Uno de cada tres directivos despedidos crean su propia empresa
Esta cifra disminuye hasta el 20% en el caso del resto de trabajadores que se quedan sin empleo
Uno de cada tres altos directivos que resulta despedido de una empresa después de una reestructuración de plantilla acaba montando su propio negocio como salida laboral. Así lo demuestra un estudio realizado por la compañía dedicada a la gestión y consultoría de recursos humanos MOA BPI group. Esta cifra se rebaja hasta el 20% en el caso del resto de trabajadores, que parece que les cuesta un poco más emprender tras el despido.
Parece ser que a los directivos les cuesta mucho menos emprender un proyecto empresarial, ya que para montar su empresa se apoyan en la red de contactos, liderazgo y experiencia que acumulan. La mayor parte de ellos suelen reciclarse en consultorías o en actividades relacionadas con su anterior empleo. Los que tienen menos problemas para montar su negocio son aquellos ejecutivos que tienen entre 40 y 50 años.
Otro aspecto que también avala esta información es que los medios económicos de los que dispone un alto ejecutivo son también más altos que los de cualquier otro trabajador, de ahí que estos últimos tengan más complicaciones a la hora de sacar adelante sus proyectos, ya que no cuentan con la misma financiación. Y es que los ejecutivos tardan mucho menos en arrancar sus ideas de negocio. La empresa encargada de realizar este estudio asegura que seis de cada diez sólo precisa de entre cinco y nueve meses para poner en marcha su compañía, frente a los doce meses que necesita cualquier otro trabajador.
El emprendimiento crece entre los jóvenes
Cada vez son más las personas que optan por el emprendimiento a la hora de buscarse un futuro laboral. Un estudio realizado por Young Business Talent entre jóvenes españoles muestra como el 35% de ellos les encantaría emprender para labrarse un futuro profesional, superando en tres puntos a la segunda opción, que es ser funcionario. En el resto de países de nuestro entorno los universitarios no ven como una garantía hacerse trabajador de la administración. En Portugal, Grecia o Italia, esta cifra no pasa del 17% de los jóvenes encuestados.