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Ana Patricia Botín revoluciona la filosofía de negocio del banco

Santander: un modelo distinto de hacer banca en España

Frena la política de compras para rentabilizar “el escaso bien que es el capital”

La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botin, durante la presentacion de resultados de 2014, la primera tras ser nombrada presidenta de la entidad.(DVD 711)
La presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botin, durante la presentacion de resultados de 2014, la primera tras ser nombrada presidenta de la entidad.(DVD 711)LUIS SEVILLANO (EL PAÍS)

Era su gran momento, su primera presentación de resultados como presidenta del grupo Santander, cargo al que llegó hace algo más de cuatro meses tras el fallecimiento de su padre, Emilio Botín. Y lo hizo con soltura, la que le proporciona llevar en Santander desde 1988, como ella misma se encargó de recordar ayer, tras subrayar que conoce a la perfección el banco y a sus gestores. Pero a pesar de moverse como pez en el agua en el banco, lo cierto es que ayer se mostró algo tensa en algunos momentos.

Eso sí, su intervención fue todo un alegato de principios, de nuevos principios para el banco, que parece que le alejan del legado de Emilio Botín. Parece un cambio radical en las formas y en el concepto de hacer banca. Fueron tan radicales los cambios que planteó ayer que tuvo que explícita que la modificación era “de forma pero no de fondo”. Solo se cambia “la manera de hacer las cosas”, añadió. “No cambia lo que queremos hacer, pero la manera de hacer la cosas sí quiero que sea distinta. Me importa tanto qué hacer y el cómo hacerlo”.

Son “cambios sí, pero no”, sentenció la banquera.

No le gusta que le pregunten por política, y parece que menos por Podemos, grupo con el que fue tajante al decir que nunca se había reunido. Tampoco le gusta hablar (por lo menos en la rueda de prensa) del pasado más reciente, es decir, de los motivos que le llevó a disolver el consejo asesor internacional, donde se sentaba Rodrigo Rato, o las causas de la salida fulminante del exconsejero delegado, Javier Marín, que solo duro 18 meses en su cargo.

También olvidó o borró de su memoria el objetivo de beneficios remarcados en varios actos por su padre, Emilio Botín, e incluso recogidos en algún que otra previsión comentada a los analistas de ganar 3.000 millones en España en 2016. Parece que internamente se habla de cifras más bajas, de 2.200 millones en 2017. No quieren ser triunfalistas en un momento en el que la banca comienza a asomar su cabeza de la crisis, pero cualquier movimiento brusco de la economía o de los mercados puede volver a hacer esconder los tímidos avances de la banca.

No quiso detenerse en la evolución de la estrategia del banco en Cataluña, donde quiere mejorar su cuota ahora con una cuota de mercado de solo el 9%, para llegar al 12%, ofreciendo una rentabilidad del 1,76% en las cuentas corrientes.

Eso sí, ayer supimos que no es en la única comunidad autónoma donde quieren ganar cuota de mercado y donde aplican distintas estrategias para conseguirlo, como en el Norte (excluyendo Cantabria) o la Generalitat Valenciana.

También que la réplica de la estrategia seguida en Reino Unido va a ser la tendencia en todo el grupo, pero sobre todo en España. Incluso el banco está dispuesto a vincular más al cliente en España aplicando (eso parece) la cuenta un, dos, tres que lanzó Santander UK como producto estrella nada más llegar Ana Patricia Botín.

Otro cambio de la nueva política que imperará en el banco en los próximos tres años es el uso del capital, “ese bien escaso”, como lo calificó. Cree que hay que cuidar más el capital (en enero el banco realizó una ampliación por 7.500 millones), de ahí que las compras serán muy selectivas. “Seremos muy estrictos” con el uso del capital, dijo la banquera.

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