Azkoyen inventa el restaurante automático
"Azkoyen ha dejado de ser una empresa industrial al uso. Hace 20-30 años era una empresa de doblar chapa, teníamos soldadura, plegadoras... Hoy cuando entras a una de nuestras fábricas ves que el número de personas ligadas realmente a la actividad fabril es bastante bajo, mientras el 15% de nuestra plantilla (115 personas sobre un total de 744) se dedica a labores de I+D, una partida a la que dedicamos más de 8 millones de euros cada año”. Con esta reflexión, el director general del grupo navarro, Eduardo Unzu, muestra cómo el tsunami digital que ha impactado en otros sectores también ha tenido efectos sobre la actividad de su empresa. A Azkoyen, que nació en 1945 fabricando peladores de espárragos y patatas y máquinas de venta de gasolina para mecheros y golosinas, no le ha quedado otra que entrar en la era del smartphone y de las apps. Y prepararse para desembarcar en nuevos negocios, donde el papel de la tecnología digital es clave.
La compañía ultima el lanzamiento de una nueva marca comercial, Baton Gourmet, que supondrá el estreno de un “restaurante automático”, con el tamaño de una caravana, y que expenderá menús completos. La máquina, diseñada y fabricada en Navarra, sacará la bandeja con todo y un ticket para el café, que se canjeará en otro lado de este self service automatizado. “La idea es que la gente pueda consumir comida gourmet y saludable en entornos de alto tráfico de personas, como aeropuertos, hospitales, universidades, estaciones de tren u oficinas”, aclara Unzu, que apunta que pronto instalarán uno en Reino Unido, otro en Holanda y un tercero en Navarra.
El directivo asegura que están negociando con empresas de comida para lanzar la solución, y con compañías especializadas en ofrecer servicios de catering a empresas. “La acogida está siendo muy buena, porque muchas de estas compañías se ven obligadas por contrato a dar comida en todos los centros de trabajo de sus clientes, y algunos les ocasionan pérdidas porque no tienen muchos trabajadores. Con este restaurante automático ese problema se evitaría”, defiende.
Fin a los descuadres de caja
Otra innovación por la que apostará Azkoyen este año es su nueva caja registradora automática Cashlogy para comercios minoristas, en la que ha invertido seis millones de euros. Unzu asegura que esta máquina evita que la persona que atiende al público deba contar los billetes y las monedas al cobrar, pues solo debe introducir el dinero (algo que también puede hacer el propio cliente) y es la caja la que escupe la vuelta. “Cashlogy detecta el dinero falso y pone fin al problema de los descuadres. Además, la última versión lanzada hace unas semanas reduce el tiempo en el cobro:10 segundos frente a los 27 que emplea un operario, lo que se traduce en un mejor servicio”.
La compañía tiene calculado que el ahorro por detectar fraude, pequeños hurtos y evitar los descuadres de caja podrían ser de 4.400 euros al año para un establecimiento que pierda 20 euros diarios por estas causas. La nueva caja registradora se acaba de instalar en siete locales del aeropuerto de El Prat (Barcelona) y en otros seis en el aeródromo de El Altet (Alicante). En total, a final de marzo habrá 24 máquinas en funcionamiento, pues durante este mes se han instalado otras en los aeropuertos de Son Sant Joan (Mallorca), Ibiza, Valladolid y Murcia. “También han tenido muy buena acogida en las panaderías de Francia por motivos higiénicos, porque el vendedor no tiene que manipular dinero mientras sirve el pan”, subraya el directivo.
En su paso firme hacia la era digital, Azkoyen también ha lanzado una aplicación para smartphones que permite personalizar el café en sus máquinas. El usuario puede ajustar desde el móvil parámetros como el gramaje de café, la cantidad de agua, lecha o azúcar que quiere. La app ya se puede descargar en la App Store y en Google Play, y admite la opción de guardar como favorita la receta personalizada y realizar el pedido directamente a la máquina, vía Bluetooth. “La aplicación permite igualmente al operador de la máquina fijar programas de fidelización, regalando al cliente un café cuando ya ha consumido 10, por ejemplo”. Azkoyen trabaja igualmente en un sistema de pago por móvil para sus diferentes máquinas vía app. “En junio estará listo para Android y en septiembre para los dispositivos Apple”, aclara Unzu.
Aunque la compañía ha pasado años muy complicados entre 2008 y 2011, como consecuencia de la crisis económica y financiera, el directivo defiende que si algo ha habido clave para entender la mejora de resultados del último año ha sido la apuesta de la compañía por la innovación. "La tentación en 2010 de recortar a la mitad lo que gastábamos en I+D fue muy grande, pero no lo hicimos porque forma parte de nuestra cultura empresarial y de nuestra propuesta de valor", insiste Unzu.
Objetivo: crecer en América Latina
El director general de Azkoyen asegura que los años duros para la compañía han quedado atrás.“2008, 2009 y 2010 fueron ejercicios muy complicados y la empresa entró en números rojos. En 2010, teníamos un endeudamiento de más de 80 millones (tras una etapa de crecimiento inorgánico), con una facturación de 130 millones”, recuerda Eduardo Unzu, que tomó las riendas del grupo ese año. Tras emprender una dura reestructuración (que supuso, entre otras cosas, un recorte de más de 100 empleos y la venta de alguna unidad de negocio) y cerrar un acuerdo con la banca para reestructurar la deuda, la firma parece tomar oxígeno. Sus beneficios se consolidan tras cuatro ejercicios en números negros. En 2014, el beneficio de la firma fue de 3,7 millones, frente a los 92.000 euros de 2013. Su deuda actual es de 27,5 millones.
Azkoyen facturó el pasado año 122,14 millones (un 5,7% más), el 94% en Europa y solo un 6% fuera. Para este año la firma, con tres unidades de negocio (máquinas expendedoras y vending, medios de pago electrónicos y sistemas de seguridad) planea elevar un 5% sus ventas, y para ello confía especialmente en el mercado latinoamericano, donde hace poco abrieron una fábrica de máquinas vending de café en Colombia. “Su radio de acción va de México a Tierra de fuego, un territorio donde no hay un solo fabricante de este tipo de máquinas, salvo en México donde hay uno de máquinas de vending de frío. El potencial es enorme, porque hay unas 100.000 máquinas entre todos los países de Latinoamérica, mientras solo en Japón hay unos cuatro millones”, dice.
La compañía planea llevar a cabo entre 15 y 20 nuevas contrataciones para este año, fundamentalmente serán ingenieros y personal para reforzar la planta de Colombia.