El nuevo camino inmobiliario
Si no está enterrada del todo, cada vez hay más coincidencia en que la crisis inmobiliaria toca a su fin. Así lo expresan los expertos y lo corroboran cada día los nuevos datos que aporta la actividad en el sector. Las variables básicas como precios, ventas y nueva edificación completaron el pasado año un ejercicio mejor que el anterior y, lo más significativo de todo es que los analistas contemplan cómo la vivienda empieza a recuperar su tradicional carácter de valor refugio, especialmente frente la baja rentabilidad que ofrecen los depósitos o la elevada volatilidad que presenta la Bolsa. De esta manera, el mercado inmobiliario, y sobre todo el segmento residencial, prepara renovado del todo la salida de la peor crisis de su historia reciente. Esas positivas perspectivas, mucho mejores que hace año y medio, se apoyan en la clara tendencia hacia la estabilización de los precios –más en vivienda usada, en la que ya se registran las primeras alzas, mientras que la nueva tocará sus mínimos ya este año–. El trípode en que se debe sustentar esta recuperación es empleo, capacidad de compra y financiación. La mejora del mercado laboral, la demanda que hay embalsada y la reactivación del crédito hipotecario, con una recuperada y fuerte competencia entre las entidades, marcan un camino en el que se debe tener presente no repetir errores del pasado.