CaixaBank pagará de 65.000 a 320.000 euros por despido en Barclays
En una maratoniana jornada de negociación que arrancó a primera hora de la mañana del miércoles y culminó a las cuatro de la madrugada del jueves, los sindicatos y la dirección de Barclays han acordado reducir de 1.120 a 975 personas el número de afectados por el ERE planteado tras la absorción de la firma por parte de CaixaBank. La gran clave del pacto alcanzado fue, sin embargo, el compromiso de CaixaBank de recolocar hasta a 727 de ellos, manteniendo el 75% de los empleos que se perderían.
Desde que, el pasado agosto, anunciara la adquisición de los negocios de banca minorista, gestión de patrimonios y banca corporativa de Barclays en España por 850 millones de euros, CaixaBank ya avanzó que no podría asumir la duplicidad de servicios centrales que se generaba lo que le obligaría a prescindir de parte de sus 2.297 empleados.
Pese a que el planteamiento inicial de la entidad, que a mediados del pasado enero propuso rebajar un 46,6% dicha plantilla, supuso un choque frontal con los sindicatos la negociación ha terminado fructificando.
CaixaBank ha cerrado el pacto rebajando el ajuste, ofreciéndose a reubicar en sus oficinas a entre 250 y 300 empleados, contratando a Randstad para recolocar a otro centenar y ofreciendo puestos de trabajo a otros tres centenares de afectados en empresas filiales o vinculadas al grupo.
A partir de ahí, las partes han acordad ofrecer hasta 280 prejubilaciones para personas de 52 o más años, que se irán con entre el 75% y el 90% de su salario neto, en función de su franja de edad, hasta que se jubilen a los 63 años, momento hasta el que se mantendrá un convenio especial con la Seguridad Social para que sigan cotizando. El tope máximo a percibir por estos empleados será de 320.000 euros.
El número de recolocaciones y prejubilaciones supera las 945 salidas previstas, si bien las partes han acordado un sistema de bajas incentivadas para quien decida dejar el trabajo voluntariamente. Este grupo será indemnizado con 38 días por año trabajado sin límite de antigüedad más primas adicionales de entre 10.000 y 20.000 euros por ejercicio en la empresa, con una compensación mínima de 65.000 euros que puede alcanzar los 310.000.
“Se irían todos con más de 45 días por año trabajado”, explicaban ayer desde Fes-UGT, teniendo en cuenta la suma de la indemnización inicial más las primas, lo que efectivamente arroja compensaciones superiores incluso a las que obliga la ley en un despido improcedente, situando este ERE en uno de los menos traumáticos de los últimos tiempos.
Finalmente, solo si las medidas anteriores no bastaran para cumplir el cupo de salidas previstas, se establecerá un sistema de bajas obligatorias con indemnizaciones de 30 días de salario por año trabajado más primas de mil euros por año trabajado. De llegar a producirse, se ha acordado que estos despidos no afecten a los empleados de entre 49 a 51 años por su especial dificultad para reinsertarse en el mercado de trabajo.
Finalmente, los empleados no conformes con su recolocación –que recibirán compensaciones si, por ejemplo, proceden de Madrid y son reubicados en Barcelona– tendrán hasta final de año para dar marcha atrás y acogerse al plan de bajas incentivadas.
