¿Cómo está el mercado de la telefonía “low cost”?
El sector de las telecomunicaciones es un verdadero campo de batalla. A pesar de haber tres grandes compañías que se reparten gran parte del “pastel” – Movistar, Vodafone y Orange- , a lo largo de los años se ha ido viendo cómo se ha producido proliferación de pequeñas operadoras que pelean por hacerse hueco en el sector y poder alcanzar una cuota de mercado cada vez mayor.
Una política de precios bajos es lo que caracteriza a estas compañías que son capaces de ofrecer tarifas con un precio más reducido que el de las grandes compañías más tradicionales. A estas empresas se las conoce como OMV, es decir, Operador Móvil Virtual y su operativa consiste en alquilar la red de telefonía a aquellas compañías que la tienen desplegada por el país, de modo que puedan proporcionar cobertura en prácticamente todo el territorio. Fue a partir de 2006 cuando la Comisión del Mercado de las Telecomunicaciones de España (CMT) aprobaba una regulación que hiciera posible la aparición de más compañías móviles en el mercado. Esta regulación permite que aquellos operadores que no disponen de red, puedan ofrecer servicios a través de la red de otros.
Nuevo mercado
Se abría así un nuevo mercado que no ha hecho más que evolucionar desde entonces. Estas compañías son capaces de reducir costes en su operativa ya que utilizan el canal online para su gestión. Además son atractivas por no contemplar la permanencia en sus tarifas.
Las compañías low cost han sabido ver a la perfección los cambios en el comportamiento del consumidor. Antes ofrecer una tarifa con un pack de minutos para llamar era lo esencial para las grandes compañías, ahora lo que prima es ofertar un buen paquete de datos a un precio competitivo. Estar siempre conectado es lo que el usuario ahora busca y necesita, además de poder realizar llamadas sin que ello suponga un aumento considerable de la factura.
Por ello, algunas operadoras de bajo coste han optado por contar con un amplio abanico de tarifas que contemplen distintos paquetes de datos o incluso que el cliente tenga la opción de configurar su propia tarifa, como por ejemplo hacen compañías como Simyo o MásMóvil.
Según los últimos datos de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC) relativos al tercer trimestre de 2014 las operadoras de bajo coste aglutinan 8.212.708 líneas móviles, lo que supone un aumento de 312.890 líneas respecto al trimestre anterior. Movistar es la compañía que más líneas pierde trimestre tras trimestre en favor del resto como por ejemplo las OMV’s.
Grandes compañías y sus low cost
El año 2014 cerró con la creación de otra compañía de telefonía low cost que venía de la mano de la gigante Vodafone. Su nombre es Lowi y tiene como punto fuerte –además de seguir una política de bajos precios necesaria para convertirse en una compañía low cost- que ofrece la posibilidad de “guardar” para el mes siguiente aquellos megas de la tarifa que durante ese mes no se han utilizado.
Fue la última de las grandes compañías en lanzar su propia operadora low cost. La pionera en esta estrategia fue Movistar y lo hizo a través de Tuenti. La red social fue comprada por Telefónica en 2010 por un precio de 70 millones de euros y pasó a formar parte del negocio de la telefonía. Tuenti se convertía así en la primera operadora low cost que venía de la mano de una gran compañía como lo es Movistar. De este modo Movistar cubría más posibilidades y aprovechaba la oportunidad de hacerse con los clientes más jóvenes a través de sencillas tarifas.
Orange también tiene su compañía low cost. Rescatada del olvido, Amena volvía al panorama de la telefonía de la mano de Orange en 2012, pero esta vez encarnada como una compañía low cost y además 100% online.