Cantidad o calidad, el dilema del turismo
El récord de turistas extranjeros que llegaron a España en 2014 abre el debate sobre el camino que debe seguir el sector en los próximos años.
El turismo español encara su futuro con una decisión por tomar: resolver qué tipo de turistas quiere atraer. Durante 2014, los destinos nacionales recibieron a cerca de 65 millones de extranjeros (un 7,1% más que en 2013), que dejaron unos ingresos de 49.000 millones de euros, según la asociación turística Exceltur. Un nuevo récord de visitantes que, unido a la recuperación del turismo doméstico, hace que muchas cadenas hoteleras sean partidarias de sacrificar el modelo de volúmenes y apostar por el turismo de calidad. Esto es lo que opina, entre otros, Hugo Rovira, director general de NH para España, Portugal y Andorra. “Este modelo es pan para hoy y hambre para mañana”, ya que cuando se acabe la inercia de la Primavera Árabe “jamás podremos competir en precio con ellos”.
No se trata de hablar de cifras récord, dice José Luis Zoreda, vicepresidente de Exceltur, sino de “concienciarse de que solo la calidad de la oferta y la captación de turistas que gasten más en el destino conducirá a un turismo más sostenible y competitivo porque vienen más, pero cada vez gastan menos”. El turismo, que representa en España en torno al 11% de PIB, ha demostrado ser el tren de la economía aún en los tiempos de crisis. Un privilegio que ahora toca seguir gestionando bien para retener a esos cinco millones de turistas prestados de los destinos árabes, sobre todo británicos, alemanes y franceses; pero no solo con el argumento del precio, señala Zoreda.
En los últimos años España ha modernizado en gran medida su oferta turística y, a juicio de Alberto Calcerrada, portavoz de Trivago en España, ha obtenido reconocimiento internacional por la gastronomía, la cultura o las actividades deportivas y de naturaleza. Sin embargo, todavía tiene retos importantes por resolver. Reposicionarse es uno de los más urgentes y para eso es imprescindible reconvertir los destinos maduros de sol y playa más deteriorados: los de Baleares, Cataluña, Levante, Andalucía y Canarias. Crear más experiencias y una oferta complementaria, porque el turista de hoy no se conforma con estar en el hotel; hacer más atractivos los destinos culturales y de interior, dinamizar sus entornos, pero también potenciar los productos y las funcionalidades online y para móvil, ya que las reservas a través de la red seguirán creciendo, pronostican en los portales eDreams y Lestbonus.
Innovación
Meliá es una de las cadenas que ha apostado por la mejora del producto, la innovación de la planta hotelera y la oferta en España, donde tiene 150 establecimientos, “para paliar la pérdida de la rentabilidad, sostenibilidad y competitividad frente a los competidores de África”, explica Gabriel Escarrer, consejero delegado de la cadena. La adaptación a la nueva realidad global y digital del turismo; la mejora de la calidad de la oferta, la diferenciación y la colaboración público-privada para la reconversión de los destinos maduros, como el proyecto Calvia Beach en Magaluf (Mallorca), así como la elaboración de un plan estratégico común sobre el “destino España” para los mercados emergentes son, para Escarrer, retos claves para reposicionarse.
En NH Hoteles también ha primado la oferta turística de calidad. Además de reformar gran parte de sus hoteles, entre ellos NH Calderón (Barcelona) y Aranzazu (San Sebastián), ha elevado la categoría de todos sus establecimientos. Y es que como dice su director general, Hugo Rovira, “si ofreces cacahuetes, lo que vienen son monos”.
Poner en valor los destinos de interior es otro reto urgente. Según relata Alberto Calcerrada, portavoz de Trivago, la empresa ha detectado que en las rutas por Europa diseñadas desde los potentes mercados norteamericano y australiano tan solo se recogen destinos como Barcelona, de vez en cuando Madrid o alguna ciudad andaluza, lo que indica el gran desconocimiento internacional de los destinos urbanos. Un desconocimiento que, en parte, también obedece a la descoordinación entre la iniciativa pública y privada.
Precisamente Barcelona es una de las ciudades españolas que recibe más turistas actualmente, lo que obedece, según Zoreda, a la labor conjunta del organismo público-privado encargado de vender el destino desde hace 20 años, inventando razones para visitar la ciudad, ya sea a través del año de Gaudí, atrayendo al turismo de compras de diseño, u otro tipo de iniciativas. Toledo es otra de las ciudades que ha despuntado en 2014 con la macro exposición de El Greco y en Madrid acaba de crearse un organismo público-privado para revitalizar su turismo.
En esta línea destaca el plan de compras que ha puesto en marcha el Gobierno español para este año, que pretende aumentar la rentabilidad del sector turístico y el comercio y captar turistas con mayor poder adquisitivo, principalmente procedentes de Rusia, Estados Unidos, China, Japón, México y Brasil, pero también de los países del golfo Pérsico.