Una señal de que renace el consumo
La irrupción y el éxito que está teniendo en España un nuevo modelo de establecimiento comercial –las cadenas de cafeterías-panaderías– ha despertado un creciente interés por parte de fondos de inversión y sociedades de capital riesgo. Nombres como Granier, Uvepan, Panaria, Pannus, Panishop o Cafe y Te, entre otros, están implantando en España un concepto de hostelería que une diseño cuidado, precios ajustados, trato esmerado hacia el cliente, ambiente agradable y una oferta variada de pan y café. Firmas de inversión como MCH Private Equity, HIG Capital, Corpfin Capital o N+1 han visto el alto potencial de este nicho de negocio y su fuerte capacidad de crecimiento y han decidido apostar por ello. Se trata de un sector muy fragmentado y que ofrece a los grandes operadores, capaces de crear cadenas con numerosos puntos de presencia, la posibilidad de liderar su consolidación en un futuro próximo. Los datos sobre el consumo de pan en los hogares españoles –que creció un 2,8% en 2013 mientras el gasto lo hizo en un 1,2%– constituyen un indicio de la evolución del gusto del consumidor, pero también de las posibilidades que ofrece este nuevo modelo de negocio hostelero.
La buena acogida de estas cadenas y el interés del capital riesgo en apostar por ellas constituye una muestra palpable de la recuperación del consumo en España y de las amplias posibilidades que ello ofrece no solo a las pequeñas y medianas empresas, sino a los inversores que decidan financiarlas. Tras el paréntesis de los últimos años, el volumen de inversión del capital riesgo en nuestro país ha vuelto a alcanzar los niveles anteriores a la crisis, según los datos de la Asociación Española de Entidades de Capital Riesgo (Ascri). Los segmentos que han liderado ese repunte en 2014 son, precisamente, los productos de consumo, así como la hostelería y el ocio, seguidos de medicina y salud y de productos y servicios industriales. Ese crecimiento revela una economía dinámica y que ofrece cada vez más y mejores oportunidades de inversión y desinversión.
Tras el severo ajuste que ha vivido en los últimos años el tejido empresarial español, y que ha supuesto la desaparición de miles de pequeños negocios, las empresas vuelven a necesitar capital para poder responder a la recuperación de la demanda y el consumo. Esas necesidades de financiación resultan especialmente acusadas en las pymes, más aun con un mercado de crédito muy sensible al riesgo, lo que constituye una barrera insalvable para muchos emprendedores. En ese escenario, la inyección de financiación que el capital riesgo está desarrollando en segmentos como el de las cafeterías constituye una evidencia más de recuperación económica.