¿Qué hacer en el ‘scrip dividend’ de Santander?
Banco Santander se encuentra en pleno proceso de retribución al accionista, pero el dividendo que entregará en mayo todavía no será en efectivo. La entidad que preside Ana Botín anunció a comienzos de enero un cambio en su política de retribución después de años en los que el scrip dividend se había convertido en la fórmula escogida por la entidad para premiar la fidelidad del accionista.
Sin embargo, estos cambios se harán efectivos en los pagos correspondientes a las cuentas de 2015. Es decir, el dividendo del próximo mes está vinculado a los resultados de 2014. Con cargo al ejercicio pasado, el banco entrega un dividendo de 0,6 euros que fracciona en cuatro pagos de 0,15 euros cada uno, el último de ellos el que abonará el 4 de mayo.
Como en todo scrip dividend, el accionista dispone de tres opciones. La elección de una u otra responderá a los objetivos de cada inversor. Algunos pueden estar interesados en incrementar su participación en el banco, mientras que otros quizás prefieran recibir del dinero en efectivo.
Para los primeros la alternativa que tendrían escoger es la recepción de los nuevos títulos, opción que aplica por defecto el banco. Si el accionista no solicita a la entidad la compra de los derechos de suscripción preferente, estos se transformarán en acciones de nuevo cuño. Según la información remitida a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), la proporción fijada por Santander es de 46 derechos por una acción. Es decir, para disponer de un nuevo título el accionista deberá tener en su haber de 46 derechos. El número máximo de accionistas que la entidad está dispuesta a emitir son 305,6 millones de títulos y se prevé que el 8 de mayo comiencen a cotizar en el mercado.
Por su parte, todos los que quieran el dinero disponen de otras dos opciones. Dependiendo de la evolución de la cotización resultará más rentable una u otra. Los derechos partirán mañana con un valor de 0,152 euros y comenzarán a cotizar de manera separada de los títulos, que comienzan con un valor teórico de 7 euros. Los accionistas ni pierden ni ganan respecto al cierre de hoy de 7,152: simplemente, por cada acción dispondrán, además, de un derecho. El precio de los derechos se sitúa actualmente un 0,7% por encima del precio garantizado por Santander de compra de los derechos: 0,15.
Así si durante el periodo de fijado por la entidad las acciones de Santander caen, y por ende los derechos, lo más adecuado sería proceder a la venta de las acciones al banco. Esto equivaldría al dividendo en efectivo. Los que elijan esta alternativa deberán tener presente el calendario fijado por la firma, pues tienen hasta el 23 de abril para solicitar la compra de los títulos y el 4 de mayo la entidad entregará el dinero a todos los que lo pidieron la retribución en efectivo. El precio fijado por el banco son 0,151 euros.
Si las acciones, y por tanto los derechos, se revalorizaran, lo recomendado sería vender los derechos en el mercado. El plazo de negociación concluye el 28 de abril.
Además de la evolución en Bolsa, el accionista deberá tener en cuenta las retenciones fiscales. La reforma fiscal que ha entrado en vigor este año acaba con la exención que existía sobre los primeros 1.500 euros cobrados en concepto de dividendo y que se gravará al 20%. Si los derechos se venden en el mercado, el pago fiscal se aplaza hasta el momento de la venta de las acciones. No hay retención en el momento de la venta. El efecto que tiene la desinversión es el de rebajar el precio de compra. Por último, el que reciba las nuevas acciones también estará exento de tributación hasta que se desprendan de ellas.
Un cambio muy esperado
El pasado 9 de enero Santander dio un golpe de timón y cambió su estrategia de retribución al accionista. Después de tres años consecutivos remunerando única y exclusivamente mediante la fórmula del scrip dividend, la entidad comunicó su salto al efectivo. Así, con cargo a las cuentas de 2015 el banco entregará 0,2 euros por acción a través de tres pagos en metálico y uno por la vía de la ampliación de capital con derecho de suscripción preferente.
La primera vez que Santander recurrió al scrip dividend fue en 2009 y a partir de entonces fue aumentando de manera progresiva hasta que desde 2012 decidió pagar con acciones.
El cambio de estrategia ha venido de la mano de una reducción de cantidad a distribuir entre sus accionistas del 66% pasando de los 0,6 euros que entregaba desde 2009 a los 0,2 euros que repartirá con cargo a las cuentas de este año. Esto ha llevado a la firma a abandonar el primer puesto de la Bolsa española en lo que a rentabilidad por dividendo se refiere y según las estimaciones de Factset para el conjunto de 2015 la rentabilidad por dividendo esta se situará en el 3,7%, lejos del 9% del año pasado.
La nueva fórmula de retribución al accionista es fruto de las presiones de algunos inversores que venían reclamando desde hace tiempo un cambio debido a la fuerte dilución que sufren muchos de ellos con las ampliaciones de capital que trae consigo todo scrip dividend.