Caja Madrid: 14,8 millones de agujero por el salario de la cúpula
Detecta irregularidades en la extinción de contratos de altos directivos en los años 2009 y 2010 Coincide con la salida de Miguel Blesa y la llegada de Rodrigo Rato, "con un perjuicio económico de 9,1 millones"
Un nuevo frente judicial amenaza con abrirse para los antiguos gestores de Caja Madrid, que ya están imputados en el caso que investiga la Audiencia Nacional por la salida a Bolsa de Bankia en verano de 2011 y por la venta de preferentes. El Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria ha remitido a la Fiscalía un expediente en el que detalla las irregularidades que se habrían cometido en Caja Madrid entre los años 2007 y 2010 referentes a la retribución de su cúpula directiva y que el FROB cifra en 14,8 millones de euros. Este sería el quebranto por unas “percepciones excesivas” en una entidad que, tras su integración en Bankia, terminó siendo rescatada con una inyección de ayudas públicas por un total de 22.400 millones de euros.
“Como órgano encargado de la gestión de los procesos de reestructuración de las entidades de crédito, el FROB ha de velar por el resarcimiento del daño causado por operaciones no ajustadas a derecho”, explica la institución en una nota. En consecuencia, solicitó a Bankia en mayo de este año un análisis forensic sobre la política de retribuciones de la entidad, que encargó a PwC como entidad independiente. El resultado es un expediente remitido a la Fiscalía de operaciones en las que “se habría podido producir el cobro por parte de altos directivos de la entidad de percepciones excesivas y, en algunos casos, sin que exista constancia del cumplimiento de trámites como el paso por los órganos de gobierno”. Las irregularidades, concentradas entre 2007 y 2010, se centrarían en la etapa de la presidencia de Miguel Blesa, al que sucedió Rodrigo Rato en enero de 2010 y no alcanzan por tanto a BFA-Bankia, constituida en 2011.
El FROB denuncia que en 2008 se aplicó a los miembros de la alta dirección de Caja Madrid “una subida salarial significativamente mayor que la debida (superior en algunos casos al 26%), al tomar como referencia una masa salarial mayor que la realmente existente en ese momento”. Esto supondría una percepción indebida en la retribución fija de más de 2 millones de euros, que además sirvió de base para el cálculo de indemnizaciones posteriores.
En cuanto a la retribución variable, el FROB cifra un quebranto para la entidad de 1,8 millones, partiendo de los excesos citados en la retribución fija y por la “ausencia de documentación que soporte la fijación de objetivos y el grado de cumplimiento de los mismos en el período 2008-2010”. Esta irregularidad también contribuyó a elevar la factura de las indemnizaciones posteriores, que en el caso de Blesa ascendió a 2,7 millones de euros cuando abandonó la presidencia de Caja Madrid.
El FROB también ha detectado irregularidades en las aportaciones a planes de pensiones, consistentes en sustituir la parte que excedía del máximo deducible en el IRPF por una gratificación extraordinaria para los miembros de la alta dirección. En este caso el perjuicio patrimonial es de 1,84 millones, si bien el grueso del quebranto a la caja se concentra en la extinción de varios contratos de altos directivos y en el pago de indemnizaciones, “fundamentalmente en los años 2009 y 2010, con un posible perjuicio económico para Caja Madrid de 9,1 millones de euros”, según explica el FROB. Estas irregularidades coinciden en el tiempo con la salida de Blesa, al que siguió buena parte de su equipo directivo tras la llegada a la presidencia de Rato.