El déficit público cierra en línea con el objetivo, pese al desvío autonómico
El desfase registrado por las comunidades se acercará al 2% y duplicará el límite
El déficit de 2014 del conjunto de la Administración cerró en línea con el objetivo del 5,5% del PIB que se autoimpuso el Ministerio de Hacienda. Es posible que el dato oficial que se conocerá hoy supere por unas décimas esa cifra, aunque fuentes de la Administración aseguran que estará dentro del margen concedido por Bruselas del 5,8%. Las comunidades registraron el mayor desvío y su déficit duplicó el objetivo.
Así, en el año 2014, el conjunto de la Administración Pública (Estado central, comunidades, ayuntamientos y Seguridad Social) gastó en torno a 58.000 millones más de los que ingresó. Un año antes, en 2013, el desfase fue de 66.394 millones. Así, el déficit público se habría reducido en 2014 en más de 8.000 millones de euros.
La situación de las cuentas públicas diverge en función de la Administración que se analice. Siempre salen peor en la foto las comunidades. Las autonomías llevan desde el inicio de la crisis incumpliendo el objetivo de déficit y, 2014, no fue una excepción. Los últimos datos oficiales reflejan que los números rojos autonómicos alcanzaron hasta noviembre el 1,38%, una cifra mayor al importe registrado en el mismo período del año anterior y que supera el objetivo para todo el año del 1%. Resulta simplemente imposible que, en el último mes del año, las comunidades hubieran logrado corregir este desvío. De hecho, todo apunta que el déficit siguió aumentado hasta situarse en niveles cercanos al 2%, lo que implica duplicar el objetivo impuesto por Hacienda.
Algunas comunidades como Cataluña o Comunidad Valenciana ya han anunciado que rebasaron el límite. La Generalitat de Artur Mas comunicó un déficit público del 2,13% o del 2,54% en función de si se incluyen o no ciertas operaciones one-off, que son aquellas que se producen en un ejercicio concreto y no tienen continuidad. El último informe de Fedea estimó que solo Navarra y Canarias cumplirían.
Extremadura, una de las comunidades que se ajustó al objetivo en 2013, entrarán en el club de las incumplidoras con un desfase en torno al 2%. Madrid, región que hasta ahora había mantenido las cuentas más saneadas, también rebasó probablemente en 2014 el umbral del 1%. En conjunto, las comunidades autónomas registraron en 2014 un déficit superior al de 2013. Ello no ocurrió en el resto de Administraciones. Las autonomías argumentan que su margen para ajustar el gasto es nulo y recuerda que son las responsables de financiar los pilares del Estado de bienestar (sanidad, educación y servicios sociales). Además, la mejora en los ingresos llega con cierto retraso a las cuentas autonómicas por el sistema de financiación. Los buenos datos registrados especialmente por los ayuntamientos permiten absorber el desvío registrado por las comunidades autónomas. Hacienda espera que los municipios hayan logrado en torno a un 0,4% de superávit, cumpliendo sobradamente la obligación de registrar equilibrio en sus cuentas. La evolución de la Administración central y de la Seguridad Social también es positiva. Hasta noviembre de 2014, el déficit estatal (sin incluir la ayuda financiera) ascendía al 3,22% frente al 4,13% del ejercicio anterior. Una evolución consecuente con el objetivo de cerrar el año en el 3,5%. Los números rojos de la Seguridad Social se situaron en los primeros once meses de 2014 en el 0,09%, lo que permite vaticinar que cumplirá el límite impuesto por Hacienda del 1%.
Toque de atención del Banco de España
Para 2015, el compromiso de España es reducir los números rojos hasta el 4,2% del PIB. Equivale a un ajuste de 13.000 millones en un ejercicio en que ha entrado en vigor la reforma fiscal que incluye rebajas en IRPF y Sociedades. A pesar de que las mejores perspectivas económicas afectan positivamente a los ingresos públicos, el Banco de España prevé un incumplimiento. Estima que el déficit cerrará este año en el 4,5% en lugar del 4,2% que señala Hacienda. El supervisor argumenta que los ingresos irán peor de lo esperado por el Gobierno. Para 2016, el Banco de España prevé un déficit del 3,9% frente al objetivo del 2,8%. La época de los ajustes no ha acabado.