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Cierra sus oficinas ante la imposibilidad de venderlo

Unicaja deja bajo mínimos Banco Europeo de Finanzas para mantener su licencia

Fachada de una oficina de Unicaja en Madrid
Fachada de una oficina de Unicaja en MadridPablo Monge

La entidad que preside Braulio Medel ha decidido aprovechar el final del ejercicio, que también coincide con el proceso de integración y reordenación de Ceiss, para anunciar la jigarización casi total del que fuera uno de los proyectos financieros más ambiciosos de Andalucía, el Banco Europeo de Finanzas (BEF).

El BEF estaba participado por Unicaja, que controlaba el 40,72%, seguido de La Caixa, que sumaba el 39,52% (participación heredada de Banco Cívica, en la que estaba Cajasol), y BMN, con el 19,76% (también heredada de Caja Granada). Pero hace algo más de un mes, Unicaja decidió reducir su capital y adquirir estas participaciones en paralelo al intento de vender esta ficha bancaria con presencia en Madrid y Málaga. Pero ante la imposibilidad de encontrar un comprador Unicaja clausura casi toda la actividad de este banco, aunque ha optado por mantener el capital mínimo necesario los movimientos imprescindibles para no tener que liquidar la entidad, y conservar la ficha bancaria.

Sobre BEF llegó a girar todo un proyecto financiero andaluz amparado por las ya desaparecidas cajas de ahorros y por el Gobierno de esta comunidad autónoma, y que chocó inicialmente con las reticencias del Banco de España. La Junta de Andalucía siempre había soñado con la creación de una gran caja de ahorros regional o con la creación de un banco que incluyese todas las hasta hace menos de una década numerosas participaciones industriales que tenían en sus carteras las entidades de ahorro. Pero todo quedó en un proyecto, ya que los presidentes de las diferentes cajas andaluzas lograron ponerse de acuerdo, ni tampoco lograron que el proyecto del banco fructificase, a lo que se unió la crisis financiera.

El cierre de la oficina de Madrid supone la salida de ocho empleados, a los que se les ha ofrecido 20 días y propuesta de acuerdo personal de 45 días si renuncian a cualquier acción judicial, explican fuentes sindicales.

En Andalucía el cierre es menos traumático, ya que a sus 10 empleados se les ha trasladado a otra filial de Unicaja, Altería, la corporación de la entidad malagueña en la que se encuentran sus participadas. En ella también se ha incluido ahora la licencia de BEF, que conserva aún el capital mínimo para poder mantener la ficha bancaria, ya que el objetivo es seguir intentando su venta.

Fuentes de Unicaja, de hecho, aseguran que “hay interesados en ella”.

Se da la coincidencia que la jibarización de BEF coincide con la reactivación del proyecto andaluz de crear un banco público similar al ICO, cuyo objetivo sería avalar y financiar a las empresas de esta comunidad autónoma.

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