Venezuela abre su régimen de divisas
Venezuela anunció ayer la modificación de su régimen cambiario, al introducir un mercado abierto de compraventa de divisas en el país, cuyo tipo de cambio vendrá dado por la oferta y la demanda. Caba así con 12 años de tipos intervenidos. No obstante, los tipos fijos (de 6,3 y 12 bolívares por dólar) se mantendrán para alimentos y medicinas (el más barato) y otros artículos de importación.
El vicepresidente para el Área Económica, Rodolfo Marco Torres, indicó en una rueda de prensa en el Banco Central de Venezuela (BCV) que este tercer sistema “abierto y libre” funcionará a través de entidades bancarias, casas de cambio y operadores de valores autorizados y se crearán 3.792 puntos de atención en el país.
“Es muy positivo porque va a permitir libremente a las personas que quieran acceder a las divisas, donde los demandantes y los oferentes se puedan cruzar entre sí”, afirmó Marco Torres, quien precisó que la compraventa de divisas podrá efectuarse en efectivo o a través de transferencias bancarias, en un acto en el que estuvo acompañado del presidente del BCV, Nelson Merentes. En este nuevo mecanismo, que entrará en vigor mañana, se podrán comprar hasta 300 dólares al día, límite que no existirá si lo que se desea es vender la moneda estadounidense.
El presidente de la Asociación Nacional de Operadores de Valores de Venezuela, Ricardo Montilla, afirmó hoy tras conocer las nuevas medidas que prevé la desaparición del mercado de divisas paralelo y una baja en el precio de la tasa actual. Actualmente en Venezuela el tipo de cambio en el mercado negro ronda los 300 bolívares por dólar. Expertos consultados por Reuters cifran en torno a los 120 o 140 bolívares el tipo de mercado que surja del nuevo sistema liberalizado.
La medida, pues, supondrá una devaluación del bolívar, que promediando los distintos tipos de cambio operativos cotizaría en torno a los 50 bolívares por dólar. “Vamos a incentivar la sustitución de importaciones y la asignación de divisas con esta modalidad será para aquellos sectores productivos comprometidos con el país”, dijo Marco Torres al respecto.
A esta realidad se suma la caída de los precios petroleros, producto del que Venezuela es el quinto exportador mundial. El descenso de precios ha supuesto una fuerte mengua en la principal fuente de ingresos en divisas de una economía altamente dependiente de las importaciones. El principal riesgo es que la devaluación agudice todavía más la inflación, ya en el 63%.
Las esperadas medidas -anunciadas por el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, el pasado 22 de enero, aunque no especificadas- fueron recibidas con escepticismo por opositores y economistas críticos con el Gobierno.
El dos veces candidato presidencial, Henrique Capriles, aseguró en un acto al que asistió como gobernador del céntrico estado Miranda que las medidas son “un juego de palabras” y que a los venezolanos “el gobierno le metió por el pecho otra devaluación”. “Ellos dicen que el dólar a 6,30 se mantendrá para la comida y medicinas, ¿cuál?, si no hay, usted va a una farmacia y ni Acetaminofeno para el dolor de cabeza se consigue. Pura mentira”, añadió.