BBVA capta 1.500 millones en ‘cocos’ para reforzar su solvencia
Aunque las entidades financieras españolas han comenzado focalizar la mirada en la recuperación de la rentabilidad del negocio como principal reto a futuro, por el rabillo del ojo, presionados por los supervisores y la regulación, no dejan de vigilar su solvencia.
Aprovechando el apetito que el mercado parece haber vuelto a desarrollar por las emisiones de renta fija españolas, BBVA ha ofrecido este martes a los inversores una nueva emisión de bonos convertibles contingentes (conocidos en el argot financiero como cocos o bonos AT1 porque aportan capital principal adicional o Tier1) con la que ha logrado captar 1.500 millones de euros que le permiten reforzar su solvencia.
La emisión, acometida durante la mañana del martes fue acogida con una importante demanda, que superó los 4.500 millones de euros, según fuentes conocedoras de la operación.
Finalmente, la entidad que preside Francisco González acordó la colocación entre 330 inversores institucionales internacionales, cerca del 48% de ellos de Reino Unido, otro 12% de Francia, un 8% de Estados Unidos y Canadá, un 6,5% asiáticos y el resto de otros países, fundamentalmente europeos. Pese a que a primera hora se barajaba un cupón del 7%, la entidad terminó cerrando la emisión prometiendo un interés del 6,75%, frente al 9% y el 7,1% que pagó en las dos anteriores.
Para lograrlo, la entidad puso en marcha desde el pasado viernes un ambicioso road show, una suerte de gira comercial internacional, que ha llevado a los representantes del banco a reunirse bilateralmente con cientos de inversores en París, Londres, Ámsterdam y Fráncfort.
A falta de calcular el impacto definitivo, BBVA refuerza así su solvencia, situada a cierre de 2014 en el 12% en términos de capital principal y en el 10,4% según los criterios de aplicación total de la normativa Basilea III, que regirá desde 2019 pero que ya valoran los inversores.
El éxito en la emisión y el buen tono del día permitió a la entidad cerrar la sesión bursátil con un alza del 1,30% que situó el precio de la acción en los 8,10 euros. La estrategia del banco, después de todo, viene a dar respuesta a los requerimientos de inversores y reguladores.
Es más, como nuevo supervisor único, el Banco Central Europeo viene presionando al sector financiero para que vaya reforzando su solvencia. Los cocos se han convertido en un instrumento clave a la hora de enfocar esta necesidad puesto que se transforman en acciones si el capital cae de un determinado nivel.
BBVA fue pionero al introducir este tipo de emisiones en Europa con una primera emisión de 1.500 millones de dólares en cocos en abril de 2013. La entidad volvió a emitir de otra vez en febrero del año pasado, esta vez por 1.500 millones de euros y acude de nuevo a esta fórmula en el arranque de 2015, en línea con el movimiento del resto del sector.
Hace ahora una semana, era Banco Popular quien emitía cocos por 750 millones de euros, bajo un cupón del 8,25%, entre inversores institucionales internacionales. La entidad que preside Ángel Ron ya trató de realizar esta emisión el pasado julio, si bien la pospuso ante la tensión que vivía entonces el mercado tras la nacionalización del banco luso Espírito Santo. Banco Santander, de otra parte, abordaba hace unas semanas una macroampliación de capital de 7.500 millones en aras también de reforzar su solvencia.