El Ibex 35 encara acelerado la ruta 12.500
Como si fuera un motorista decidido a recorrer la mítica ruta 66, que transita ocho Estados de los Estados Unidos a lo largo de sus 3.945 kilómetros, el Ibex encara con viento a favor su propio reto, la ruta 12.500. Ese es el nivel en el que la mayoría de los expertos consultados cree que el selectivo español podría cerrar este ejercicio, lo que supondría un máximo desde 2008.
El plan de estímulos del BCE y sus múltiples derivadas (financiación más barata para las empresas, depreciación del euro, pérdida de atractivo de la renta fija...) es la gasolina que da impulso a esta carrera. La gran duda que se plantea ahora el mercado es si la moto se ha pasado de frenada y ha corrido demasiado en su primer tramo, pues en lo que va de año el índice avanza ya un 14,3%. ¿Podemos esperar entonces que se gripe el motor o hay estímulos suficientes para seguir metiendo gasolina sin miedo?
La mayoría de los expertos consultados recuerda lo difícil que es establecer un precio objetivo para el Ibex en una fecha concreta. El final del año es una fecha simbólica en el calendario, pero es más importante calibrar la tendencia de las Bolsas que el nivel preciso en el que se encontrarán por entonces. Hecha esta salvedad, DiegoJiménez–Albarracín, responsable de renta variable del centro de inversiones de Deutsche Bank explica que mantienen su precio objetivo en los 12.000 puntos para este año y que no lo revisarán hasta conocer los resultados del trimestrales. Pero añade que “si todo va bien, lo normal es que el Ibex acabe el año más cerca de los 13.000 que de los 12.00 puntos”.
Nicolás López, analista de MGValores considera que “sería razonable que el Ibex alcanzara los 12.500 puntos en términos de valoración por la evolución de los beneficios esperada para sus compañías”.
Algunos expertos van aún más lejos. Es el caso del departamento de análisis de Bankinter, que ha revisado al alza sus previsiones para el selectivo español de aquí a final de año. Establecen tres escenarios, uno adverso, otro central y uno favorable. En el peor de los casos, el selectivo español cerraría el año en los 11.693 puntos, es decir, un 0,48% por debajo de su nivel actual. En el escenario central subiría un 9,6% hasta los 12.878 y en el mejor de los supuestos, el Ibex conquistaría los 14.330 puntos, por lo que avanzaría un 22% respecto a su cotización a cierre del viernes y se quedaría todavía a un 11% de sus máximos históricos de 2007.
Motores para las alzas
Llegados a este punto conviene repasar qué gasolineras se encontrará el Ibex a lo largo de la extensa ruta 12.500 para repostar en su futura carrera y qué obstáculos pondrán a prueba su avance de aquí a final de año. De entrada, parece haber más de las primeras, aunque el camino bursátil suele ser más engañoso.
Natalia Aguirre, directora de análisis de Renta 4, explica que “el escenario es claramente propicio para la renta variable”. En primer lugar, por la falta de alternativas, ya que el programa de compras del BCE “está distorsionando el mercado de renta fija”. Un segundo punto de apoyo es la evolución de la macroeconomía porque “Europa puede ser este año la sorpresa positiva en cuanto al crecimiento”.
En este sentido, España abandera las buenas perspectivas para este 2015. Gabriel Ximénez de Embún, director de inversiones de Credit Suisse Gestión, explica que “España es un alumno aventajado. Es de los países de la UE que crea más empleo, el consumo privado tira, se ve beneficiado por la caída del petróleo y del euro... No sería extraño que creciera al 3% este año”.
El mercado confía en que esta mejoría económica se traslade a los beneficios corporativos. Así lo reflejan las estimaciones de aumento del beneficio por acción de las empresas del Ibex, que ha crecido un 33,9% respecto a las previsiones de diciembre, según Bloomberg.
Otro estímulo para el Ibex puede ser el sector financiero. Después de un muy dubitativo comienzo de año, sobre todo a causa de la ampliación de capital de Santander en enero, el sector debería mejorar. Jiménez–Albarracín explica que “la banca doméstica no está tirando con la fortaleza que debería y pensamos que va a reaccionar al alza cuando se aclaren las dudas sobre la continuidad de Grecia en el euro”.
Eso sí, Daniel Pingarrón, analista de IG Markets recuerda que “la Bolsa española depende completamente de la banca, por lo que podría verse afectada por movimientos en el sector bancario como nuevas ampliaciones de capital o problemas con los DTA (sobre los que la Comisión Europea ha abierto una investigación)”.
