Recaudación ágil, segura y barata
La Tesorería de la Seguridad Social quiere tener completamente implantado el sistema de autoliquidación de cotizaciones de las empresas este mismo año. Ahora, la mitad de las empresas abonan ya sus aportaciones al sistema de pensiones tras la entrega previa por parte de la Administración de un extracto sobre sus obligaciones en materia de cotización, un mecanismo que agiliza notablemente los tiempos y limita reclamaciones y desajustes en las aportaciones obligatorias. Solo un 4% de los reportes presentados por el sistema genera algún tipo de diferencia con la estimación que la empresa considera adecuada.
Pero para terminar de cerrar este mecanismo, la Seguridad Social quiere acortar plazos en las comunicaciones por parte de la empresa, que no podrán sobrepasar los tres días cuando se trate de altas y cambios en las condiciones de cotización de algún miembro de la plantilla, mientras que hasta ahora tal plazo se extendía hasta seis días. Puede parecer un requisito insalvable, pero no lo es, puesto que la tecnología permite cumplir en tiempo los nuevos requerimientos, reduce el mínimo las discrepancias entre las partes y la litigiosidad, y elimina trámites burocráticos que absorben recursos muy útiles en otras funciones a las empresas, además de desterrar tentaciones, siempre marginales, de elusión.