A por tres billones de euros más en capitalización bursátil
Bruselas anuncia cada poco tiempo un pequeño plan de inversión (el último, cifrado en 300.000 millones de euros en dos años) para recuperar la alicaída economía europea. Sin resultados tangibles hasta ahora. Mientras tanto, Europa desaprovecha gran parte del potencial de los mercados financieros que, sólo a través de las bolsas, podrían llegar a movilizar una financiación adicional de tres billones de euros, según los cálculos del sector.
Seis años después del comienzo de la crisis, la capitalización bursátil de todos los mercados europeos sigue por debajo de la de 2007 (10 billones de euros frente a 11,6 billones, según datos de AFME, la Asociación Europea de Mercados Financieros). Y los fondos de pensiones y de inversión, que en Europa suman casi 29 billones de euros, no participan tanto en la financiación del tejido empresarial como en EEUU.
La Grecia de Tsipras se somete al primer examen de la Troika
Hoy es fiesta en Grecia (lunes de Cuaresma) pero el gobierno de Alexis Tsipras tendrá que trabajar como durante todo el fin de semana para entregar en Bruselas a lo largo del día “un primer listado de reformas estructurales” basado en el programa” del rescate iniciado en 2012.
La lista forma parte del acuerdo alcanzado el pasado viernes por los ministros de Economía de la zona euro (Eurogrupo) y es uno de los requisitos imprescindibles para prorrogar cuatro meses el rescate de Grecia, que expira el 28 de febrero.
La troika (CE, BCE y FMI), a la que ahora se describe como “las instituciones”, revisará el listado y mañana mismo, si recibe el visto bueno, se iniciarán los trámites para que los 18 socios de la zona euro aprueben una prórroga que pone a disposición de Grecia el último tramo del rescate (1.800 millones de euros), los beneficios del programa de compra de deudas de los bancos centrales de la zona euro(1.900 millones en 2014) y el remanente de la partida para recapitalizar la banca griega (10.900 millones).
El desembolso de esas partidas, sin embargo, queda supeditado al cumplimiento de la lista, una condición que se verificará en abril. El Eurogrupo también se ha comprometido a revisar, previsiblemente a la baja, el ajuste fiscal exigido a Atenas, lo que dará mayor margen presupuestario al gobierno de Syriza. El ministro griego de Finanzas, Yanis Varufakis, aseguró el sábado: “estoy seguro que nuestros socios aceptarán el listado de reformas”. El gobierno griego tiene previsto concretar, entre otras cosas, sus planes de reforma fiscal para combatir el fraude fiscal y aumentar la recaudación.
Las reformas coincidirán en parte con el antiguo programa, como ya había adelantado Varufakis, que consideró aceptable el 70% de su contenido. Atenas, sin embargo, se muestra en contra de adoptar medidas que puedan contribuir a la espiral deflacionista, como la subida del IVA o la rebaja de pensiones. Grecia también tiene previsto aplazar las privatizaciones para esperar a la recuperación de la economía y poder vender en mejores condiciones algunos activos del Estado.
Los operadores atribuyen tan peligrosa diferencia a la fragmentación del mercado europeo, según una encuesta que publicara hoy AFME y que ha sido realizada por la consultora Boston Consulting Group entre gestores mundiales con una cartera de más de 9 billones de euros en activos.
Dos tercios de los consultados achacan el menor desarrollo de la financiación privada en Europa a la diversidad de normas de un país a otro y la confusión sobre las características de cada mercado. Sólo el 40% cree que la menor inversión se deba al escenario macroeconómico.
La actual Comisión Europea se ha marcado como uno de sus objetivos hasta 2019 la creación de un verdadero mercado europeo de capitales, tras constatar que el tamaño de las bolsas estadounidenses (en capitalización) casi dobla a las europeas en proporción al PIB (138% frente al 64,5%) y que incluso la china está ya por delante (74%).
El departamento de Jonathan Hill, comisario europeo de Servicios Financieros, publicó la semana pasada un Libro Verde para recabar opiniones sobre ese proyecto, con el que pretende integrar y expandir los mercados de capital “para que inversores y ahorradores puedan poner su dinero a trabajar de manera que se genere crecimiento y se creen empleos”. La iniciativa pasa por relajar ciertas normas (como la de titulización o la de salida a bolsa), estandarización de la información y medidas para atraer el capital de países terceros.
El objetivo, como en el caso de la unión bancaria, sería crear un mercado sin fronteras para todo tipo de valores y emisiones de deuda, desde las acciones a los derivados, del capital riesgo a los bonos. “En comparación con la banca, sin embargo, el mercado único de capitales es mucho más difícil de crear porque requiere estructuras muy completas que trabajen de manera eficiente”, advierte Karel Lannoo, especialista en mercados financieros del CEPS (Centre for European Policy Studies) en su último informe sobre el proyecto de la Comisión.
Por si acaso, el equipo del comisario Hill se resiste a poner objetivos concretos sobre el tamaño que debería alcanzar el mercado europeo de capitales, por miedo a crear falsas expectativas.
AFME considera que, como mínimo, en los próximos cinco años debería alcanzarse una capitalización bursátil equivalente al 100% del PIB europeo desde una cota actual del 75%. Ese avance añadiría a través de las bolsas unos tres billones de euros en financiación adicional para las empresas cotizadas europeas, hasta los 13 billones de euros, lejos todavía de los 19 billones de EEUU.
Aparte de las bolsas, la CE y la patronal coinciden en el enorme potencial de otros canales prácticamente infradesarrollados en Europa en relación con EE UU, como la participación directa de fondos de pensiones y de inversión en pequeñas y medianas empresas o el capital riesgo.
La patronal reconoce que las características del mercado europeo (donde conviven varias monedas, idiomas y normas) limita en parte el alcance de la unión de mercados de capital. Pero señala que al final del proyecto, en 2019, esos mercados de capital deberían cubrir el 35% de las necesidades de financiación en Europa frente al 25% actual y el 80% de EE UU, según AFME. El canal bancario pasaría así del 75% actual al 65% (20% en EE UU).