Hábitos sanos que beneficien a nuestro bolsillo
“Mens sana in corpore sano” y si además hay hábitos repercuten también en la salud de nuestro bolsillo, mejor que mejor. La tasa de ahorro de los hogares españoles se situaba según los últimos datos del Instituto Nacional de Estadística (INE) en elación al tercer trimestre de 2014 en el 4,4% de su renta disponible. Esto supone un descenso en la tasa de ahorro respecto al mismo trimestre del año anterior, ya que esta era del 6,2%. Esta tasa de ahorro es la más baja que se ha registrado desde 2008.
Con razón que la prioridad para este 2015 sea el ahorro. Al menos ese es el propósito inicial para muchas familias. De hecho según una encuesta de Showroomprive sobre los objetivos que la “digital woman” desea alcanzar en este 2015, para el 27,6% de las encuestadas el ahorro se encuentra en la primera posición de la lista de metas a alcanzar durante este año, por detrás de propósitos como encontrar trabajo, realizar un viaje, o comprarse una casa por ejemplo. Con estas premisas, parece importante llevar a cabo acciones que hagan del ahorro una realidad y si además forman parte de una actitud responsable para con nuestro cuerpo y planeta, mejor.
Entonces, ¿qué hábitos del día a día y saludables pueden suponer un ahorro?
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Cocina en casa, menús semanales y comida saludable. La alimentación es un aspecto vital y salud y ahorro aquí no están en absoluto reñidos. La planificación es la primera pieza de este puzzle del ahorro. Marcando unos menús semanales es fácil saber qué productos se necesitan y por lo tanto ir al supermercado y realizar la compra con una lista ya cerrada, lo que contribuye al ahorro. Además, si estos menús son planificados teniendo en cuenta los productos de temporada, el ahorro es mayor además de apostar por la salud en la alimentación –son más baratos-. Ya en la compra, apostar por métodos que supongan un ahorro como la compra de marcas blancas o bien comparando precios de distintos establecimientos. Por último, cocinar en casa de una vez, realizando cantidades grandes y congelándolas podremos ahorrar en luz y/o gas a la vez que evitaremos tener que comer fuera de casa. Sí al tupper.
- Stop tabaco y otros. A menudo los pequeños “vicios” como el tabaco o el alcohol están directamente enfrentados con el ahorro y mucho más con la salud. Si ponemos el caso que una persona fuma 6 cajetillas a la semana y que tiene un precio de 4,5 euros de media, el resultado es 1.404 euros al año. Es decir, 1.404 euros que si se dejase de fumar podrían ser ahorrados o bien gastados en otro hábito sin duda más saludable.
- Conducción inteligente. Puestos a tener que utilizar un vehículo para el transporte, también es posible elegir opciones que favorezcan el ahorro a la vez que lo hacen para el medio ambiente. Los coches híbridos o completamente eléctricos a la larga suponen un ahorro aunque a priori el precio de compra sea mayor-aunque existen ayudas para su compre como el Plan MOVELE del Gobierno-. Se contribuye a reducir las emisiones de CO2 y el ahorro en combustible es una realidad. Además cuentan con ventajas como una reducción de impuestos o en algunos casos la exención de pago en el estacionamiento regulado de algunas localidades.
- Apuesta por el “do it yourself”. Ponerse manos a la obra para las tareas que no precisen de un especialista en la materia por ejemplo. Pequeñas reformas en casa, arreglar según qué cosas, realizar regalos originales a mano… son algunas de las tareas que puede hacer uno mismo, comprando o reciclando materiales, lo que supone un ahorro en personal y además refuerza el autoestima al poder sentirse realizado y útil.
Elegir la opción sana y que contribuya al ahorro no solo es posible sino que también es recomendable. Ello nos permitirá dedicar nuestros recursos económicos a otros ámbitos que resulten más interesantes y/o necesarios.