A lo largo de la ruta 12.500, el Ibex no avanza en solitario y puede verse animado o frenado por lo que suceda en el resto de mercados. Así, el selectivo encontrará un aliado en los movimientos corporativos como el que esta semana lanzó Shell para comprar BG Group y crear la segunda mayor petrolera del mundo. Las adquisiciones y fusiones suelen ser gasolina extra para las Bolsas.
Frenos a las subidas
Pero en la carretera también puede haber semáforos en rojo y atascos. Existen riesgos que, ciertamente, el mercado está infravalorando en las últimas semanas, tanto fuera como dentro de España. Si empezamos por los segundos, las elecciones autonómicas y municipales del 25 de mayo y las generales de fin de año son una cita que puede perturbar a las Bolsas, aunque varios bancos de inversión rebajaron su nivel de alerta sobre el panorama político tras el tercer puesto de Podemos en las elecciones andaluzas.
Diego González, de la Eafi Bull4All, considera que “lo único de lo que podemos estar seguros es de que habrá más volatilidad” y que según se vayan acercando las elecciones el mercado mostrará más nerviosismo. “Los cambios no le gustan al mercado y las elecciones, tampoco, precisamente porque son puertas al cambio”, afirma Jiménez–Albarracín.
También puede ser un riesgo para la racha alcista de la Bolsa la propia velocidad con la que ha subido el Ibex, que haría razonable una corrección, sobre todo ante posibles sorpresas negativas de datos o resultados.
¿Y qué hay de Grecia? Aguirre indica que “el mercado está anestesiado por las compras del BCE” y muestra su asombro por la indiferencia con la que los inversores siguen la crisis del país heleno, que tiene el 25 de abril como nueva fecha clave, pues ese día se reunirá el Eurogrupo y Atenas sigue sin llegar a un acuerdo con sus socios de la UE.
Aun así, muchos analistas y bancos de inversión coinciden en señalar como el mayor riesgo para las Bolsas a lo largo de este año que la Reserva Federal estadounidense suba los tipos de interés antes de lo esperado o de forma más brusca. José Luis Martínez Campuzano, estratega jefe de Citi, explica que “el riesgo es que la decisión de subir tipos coja al mercado desprevenido” por la ambigüedad del mensaje de la Fed.
En el apartado de frenos a las alzas en esta ruta 12.500 que emprende el Ibex, existen otros posibles obstáculos como una eventual crisis en los mercados emergentes, precisamente, vinculada a esa subida de tipos en Estados Unidos. Muchas de las grandes empresas del selectivo español están expuestas a países de América Latina y el efecto divisa puede jugarles una mala pasada si monedas como el real brasileño o el peso mexicano siguen debilitándose.
Más potencial en Europa que en Wall Street
2015 va camino de ser un año histórico para las Bolsas europeas, donde el fulgurante rally es incluso más marcado que en España. Araceli de Frutos, de la Eafi homónima, espera para el resto de Bolsas del Viejo Continente “una revalorización algo menor que la del Ibex, ya que el impacto de la depreciación fuerte del euro podría atenuarse”. Sin embargo, Diego Jiménez–Albarracín, responsable del centro de renta variable de Deutsche Bank, explica que revisarán al alza su precio objetivo para el Dax por el auge de sus exportadoras.
El resto de Bolsas del Viejo Continente mantiene un atractivo potencial de revalorización por las compras de deuda del BCE. Por ejemplo, el departamento de análisis de Bankinter ha elevado recientemente sus perspectivas para el Eurostoxx 50, que cotiza en máximos históricos, hasta los 4.388 puntos, lo que supondría un recorrido alcista del 15% respecto a sus niveles actuales.
Todos los expertos consultados creen que se confirmará la tendencia actual de distanciamiento entre las Bolsas europeas y la estadounidense. Wall Street tendrá que lidiar con el alza de tipos en Estados Unidos, que podría zarandear a los mercados y, además, sus índices bursátiles se encuentran en máximos históricos. Además, los resultados corporativos estadounidenses ya han recuperado los registros previos a la crisis. “Wall_Street está en una fase mucho más avanzada del ciclo”, destaca Nicolás López, analista de MG Valores.
Por esa razón, Daniel Pingarrón, analista de IG Markets, considera que “Wall Street tiene bastante menos potencial de subida que el Ibex y que el resto de Bolsas europeas. El S&P500 tendrá una revalorización mucho más discreta, y creo que podría terminar el año entre los 2.100 y los 2.150 puntos”. Es decir, apenas entre un 25% por encima del nivel actual en el mejor de los casos.