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La era del petróleo barato ha llegado para quedarse

Tres factores para que el petróleo siga barato

Una plataforma petrolífera en el Golfo de México.
Una plataforma petrolífera en el Golfo de México.
Miguel Moreno Mendieta

La era del petróleo barato ha llegado para quedarse. Tanto los principales directivos del sector como los analistas independientes consideran que los factores que hicieron desplomarse un 50% los precios del crudo durante 2014 siguen vigentes y que impedirán que a medio plazo se pueda volver a ver el barril de Brent en 100 dólares. Las estimaciones sobre en qué nivel quedará el petróleo al cierre del año son variadas, pero en general, muy pocos aventuran subidas en los próximos meses. De acuerdo con una reciente encuesta realizada por Bloomberg, de 86 especialistas en este tipo de activo tan solo un 13% considera que podría terminar 2015 por encima de los 65 dólares.

Entre las claves que afectan a estos bajos precios cabe destacar dos grupos, los factores de oferta y los de demanda. En el primero, el acuerdo nuclear en Irán, que levantará las sanciones a las exportaciones de crudo; la potencia de extracción de Estados Unidos y el firme propósito de Arabia Saudí para mantener su cuota de mercado, aun a costa de mantener los precios bajos, afectarán a esta tendencia deflacionista. En la demanda, el flojo crecimiento de la economía mundial, unido al auge de otras fuentes de energía, hace que sea poco previsible un fuerte aumento de las compras de crudo, lo que conllevará que sigan los precios bajos.

1. Irán

La semana pasada se alcanzó un acuerdo provisional entre Irán, Estados Unidos y la Unión Europea para desbloquear el programa nuclear iraní. El pacto, que prevé el levantamiento de sanciones internacionales a cambio de una reducción de las capacidades nucleares, sienta las bases para impedir que Irán obtenga la bomba atómica y para que se reintegre en la comunidad internacional. Si se ratifica el acuerdo, permitirá que Irán vuelva a retomar el ritmo de exportaciones de petróleo en cerca de 2,8 millones de barriles al día. De acuerdo con un informe de Nomura, este aumento de la oferta puede suponer un impacto en los precios del petróleo de 2016 de entre 5 y 15 dólares por barril.

“Irán podría tener alrededor de 30 millones de barriles de petróleo almacenado, y capacidad para retomar un nivel de producción de 700.000 barriles al día al cierre de 2016. Si se materializa su vuelta a los mercados, podría provocar que en lugar de una reducción de los inventarios mundiales de 100.000 barriles diarios en 2016, haya un crecimiento de 500.000 barriles”, explica en una nota para inversores el banco nipón.

2. Exceso de oferta

El potencial aumento de oferta proveniente de Irán no es un caso aislado. Dos países, Arabia Saudí y Estados Unidos, han sido quienes más han contribuido a romper la baraja, y las motivaciones que les llevaron a cambiar las reglas del juego siguen estando vigentes. En el primer caso de Arabia Saudí se ha tratado más de una decisión de estrategia comercial: prefiere vender más barato para mantener su cuota en el mercado internacional. Y en ello ha arrastrado a toda la OPEP. “La determinación de Riad en esta política se mantendrá, cuanto menos, hasta finales de año”, explica un analista.

En el caso de EE UU, la aplicación de nuevas técnicas de extracción le ha permitido aumentar sus explotaciones a un ritmo vertiginoso, llevando al país a la independencia energética. Además, varios analistas consideran que el Congreso podría flexibilizar el veto que pesa sobre la venta de crudo a otros países, un factor que tiraría a la baja de los precios internacionales del crudo.

3. Energías limpias

Uno de los factores que habría llevado a Arabia Saudí a empezar a vender más barato es el hecho de que la comunidad internacional parece estar más decidida que nunca a llegar a un pacto global para frenar el cambio climático. Si se cumplen las previsiones, la Cumbre de París de diciembre de este año alcanzará el primer acuerdo mundial sobre la materia, primando las energías renovables sobre las energías fósiles, como los hidrocarburos. En caso de que el pacto salga adelante, supondrá una clara limitación de la demanda de crudo.

Aun cuando la Cumbre de París quede en agua de borrajas, como ha pasado en otras ocasiones, lo cierto es que las fuentes alternativas de energía están ganando terreno en los últimos años: aumentando su cuota en todos los países, reduciendo sus costes de producción y siendo cada vez más eficientes. Esto, unido al fuerte empuje de la producción y el comercio mundial de gas, y su uso intensivo en las centrales eléctricas, también contribuirá a que la demanda de barriles de petróleo siga muy contenida, a pesar de la tibia recuperación económica mundial.

Sobre la firma

Miguel Moreno Mendieta
(Madrid, 1979) es licenciado en Derecho y Economía por la Universidad Carlos III. También cursó el Máster de Periodismo de El País. Se incorporó al periódico Cinco Días en 2006, tras pasar por la web de El País y Mi cartera de Inversión. Escribe sobre el sector financiero, con un foco especial en fondos de inversión y los seguros.

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