¿Cuántos impuestos pagarás por tus depósitos en la renta de 2014?
Cada inversión que realizamos tiene como objetivo sacar la máxima rentabilidad, dado nuestro plazo de inversión y perfil de riesgo. Pero hay un factor en el que no siempre pesamos, y que puede mermar nuestros resultados finales. Y es la elección de los instrumentos de inversión adecuados dependiendo de su fiscalidad. Escoger uno u otro vehículo es tan importante como la selección de los mercados o activos en los que vamos a invertir.
Con la reforma fiscal en vigor desde enero, hay que ser conscientes de los cambios que han sufrido algunos de los instrumentos de ahorro e inversión y en qué afecta exactamente al ahorrador.
¿Cómo tributarás por tus depósitos bancarios?
Se trata de un producto tradicional comercializado por las entidades bancarias. En este caso, los beneficios tributan como rendimientos de capital y se suman al resto de rentas del ahorro. Cada vez que contratemos un nuevo depósito y éste venza y por lo tanto se paguen intereses en cuenta, habrá que pagar impuestos por él y el banco nos retendrá parte de los beneficios.
La fiscalidad anterior a la reforma era la siguiente:
- De 0 a 6.000 euros tributarán a 21%
- De 6.000 euros a 24.000 euros tributará al 25%
- Y más de 24.000 euros al 27%
Con la nueva reforma fiscal puesta en marcha en 2015 los tipos bajan, en este caso algo muy favorable para el ahorrador, que tendrá que pagar menos impuestos.
- De 0 a 6.000 euros, durante el 2015 tributará al 20% y en el 2016 al 19%
- De 6.000 euros a 24.000 euros, durante el 2015 tributará al 22% y en el 2016 al 21%.
- De 24.000 euros a 50.000 euros, durante el 2015 tributará al 22% y en el 2016 al 21%.
- Y más de 50.000 euros, durante el 2015 tributarán al 24% y en el 2016 al 23%.
La realidad es que el mercado de los depósitos está siguiendo una tendencia a la baja en lo que a rentabilidad se refiere. Sin embargo sigue siendo un producto que encaja dentro de las posibilidades de ahorro de los más conservadores que no están dispuestos a asumir riesgos, además están protegidos por el Fondo de Garantía de Depósitos de Entidades de Crédito (FGD) con un límite de 100.000 euros. Por eso, depósitos como el Depósito de Bienvenida de OpenBank con un 2% TAE de rentabilidad, el Depósito a tres meses de ING Direct con un 1,90% TAE o el Depósito 2,75 Mix de Banco Mediolanum con una rentabilidad del 2,75% TAE si se contrata otro producto gestionado por la entidad de un mismo importe o superior al del depósito, son algunas de las opciones por las que el ahorrador se puede decantar hoy día.
Igualmente, la recomendación es siempre la información plena o incluso el mejor asesoramiento en caso de resultar necesario. Es decir, es preciso conocer todos los pormenores del producto, en qué momento se liquidan los intereses, qué plazo tiene el producto, cuál es el importe máximo y mínimo, si se pueden realizar aportaciones o si contempla penalizaciones en caso de cancelar de forma anticipada el producto.
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