¿Está lo “low cost” de moda?
Ha dejado de ser sólo un fenómeno o una fiebre pasajera para convertirse en la forma de consumo preferida por muchos. Hacerse con bienes y servicios por un precio inferior es la base del “low cost”. Dicho en castellano, el bajo coste es una opción con la que poder ahorrar en la compra de bienes y servicios tanto del día a día como más específicos, se trata de una alternativa que puede ser la gran aliada de muchos hogares.
Y es que durante la crisis la capacidad de compra o poder adquisitivo de los consumidores ha descendido entre un 1,7% y un 2% cada año durante los últimos cuatro según el II Monitor Anual Adecco sobre Salarios. Por ello, buscar alternativas de compra que supongan un ahorro es necesario. Lo que está claro es que el efecto “low cost” está llegando a todos los sectores, ahora siempre hay una opción de bajo coste para casi cualquier cosa.
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Coches. El sector del automóvil está de enhorabuena, cada vez son más los que compran un coche. La venta de vehículos ha repuntado y ha cerrado 2014 con un crecimiento del 18,4% según los datos de Anfac (Asociación Española de Fabricantes de Automóviles y Camiones). Parte del éxito se lo debe entre a otros, a la venta de coches de la marca “low cost” de Renault, Dacia. Concretamente su modelo Dacia Sandero se coloca en la octava posición del Top 10 de los modelos más vendidos durante el 2014, con la venta de 20.936 vehículos. Un vehículo que tiene un precio que ronda los 8.500 euros gracias a prescindir de lujos en sus acabados.
- Telefonía móvil. Aquí son más en número las compañías de bajo coste que las que no lo son. Hasta las grandes compañías han lanzado segundas marcas de bajo coste, como por ejemplo Vodafone ha hecho con Lowi, Movistar con Tuenti u Orange con Amena.com. Aquí las OMV (Operadoras Móviles Virtuales) que son aquellas operadoras que utilizan la red de otras, son capaces de ofrecer tarifas a un precio más reducido gracias a reducir costes al no tener que desplegar una red, al hacer de Internet y los canales telemáticos su herramienta de gestión y al ofrecer tarifas simplificadas que buscan dar al cliente solo lo que necesitan.
- Ejercicio. El terreno del culto al cuerpo también ha sucumbido a los bajos precios. Ponerse en forma en un gimnasio ya no tiene por qué ser caro. Los gimnasios “low cost” se están expandiendo por todo el territorio y ahora es posible tener acceso total a los servicios de un gimnasio por cerca 20 euros al mes. Gimnasios como Altafit, Basic-Fit, DreamFit o FitUp entre otros son buenos ejemplos de este modelo de gimnasios a bajo coste.
- Moda. En el sector textil también hay hueco para los bajos precios. De hecho según un análisis de la consultora Kantar Worldpanel, este sector se está recuperando gracias en parte a establecimientos de venta de ropa a bajo precio ya que dice Kantar Worldpanel que este tipo de cadenas han atraído durante los últimos tres años a cerca de 4 millones de compradores. En España son ya más de 12 millones de personas las que han comprado alguna prenda en este tipo de establecimientos de moda “low cost”.
Conseguir ahorrar en cualquier producto o servicio gracias a la tendencia “low cost” ha dejado de tener una connotación negativa para ser una oportunidad de compra. Pero no hay que olvidar que no todo vale, es decir, en cuestiones en las que entra en juego la seguridad y la salud, como por ejemplo en los seguros, hay que valorar muy mucho si compensa carecer de coberturas que pueden ser importantes tan solo por obtener un buen precio.