¿Acabarán desapareciendo los depósitos bancarios?
A lo largo de estos duros años marcados por la ya más que conocida -y seguro que aborrecida- por todos crisis, la banca ha tenido que realizar muchos cambios. Uno de ellos ha sido el de bajar el interés de uno de sus productos más tradicionales, los depósitos. La rentabilidad que estos productos aportaban y la que hoy día aportan no tienen nada que ver. Atrás quedaron los depósitos a plazo fijo que otorgaban una rentabilidad del 4% y 3%, ahora la realidad está marcada por depósitos que no superan el 2% TAE o ni llegan a esa rentabilidad.
Incluso las entidades que apostaban por este tipo de productos a un año con una rentabilidad del 2% como Novo Banco, y que respondía a una estrategia comercial en la que la idea era seguir ofreciendo productos atractivos, han sucumbido a la bajada del interés y situa la rentabilidad al 1,60% TAE para su depósito a un año.
¿Y si los depósitos desaparecen?
La pregunta es, ¿hasta cuándo se dará esta tendencia? ¿Podrá suponer la caída progresiva de los tipos de interés la desaparición de los depósitos? A pesar de ser uno de los productos de ahorro más clásicos y con más tradición de la banca puede que si siguen experimentando bajadas en su rentabilidad, acaben por desaparecer del catálogo de las entidades como herramientas de ahorro. De hecho el Banco Central Europeo (BCE) ha decidido mantener los tipos de interés, que se situaban en su mínimo histórico, en un 0,05%. En ese caso y poniéndonos en esa tesitura de próximas bajadas, ¿qué opciones tiene el ahorrador?
La solución para mover los ahorros y obtener una mayor rentabilidad pasará por decantarse por otro tipo de productos que a priori no entrarían entre los preferidos por su carácter quizá más arriesgado, como por ejemplo la Bolsa o diferentes fondos de inversión. Productos que antes no eran atractivos para aquellos más conservadores, ahora pueden ser la opción para sacar rentabilidad a los ahorros.
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Fondos de inversión. Están ganando protagonismo. Se asume más riesgo pero hay que decir que hasta un máximo de 100.000 euros están garantizados por el Fondo General de Garantía de Inversiones (Fogain). Teniendo una cartera diversificada se consigue minimizar el riesgo y permite además invertir en diferentes activos y sectores. Además aportan ventajas fiscales porque no hay que tributar por ellos hasta que no se obtiene un beneficio, pudiendo pasar de un fondo a otro sin tener que dar cuentas al fisco, hecho que muchas personas desconocen.
- Bolsa. Otra opción es la inversión de nuestros ahorros en Bolsa. Ya sea en la española o en la extranjera, lo importante es plantear una buena estrategia de inversión teniendo en cuenta nuestra tolerancia al riesgo. Además es muy importante o recomendable estar bien asesorados y realizar un buen seguimiento de la inversión ya que el comportamiento de los mercados varía rápidamente.
- Planes de pensiones. Si pensamos en el futuro más a largo plazo, es posible destinar los ahorros a un plan de pensiones o un producto similar como puede ser un PIAS o un Plan de Ahorro 5 como los que está promoviendo el Gobierno. Permiten asegurar un capital y cierta rentabilidad para el momento de la retirada laboral, de modo que se pueda convertir en un complemento a la prestación por jubilación. De hecho, según Inverco (Asociación de Instituciones de Inversión Colectiva y Fondos de Pensiones), los planes de pensiones cerraron el año con altas rentabilidades, tanto que la rentabilidad media anual de todos los planes en diciembre era del 6,8%.
El Banco Mediolanum aguanta con depósitos por encima del 2%
Aún hay una entidad que ofrece depósitos con una rentabilidad por encima del 2%, concretamente uno con un 2,25% y otro con una rentabilidad del 2,75%. Eso sí, se trata de unos depósitos que requieren de la contratación de otro producto gestionado por la entidad con un importe igual o superior al aportado para el depósito.