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¿"Decoupling" invertido?

Los pedidos de bienes duraderos cayeron en febrero un 1,4% (se esperaba un aumento del 2,0%) hasta un total de 229.827 mill.$. Sin tener en cuenta los pedidos del sector de defensa, estos cayeron un 1,0% mientras que excluyendo los pedidos del sector transporte (dato volátil debido esencialmente a los pedidos extraordinarios de la aviación comercial) este indicador cedió un 0,4% frente al -0,7% de enero. Con esta caída, se encadenan ya cinco consecutivas de los nuevos pedidos duraderos (sin transporte) acumulando así una corrección total del 4,5% en dicho periodo.

Los nuevos pedidos de maquinaria se redujeron un 1,8%, mientras que los de equipos de transporte cayeron un 3,5% y los de bienes de capital retrocedieron un 1,5%.

Hay que tener en cuenta que todos estos datos son nominales, por lo que si los "deflactamos", utilizando el indice de precios de producción (PPI Finished goods - capital equiptment), los datos son aún peores. La caida en los pedidos de bienes duraderos se amplia hasta el 2,1% mensual y excluyendo los pedidos de transportes la caida es del 0,5% (4,9% acumulado en los ultimos cinco meses de caidas consecutivas). En términos reales (deflactados) todavia no se han alcanzado los niveles de pedidos de bienes duraderos previos a la crisis del 2007. Este dato es relativamente importante pues es un buen estimador de la inversión empresarial.

Al otro lado del Atlántico, el índice IFO de confianza empresarial alemán de marzo ha salido mejor de lo esperado. El componente general se sitúa en los 107,9 frente al 106,8 de febrero. Se esperaba 107,3. El subíndice de valoración de la situación actual alcanza los 103,0 (en línea con lo previsto) y el de perspectivas mejora más hasta 103,9 desde 102,5 el mes anterior (se esperaba 103,0).

Es un dato es positivo y se consolida por encima de los 105,0 (promedio de la última década), y muy por encima de los 101,3 (promedio histórico acumulado) a la vez que es el más elevado desde junio pasado.

Esta es una nueva prueba de que la recuperación de la mayor economía de la Eurozona continuó en el primer trimestre y de que las empresas parecen restar importancia a los problemas en Grecia y Ucrania, dos de los focos de preocupación reciente del empresariado alemán.

Por último destacar que, según el IFO, la depreciación del euro está teniendo un impacto positivo en las empresas alemanas y compensando estas preocupaciones anteriores. De hecho, el Instituto IFO dijo que la debilidad del euro estaba ayudando a impulsar las expectativas de exportación de las empresas, tras el cierre de los mercados del Este por la crisis ucraniana.

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