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El límite anual es variable según la edad

¿Cada cuánto ingreso dinero en el plan de pensiones?

El ahorrador puede elegir entre realizar aportaciones periódicas o una única al final del año. Cada opción tiene sus ventajas... e inconvenientes.

Thinkstock

Las aportaciones a los planes de pensiones pueden realizarse de forma periódica o de una sola vez, usualmente a final de año para obtener las máximas ventajas tributarias. El objetivo es idéntico, pero con las aportaciones periódicas el esfuerzo de ahorro es menor. Este tipo de aportación es el más apropiado para ahorrar de una forma más disciplinada y para evitar el esfuerzo de un desembolso importante de dinero en diciembre. Aportar mes a mes permite asegurarse el beneficio fiscal máximo sin necesidad de realizar grandes sacrificios.

Si opta por las aportaciones periódicas debe saber que la periodicidad de la aportación es totalmente libre, pudiendo ser mensual, trimestral, semestral… E igualmente es libre la cantidad aportada. Por supuesto, se puede interrumpir cuando lo desee o necesite.

Otra de las ventajas de las aportaciones periódicas está estrechamente relacionada con el riesgo. Los planes de pensiones pueden estar sujetos a la volatilidad de los mercados, a variaciones en los tipos de interés y a la fluctuación de las divisas. Si adopta la disciplina de aportar una cantidad periódica a su plan, estará disminuyendo el riesgo de inversión, ya que al hacerlo los ciclos bajistas podrán verse compensados con ciclos alcistas de la Bolsa. Y el mismo criterio se aplica al resto de los activos.

Si por el contrario la decisión es la de aportar únicamente a final de año, la suerte estará echada a una sola jugada. Si su plan invierte en Bolsa y ésta baja, ganará la partida, pues comprará más barato. Pero de ser al contrario habrá perdido la oportunidad de compensar el precio de sus nuevas participaciones.

Aportar una cantidad mensual no es sinónimo de renunciar a invertir una cantidad extra a final de año. Estas opciones son totalmente compatibles. De hecho, los expertos aconsejan que si se tiene la oportunidad de realizar un esfuerzo a final de año se realice, ya que podrá verse beneficiado de las muchas promociones que las entidades lanzan de cara a nuevas contrataciones, aportaciones extraordinarias o traspasos.

Hay que tener en cuenta que las bonificaciones por promociones tienen que ser declaradas a Hacienda, ya que la Ley del IRPF las considera como rendimientos de capital mobiliario en especie en caso de artículos y de capital mobiliario si se trata de abonos en efectivo.

En todo caso, es preciso recordar que existe un límite máximo de aportación anual. Hasta finales de este año los límites varían según la edad. Para mayores de 50 años, son 12.500 euros o el 50% de los rendimientos netos del trabajo, y para el resto la cantidad es de 10.000 euros o el 30% de los citados rendimientos de trabajo. Pero estas cifras cambiarán a partir de 2015, a consecuencia de la reforma fiscal. De este modo el máximo será de 8.000 sea cual sea la edad del partícipe.

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