El largo embargo español de Salem, el amigo de Mubarak
Quién le iba a decir a Hussein Salem a mediados de los años setenta, cuando firmó como intermediario la venta de camiones Pegaso construidos en España al Ejército egipcio, por 20.000 millones de pesetas de aquel entonces, que con cerca de 80 años las autoridades de este país iban a encarcelarle, primero, y bloquearle su fortuna, después.
El que fuera uno de los principales empresarios del gas y del sector inmobiliario egipcio del siglo XX, amigo del expresidente Mubarak, vive hoy en Madrid (tiene la nacionalidad española desde 2006), con las cuentas bloqueadas imputado por la Audiencia Nacional de presunto delito de blanqueo de capitales. “Vive con lo que le prestan sus amigos”, dicen fuentes cercanas a Salem con las que ha contactado este diario, “no tiene acceso a ninguna financiación y se le van acumulando deudas, porque ni siquiera puede pagar a Hacienda”, aseguran.
Hussein Salem abandonó Egipto al inicio del estallido en el país de la conocida como primavera árabe, en febrero de 2011, que supuso el derrocamiento del presidente Hosni Mubarak. A bordo de un avión privado en compañía de su extensa familia dejó El Cairo;desde la aeronave movió hilos. Le recomendaron venir a España, donde posee dos viviendas en La Moraleja (Madrid) y otras siete en Marbella; la caída de Mubarak arrastraría a su amigo Salem. Egipto acusaba a Hussein Salem junto a Mubarak de vender gas a Israel a un precio inferior al de mercado, y de regalar al presidente de Egipto y sus familiares mansiones en el complejo Sharm el-Sheikh, donde Salem ha construido hoteles de lujo, entre otros cargos.
Interpol emitió una orden para su arresto en mayo de ese año; la ficha de Hussein Salem todavía puede consultarse en la web del organismo. La policía española se presentó en su residencia en la exclusiva urbanización madrileña de La Moraleja en junio de 2011. Fue arrestado y encarcelado, junto a uno de sus hijos. “Las autoridades españolas se dejaron imbuir por ese supuesto espíritu democrático que traería la Primavera Árabe”, comentan fuentes cercanas al empresario egipcio.
En un auto comunicado el 17 de junio de 2011 por el juzgado central de instrucción número cinco de la Audiencia Nacional, el juez Pablo Ruz explica que, según la investigación, Hussein Salem recibió en cuentas abiertas en España 17 millones de euros “existiendo indicios suficientes que indican que tales fondos proceden de la ilícita actividad desarrollada por Hussein Salem en Egipto y por la que se sigue procedimiento penal por estafa en dicho país, que motiva la petición de extradición y detención internacional cursada contra el mismo (...)”.
El juez Ruz impuso una fianza a Salem de 12 millones. El juez Eloy Velasco de la Audiencia Nacional ordenó también el ingreso en prisión del empresario egipcio bajo fianza de 15 millones. Se le imponía así la mayor fianza para eludir cárcel fijada en España después del empresario Javier de la Rosa.
Aunque Hussein Salem no pueda vender sus propiedades en España ni vivir como lo hacía en los tiempos de amistad con Mubarak, aunque haya pisado Soto del Real, todo podía haber sido mucho peor para el empresario.
Las autoridades egipcias reclamaron la extradición de Salem, lo que hubiera ocurrido si el Tribunal Constitucional no hubiera decidido en diciembre de 2012 vetar el proceso, que contaba con el visto bueno de la Audiencia Nacional. En la actualidad Salem tiene que acudir un día al mes a comisaría mientras aguarda que se abra juicio o que el caso sea cerrado.
La representación legal de Salem en España, explican las fuentes consultadas, considera que ya no hay caso porque este ha sido absuelto de la principal causa por la que era acusado en Egipto, la muerte de manifestantes durante la revuelta que derrocó al expresidente egipcio Mubarak y por la venta de gas a Israel por debajo del precio de mercado. “Se ha demostrado incluso que los precios de venta eran superiores a los que marcaba el mercado”, aseguran.
Sin embargo, fuentes cercanas a la Fiscalía consideran que existiendo otras denuncias y juicios pendientes en Egipto contra el empresario, hay motivo para mantener el bloqueo al menos los 17 millones de euros localizados en cuentas en España, que pudieran tener origen delictivo relacionado con alguno de esos otros casos. Además el Estado egipcio mantiene la acusación particular en España contra Salem.
La inestabilidad política de Egipto no ayuda a agilizar el caso de Hussein Salem. Ni siquiera los jueces de la Audiencia Nacional han recibido la sentencia absolutoria que afecta a Salem dictada en el país. La Fiscalía también ha reclamado documentación a Egipto, sin lograrla. Este diario se ha puesto en contacto con la embajada del país en Madrid para ampliar esta información, pero no se ha recibido contestación.
Diversas fuentes consideran que Egipto mantendría causas abiertas contra Salem para poder emplear sus testimonios, o parte de su fortuna, en demandas que el país afronta ante la corte internacional de arbitraje, Ciadi.
Compañías como Unión Fenosa Gas, participada al 50% por la española Gas Natural Fenosa y la italiana Eni, o Ampal-American Israel Corporation reclaman a Egipto miles de millones de dólares por haber paralizado el suministro de gas contratado bajo el Gobierno de los Hermanos Musulmanes, que sucedieron a Mubarak y que a su vez fueron derrocados por el general Abdel Fatah al-Sisi, ahora en el poder. Hussein Salem fue hasta el año 2008 el primer accionista de Mediterranean Sea Gas, la compañía acusada de vender gas a Israel a precios inferiores a los de mercado. Las fuentes cercanas a Salem a las que ha accedido este diario sostienen que el suministro de gas a Israel formaba parte de los acuerdos de Camp David y que gracias a ello fue posible un periodo de paz.
Este diario se presentó ayer en una de las residencias en Madrid de Hussein Salem y fue atendido por dos familiares. “Hemos tenido la puerta bloqueada por paparazzis... El proceso está abierto y no debemos hacer comentarios... Dios dirá”.