È scherzo od è follia Siffatta profezia (Es broma o es locura semejante profecía)
"Un ballo in maschera". Acto I Escena II
Giuseppe Verdi
El Eurosistema seguirá un benchmark interno para ir coordinando las compras, pero existirá un cierto margen de flexibilidad en los distintos bancos centrales nacionales (aunque sus actuaciones serán evaluadas y revisadas). Los títulos soberanos abarcarán los plazos de 2 a 30 años.
Por lo que respecta a las nuevas previsiones de inflación que presentaba Draghi apuntar que se estima ahora que el IPC en el 2015 será del 0,0% (0,7% era la previsión en diciembre de 2014), 1,5% en el 2016 (1,3% era la proyección en diciembre de 2014) y 1,8% en el 2017 (no existían proyecciones en diciembre para este dato).
Suena sospechoso la fuerte alza del incremento de los precios desde el 2015 y 2016, movimiento que deja implícito que el QE supuestamente tendrá un éxito muy relevante para la reactivación en los precios. En cualquier caso sí que es verdad que el canal del tipo de cambio puede realizar una labor considerable, sobre todo si su debilidad tiene lugar en un contexto, como el actual, de moderación en los precios de la energía.
Asimismo, y así lo hacía constar Draghi, en la rueda de prensa en Nicosia, el crédito al sector privado no financiero sin titulizaciones había presentado un incremento interanual del –0,9% en enero desde el –1,1% de diciembre continuando su recuperación desde el –3,2% de febrero de 2014. A medida además que la economía recupere las medidas monetarias actualmente en marcha (no sólo el QE) podrían encontrar una mejora en la cadena de transmisión, contribuyendo a su vez a un fortalecimiento de la economía. Fruto de esa visión más optimista cabe plantearse la revisión del pronóstico de PIB para el 2015 que se sitúa en el 1,5% frente al 1,0% anterior apuntado en diciembre, el 1,9% vs al 1,5% anterior proyectado en el 2016 y el 2,1% ya para el 2017.
En todo este contexto el EUR ha seguido debilitándose marcando nuevos mínimos. La psicología del QE y potencial caída en la rentabilidad de la renta fija europea pesa en el EUR. La debilidad del EUR y la nueva fijación de niveles mínimos dejan a la divisa europea muy vulnerable, a pesar de su evidente infravaloración.
Ayer resaltábamos lo incongruente de una valoración del euro por debajo de los 1,20. Hasta hace unos días, ese era el nivel “ajustado” por la paridad del poder adquisitivo EEUU-UME de los que ahora ven como normal / conveniente un euro en la paridad. En puridad, una inflación menor en la UME que en los EEUU (como ha venido ocurriendo en los últimos años) debería haber subido dicho nivel aún más. Ahora se nos dice que por una inflación menor en la UME el euro debería debilitarse.
Otra cosas curiosa: ver al presidente del BCE alegrarse en la rueda de prensa de la subida de la gasolina (ya que le permite aumentar la inflación) debe haber dejado perplejos a muchos (algunos de los cuales hemos visto caer, cuando no desaparecer, nuestros ingresos) que ponemos gasolina en nuestros coches. Debe ser que va siempre en coche oficial y le pagan la gasolina. Cosas del doble pensar orweliano.
Pero que se le va a hacer, también la rentabilidad de la deuda soberana europea está en niveles que no reflejan el riesgo real de la operación ni la capacidad de pago de los emisores.
La ruptura deliberada del mecanismo de elaboración de precios no va ser gratis. Nada lo es en economía.
Viva el (Un) "ballo in maschera” que nos propone pisitófilos y creditofagos.