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El presidente de Martinsa Fadesa negocia con la banca

Fernando Martín, refinancia o revienta

Fernando Martín, presidente de Martinsa Fadesa.
Fernando Martín, presidente de Martinsa Fadesa.Pablo Monge.

Cuando a Fernando Martín se le preguntaba a mediados de 2007 sobre el resultado de la compra de Fadesa (la adquisición de la inmobiliaria de Manuel Jove se valoró en 4.045 millones de euros, justo en la antesala de la explosión de la burbuja), el empresario aseguraba que este sería la creación de la mayor inmobiliaria española, por valor de activos, de mercado... Cuando unos meses después Martinsa Fadesa se declaró en concurso de acreedores, la mayor quiebra de una empresa española, 7.000 millones de euros de deuda, Martín sostenía que la decisión de pedir concurso había sido todo un acierto, que la empresa se adelantaba así a males mayores. Cuando logró acordar convenio con los acreedores y escapar de la situación concursal, en 2011, en un panorama inmobiliario desolador –lo que complicaba que la compañía cumpliera el calendario de los pagos previstos– el expresidente del Real Madrid se mostraba tan confiado en las posibilidades de Martinsa como lo están siempre los hinchas del club de fútbol presidido por Florentino Pérez de que ganarán el próximo partido. Y ahora, cuando Martinsa Fadesa ronda la liquidación, cuando muchos hablan de punto y final, el presidente de la compañía se siente seguro de que logrará convencer a los bancos de que lo mejor para todos es refinanciar.

Representantes de los mayores bancos acreedores de Martinsa Fadesa, Sareb, Popular, CaixaBank y Abanca, tienen previsto sentarse hoy con Fernando Martín para tratar la enésima refinanciación de la inmobiliaria. El 31 de diciembre, si las cosas no cambian, la compañía irá a liquidación, al no haber logrado cumplir con pagos previstos a los acreedores por segundo año consecutivo. El viernes estaba previsto que Martinsa enviara una nueva propuesta de acuerdo.

A lo largo de 2014 Martín ha presentado diversas propuestas a la banca acreedora, básicamente consistentes en quedarse con activos en la compañía por más de 1.000 millones de euros y entregar a la banca otros por menor valor. Hasta el momento los bancos han rechazado sus propósitos, advirtiendo sus portavoces de que estos son “fantasiosos” o de que “la liquidación está sobre la mesa”. El grupo se ha encargado de recordar a las entidades financieras que otros acreedores con 700 millones de euros de deuda, administraciones públicas, proveedores... también forman parte de la negociación. Pero tanto unos como otros son conscientes de que la única propuesta factible será aquella que resulte más rentable que una liquidación del grupo.

Hombre de la banca

De acuerdo a fuentes conocedoras de las negociaciones, las entidades acreedoras pretenden imponer a un gestor de su confianza en la compañía. “Sería colocar un supervisor en la empresa, que siga el día a día de la compañía, que tenga un cargo en Martinsa y que acuda a todos los consejos”, explican.

Aunque en el tercer trimestre del año Martinsa Fadesa ha presentado unos resultados mejores que los registrados en el mismo periodo del año anterior, la situación de la compañía sigue siendo crítica. Entre enero y septiembre Martinsa ingresó 95,2 millones, 24,5 millones más que en el mismo periodo del ejercicio anterior, y perdió 201,6 millones (322,8 millones de euros perdidos en los tres primeros trimestres de 2012).

En 2013 el grupo perdió 652 millones de euros, con un patrimonio negativo de 4.288 millones de euros. Al igual que otras muchas inmobiliarias, a pesar de presentar patrimonio neto negativo Martinsa evita la causa de disolución contemplada en la ley societaria gracias al Real Decreto ley 10/2008, que evita la contabilización de deterioro relacionado con inversiones inmobiliarias. Dicha normativa dejará de tener efecto el próximo 31 de diciembre si el Gobierno, que tendría de plazo para prorrogarla hasta marzo de 2015, no decide hacerlo.

La demanda contra Jove, en el Supremo

El Tribunal Supremo se pronunciará, previsiblemente en los primeros meses de 2015, sobre la demanda multimillonaria de Martinsa Fadesa contra Manuel Jove y Antonio de la Morena, expresidente y exconsejero delegado de Fadesa.

La compañía presidida por Fernando Martín sostiene que en la compra de la inmobiliaria gallega, efectuada entre 2007 y 2008 por valor de 4.045 millones, se causó un perjuicio de 1.576 millones de euros por la incorrecta valoración de los activos de Fadesa.

La demanda fue desestimada por el juzgado mercantil de La Coruña en febrero de 2012, y después por la Audiencia Provincial de La Coruña. Martinsa Fadesa presentó recurso de casación ante el Tribunal Supremo, pendiente de dictar sentencia.

En caso de perder la causa en el Supremo, Martinsa se arriesga a ser condenada al pago de costas, que fuentes jurídicas estiman en 60 millones.

De acuerdo a fuentes judiciales, previsiblemente la causa será debatida por el Pleno del Tribunal Supremo dada la cuantía de la demanda. Las mismas fuentes consideran que en la decisión del Supremo se abstendrá de participar el magistrado Sebastián Sastre Papiol, que fue nombrado magistrado del Supremo en noviembre de 2013.

Sastre Papiol fue responsable de la Asesoría Jurídica de La Caixa hasta su nombramiento en el Supremo y fue el encargado de representar a la entidad financiera en las negociaciones con Martinsa Fadesa las condiciones del convenio que sacó a la inmobiliaria del concurso.

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