“O CC OO se reinterpreta o la historia se lo lleva por delante”
“O el sindicato Comisiones Obreras se reinterpreta de forma constante o los vientos de la historia se lo llevarán por delante”. Así de preocupado se mostró ayer el secretario general de CCOO, Ignacio Fernández Toxo, sobre el futuro del primer sindicato del país que él lidera.
Toxo justifico con esta gráfica referencia la necesidad de revisar numerosos aspectos, del sindicato, sobre todo organizativos y estructurales para adaptarlos a los cambios sociales y laborales.
Y el sindicato empezó hoy a aplicar estos cambios. El Consejo Confederal Extraordinario de CCOO aprobó, entre otras cosas, un código de conducta que refuerza las medidas de control internas.
La nueva batería de medidas tendrá como objetivo la transparencia, la independencia y la unificación en el seno de la organización, ya que los cambios del mercado laboral necesitan una nueva interpretación de la actividad sindical y, todo ello, con autoexigencia pues “la sociedad no tolera cosas que antes toleraba o desconocía”, indicó Toxo.
Así, habrá una nueva regulación de las secciones sindicales, reglamentos de medidas disciplinarias a órganos y personas y “normas que limitan la aceptación de regalos o de beneficios de empresas con las que colaboran los miembros del sindicato”, señaló Toxo.
Además, con el fin de garantizar una adecuada política de retribuciones y compensación de gastos para desarrollar la actividad sindical, CC OO planea revisar sus sistemas retributivos y unificarlos para el conjunto de la Confederación. El sindicato aprobó también una nueva regulación de los órganos de dirección para extender la limitación de mandatos –que ahora solo afecta a los secretarios generales– a todos los miembros de las comisiones ejecutivas. Y todos los que formen parte de los máximos órganos de dirección deberán realizar una “declaración de bienes al entrar y salir de la organización”.
La organización considera que la autoevaluación exige “la mejora de los instrumentos” para que se pueda auditar la actividad sindical, “pero de manera complementaria”. Así, ha apostado por “una auditoría sindical, económica y de recursos humanos”, de modo que la auditoría externa sea un complemento.
Con todo, en CC OO consideran imprescindible que la organización continúe siendo independiente y autónoma. Ello no debe implicar prescindir de la financiación pública, sino que esta se haga mediante una ley de financiación y participación.