familiar que una cotizada.
P. En el folleto se advierte de riesgo de concentración en cuanto a los proveedores, que además están participados por Kiluva, el principal accionista de Naturhouse. ¿Cómo justificar esto?
R. Esto nos da ventaja. Tenemos dos fábricas que hacen lo mismo, una en España y otra en Polonia, al mismo precio. Si se me quema una fábrica pongo la otra a doble turno. Cada año hacemos test de precios; si los encontramos más baratos en el mercado, rebajamos los nuestros. Lo de las operaciones vinculadas es muy fácil de desmontar.
P. En las empresas del sector ha habido acusaciones importantes sobre esta cuestión…
R. Lo que para unos es inconveniente, pero otros es ventaja. Para nosotros es una fortaleza, concentramos el 90% de nuestras ventas en unos 20 productos. Tener una línea de productos corta nos permite alcanzar mayores márgenes de beneficios sobre ingresos.
P. ¿Qué avales sanitarios se le exigen a los productos y a la labor de los dietistas de la compañía?
R. Todo está dirigido por un endocrino, también hay farmacéuticos, dietistas... En cada tienda hay un dietista y un comercial. Al dietista, con su correspondiente título universitario o de formación profesional, se le da un asesoramiento y es el que controla la calidad. Naturhouse no es considerado centro sanitario, nosotros hacemos dietas preestablecidas. Solo en Navarra nos consideran centro sanitario. Los productos tienen que pasar las respectivas aprobaciones. En Suiza lograrlo nos ha costado tres años.
“He aunado las fortalezas de mis rivales”
Naturhouse es una rara avis en el mercado europeo, frente a la abundancia de empresas vinculadas al negocio de la dietética y los productos de adelgazamiento en Estados Unidos. Su presidente, Félix Revuelta, asegura que la fórmula de negocio de Naturhouse es un compendio de Herbalife, WeightWatchers y GNC, las tres compañías con las que aspira a competir algún día en su terreno de origen, Estados Unidos. “No he descubierto la pólvora, las puse en una cocterela, analicé sus fortalezas y sus debilidades y me quedé solo con sus fortalezas. Tardé cinco años en dar con la fórmula para Naturhouse”. Revuelta defiende como valor diferencial de su compañía que no se trata únicamente de una empresa de servicios, como WeightWatchers –que hace seguimiento del peso del cliente– o de venta como Herbalife, “un negocio puerta a puerta, que funciona en EE UUpero que en Europa no es tan fácil”. “La ventaja es que nosotros controlamos la producción, la logística es automática porque las fábricas dependen de nosotros. El género siempre es fresco, no hay stock. Los pedidos van automáticamente a los almacenes y piden lo que necesitan, compran lo que venden”, explica.
La banda de precios para la OPV de Naturhouse establece un PER de entre 12,8 y 16 veces, superior al de sus comparables de EEUU, todas cotizadas. “El dividendo que ofrecen los rivales es del 1,5%, el de Naturhouse será muy superior. Comparativamente no es cara”, defiende.