Javier Monzón sigue en Indra como presidente de honor
Indra vivió ayer su mejor sesión en Bolsa desde aquellos días de 1999 en los que la SEPI colocó en el mercado el 59,5% que controlaba en el grupo tecnológico, obedeciendo a la política de privatizaciones abierta por el Gobierno de José María Aznar. El valor de la empresa se incrementó ayer en Bolsa un 19,15% cerrando a 9,1 euros por acción tras la entrada de Telefónica. La operadora ha adquirido el 3,1% del capital y mantiene opciones para ampliar dicha participación, entre febrero y junio, al 6%.
La compañía celebró ayer consejo de administración en el que nombró a Fernando Abril-Martorell nuevo presidente de la compañía en sustitución de Javier Monzón, en el cargo desde 1993, cuando se fundó el grupo tecnológico.
Un ejecutivo todoterreno para una multinacional al alza
El nuevo presidente de Indra trabajó durante diez años en JP Morgan antes de incorporarse, en 1997, como director financiero a Telefónica, en la que fue consejero delegado entre 2000 y 2003. Tras salir de la operadora ocupó el cargo de consejero delegado en Credit Suisse para España y Portugal. En abril de 2011 se incorporó a PRISA como director financiero; en el año 2012 fue designado consejero delegado, puesto que abandonó en otoño de 2014. El ejecutivo continúa en el consejo de administración del grupo de comunicación y en el comité editorial de El País. Además es consejero de Ence y Aena.Es hijo de Fernando Abril Martorell, vicepresidente del Gobierno de UCD, y Licenciado en Derecho y Ciencias Económicas y Empresariales por la Universidad Pontificia de Comillas.
“El Consejo de Administración ha valorado por unanimidad muy positivamente la gestión del Sr. Monzón y su contribución a los logros de Indra durante su presidencia, que ha ocupado desde su fundación”, informó la compañía a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV). Los consejeros aceptaron “la dimisión como Presidente y miembro del Consejo y Presidente de la Comisión de Estrategia de la Sociedad presentada por D. Javier Monzón de Cáceres a solicitud del Consejo de Administración tras la revocación de sus funciones ejecutivas”, informó el grupo en su comunicado al regulador del mercado en el que anunció el nombramiento de Abril-Martorell “como Presidente del Consejo de Administración y de la Comisión de Estrategia, con el carácter de Consejero Ejecutivo”. En el mismo hecho relevante Indra informó de la designación de Javier Monzón como presidente de Honor de Indra “en reconocimiento a su contribución a la Sociedad”.
El relevo en la presidencia de Indra vendría forzado, según fuentes próximas al grupo tecnológico, por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), máximo accionista de la empresa, con una participación del 20,14%. Las discrepancias entre algunos sectores del Gobierno y Monzón habrían sido el detonante. Finalmente, el desembarco de Telefónica en el capital de la firma habría acelerado el cambio en la dirección de Indra.
Tras la SEPIel segundo mayor accionista de Indra es Corporación Financiera Alba, con el 10%. Fondos estadounidenses controlan el 15% del capital. La entrada de Telefónica desmotivaría posibles operaciones de inversión en el grupo español, considerado como estratégico por el Gobierno, de fondos extranjeros. En noviembre un fondo británico, Hanson, otorgó poderes de negociación al despacho del expresidente de Alianza Popular, Antonio Hernández Mancha, para negociar con SEPI la adquisición de su participación en Indra.
El buen recibimiento del mercado a la entrada de Telefónica en el capital de Indra contrasta con el duro castigo al que la compañía se ha visto sometida en el mercado desde finales del pasado mes de octubre. Indra se desplomó en Bolsa un 8,9% el 31 de octubre tras presentar resultados trimestrales, y cayó otro 10,7%, el 4 de noviembre, después de ampliar información sobre sus cuentas de 2013 respondiendo a un requerimiento de la CNMV. El miércoles la compañía perdió un 1,27% cerrando a 7,6 euros por título.
Más de dos décadas al frente del grupo tecnológico
El nombre de Javier Monzón irá siempre ligado al de Indra, pues el ejecutivo sale de la presidencia del grupo tras más de dos décadas. Ha estado al frente desde su fundación, en 1993. Desde esa posición ha vivido su privatización en 1999 y la vuelta del sector público a su accionariado cuando la SEPI compró el 20% del grupo.Monzón, que inició su carrera profesional en Caja Madrid y trabajo en Telefónica en los ochenta, donde ocupó entre otros cargos el de director financiero y presidente de Telefónica Internacional, ha impulsado la internacionalización de la mayor compañía tecnológica española. Las ventas alcanzan los 3.000 millones, de los que el 57% provienen de fuera de España. Indra tiene clientes en más de 138 países. Monzón es consejero de ACS y Lagardère.
El grupo, con Abril Martorell como presidente, presentará sus resultados de 2014 a finales del próximo mes. La compañía, que emplea a 40.000 personas, facturó 2.086 millones de euros en los nueve primeros meses de 2013, un 2% menos.
El mercado parece haber valorado positivamente también la entrada de la teleco en Indra teniendo en cuenta consideraciones más empresariales, suponiendo que la multinacional presidida por César Alierta podría facilitar una alianza industrial en el área de tecnologías de la información. Aesto se uniría el interés manifestado por responsables de Defensa de impulsar la industria militar española, lo que podría interpretarse como un deseo por hacerse con el negocio de defensa de Indra.
Através de su división de defensa Indra ha suministrado sistemas basados en tecnología propia a Gobiernos de diferentes países, de entrenamiento, simuladores; ha instalado 5.700 kilómetros de fronteras vigiladas o ha diseñado vehículos de identificación de distintas amenazas.
