Viento de cola en el despegue de Aena
El desembarco de Aena en el mercado de valores se ha convertido en un largo viaje, iniciado políticamente por el anterior Gobierno, que tras alguna dificultosa escala va a completar el Ejecutivo de Mariano Rajoy. Todo indica que los aplazamientos producidos hasta ahora en la privatización de la operadora aeroportuaria no han sido a título de inventario, por lo que significan de asegurar la pulcritud de la operación. Pero es que además las circunstancias de los mercados han operado a favor del proceso. Y es que las comparativas sectoriales muestran hoy un panorama favorable a la empresa española, a la vez que las cuentas de Aena hablan bien de la fortaleza de su balance. En esta línea se manifiestan las revisiones al alza cercanas al 40% que, una vez conocida la reciente evolución de la compañía, han realizado los analistas. El mercado parece, pues, más propicio que nunca a Aena. Descontando la eventualidad de que surjan sorpresas tan inesperadas como nunca descartables, el calendario político-electoral, la aquiescencia del mercado y la favorable evolución de los sectores relacionados con la actividad de Aena –marcados por la bajada del precio del petróleo– marcan un escenario proclive a una privatización merecida tras siete años de turbulencias y que abre una bienvenida racha de nuevos actores en el mercado.