¿Qué ocurrirá con Grecia en las próximas semanas?
Han pasado casi 2 meses desde que se celebraran las elecciones griegas y el panorama de incertidumbre está aun lejos de despejarse. Marzo está siendo un mes de continuos tiras y afloja entre dos posturas divergentes que no tienen más remedio que llegar a un acuerdo. Grecia solicitó el pasado 20 de febrero una prórroga de cuatro meses del rescate actual para no perder el derecho a percibir los últimos desembolsos (préstamo de 1.800 millones, pago de 1.800 millones y 10.900 millones en bonos para recapitalizar sus bancos). Pero ahora toca lo más complicado, llegar a un acuerdo definitivo sobre la reestructuración de la Deuda.
Grecia desea supeditar su pago a la evolución económica del país, lo que para su ministro de Finanzas, Varoufakis llevaría a que se lograran "beneficios mutuos" tanto para Europa como para su propio país. Para ello esgrime que "la injusticia impide el crecimiento, es una de las cosas que hemos aprendido en los últimos 10 o 20 años".
Alemania pide a Grecia claridad sobre su situación presupuestaria y planes concretos de reforma
Frente a esto, esta la postura del resto de países de la Unión Europea, encabezados por Alemania, que en palabras de su secretario de Estado de Finanzas, el Steffen Kampeter, ya ha exigido a Grecia claridad sobre su situación presupuestaria y planes concretos de reforma.
Tensión para volver a acabar en pacto
En este panorama de posiciones encontradas ha tomado fuerza dialéctica la salida no deseada de Grecia del euro, la ya denomina “Grexit”. Algunos dirigentes del país heleno amenazan con la misma y los problemas de efecto contagio a otras naciones, empezando por Italia y España. Pero el mayor perjudicado de esta salida del euro sería Grecia y por ello desde la UE no parece que este escenario les atemorice e incluso el presidente del Parlamento Europeo paralizó un informe de la UE para expulsar a Grecia del euro.
El acuerdo llegará, pero lo complicado es como éste puede “venderse” como positivo para ambas partes. Si el acuerdo de liquidez del 20 de febrero ya generó algunas suspicacias en el ala más izquierdista de Syriza, un acuerdo definitivo de renegociación de la deuda alejado de sus promesas electorales puede dinamitar la situación política. Aunque cuente con una mayoría holgada gracias a la coalición con la derecha radical de Griegos Independientes, una de las hipótesis que va tomando fuerza es la de anticipar elecciones o realizar un referéndum, con el que buscar ganar legitimidad a la negociación.
Con un claro riesgo de quedarse sin liquidez en las próximas semanas y un horizonte de negociación cerrado para los próximos meses (los vencimientos de verano limitan en todo caso el acuerdo para más allá de junio) veremos como a medida que pasan los días el tono de la negociación se eleva, pero cuando todos quieren un mismo objetivo, llegar a un acuerdo, las posibilidades de alcanzarlo son muy altas.