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El selectivo ha cerrado con una subida del 1,8%, hasta los 10.081,9 puntos, tras haber caído un 2,5%

Los cazagangas toman el control y el Ibex 35 roza los 10.100 puntos pese a Rusia

Un trabajador de Wall Street, ayer. / REUTERS
Un trabajador de Wall Street, ayer. / REUTERS

La volatilidad se ha apoderado hoy del parqué. El selectivo español, que ha llegado a caer un 2,5%, ha estado toda la sesión como un yoyó. En la recta final,  y pese a que todos los problemas de fondo persisten, la apertura al alza de Wall Street ha permitido a los cazagangas que el Ibex haya avanzado un 1,8%, hasta los 10.081,9 puntos. El Ibex 35, además, recupera las ganancias en el ejercicio. Los expertos consultados no encuentran ninguna explicación  para el movimiento: es pura y dura especulación.

La brutal inestabilidad de los mercados rusos tiene en ascuas a los inversores, que observan cómo el rublo se ha llegado a depreciar más del 20% en apenas seis horas, con castigos también muy severos para la Bolsa y la deuda del país. El Banco Central ha subido los tipos de interés del 10,5% hasta el 17%, pero no ha convencido a unos mercados cada día más preocupados por la situación rusa. La buena noticia (las cursivas no son casuales) es que en la recta final de la jornada en el Viejo Continente es que el rublo cedía solo un 10% frente al dólar. La sangría en lo que va de año se sitúa en más del 50% y confirma que existe una fuga de capitales en el país.

El gran miedo ahora es que Rusia pueda declararse en suspensión de pagos (el interés de su deuda a 10 años supera el 16%). Los analistas de Link advierten que este miedo es infundado

El primer revulsivo de las Bolsas europeas, a media mañana, fue el índice de confianza económica ZEW, que ha subido en diciembre hasta los 34,9 puntos desde los 11,5. "El mercado esperaba un dato positivo, pero no mayor que 20. Es el nivel más elevado desde mayo de este año. Y por encima de la media de largo plazo de 24,4", señala José Luis Martínez Campuzano, economista jefe de Citi en España. Eso sí, la influencia de este dato fue muy efímera, y las órdenes de venta volvieron a imponer su ley.

Intentar adivinar cuándo remontará el precio del petróleo  equivale a intentar atrapar un cuchillo en el aire

La relativa estabilización del mercado después del mediodía ha permitido moderar las pérdidas, junto con una creciente tendencia alcista en Wall Street. Donde tampoco han cambiado las cosas es en el precio del petróleo, que marca caídas de dos dólares tanto en el Brent como en el West Texas, hasta los 59 y los 54 dólares por barril, respectivamente, ante el flojo dato industrial de China y la insistencia de los países de la OPEP en no recortar producción.

Dicen los veteranos de la Bolsa que intentar adivinar cuándo remonta un mercado en caída libre equivale a intentar atrapar un cuchillo en el aire, y pocas pruebas mejores que jornadas como la de hoy. La prioridad del mercado parece ser no echar a perder el trabajo de 11 meses con pérdidas de última hora. Quizá ello explique el gatillo fácil de los inversores, que a la primera de cambio venden.

Entre los frentes abiertos, mañana Grecia vota por primera vez en el Parlamento el nombramiento de presidente. No se espera que el Gobierno conservador de Samaras consiga la mayoría necesaria (que en primera vuelta es más exigente), pero los mercados sí observarán atentamente los apoyos recabados. Si para la votación del día 29 Samaras no ha conseguido 25 votos de diputados independientes, se convocarán elecciones, y el partido anti austeridad Syriza lidera las encuestas. Por otra parte, hoy el Banco de Inglaterra publica los resultados de sus test de estrés a la banca.

El bono español, mientras, se mantiene en mínimos históricos, con una rentabilidad inferior al 1,8% y la prima de riesgo en los 119,4 puntos básicos. El euro, mientras, repunta hasta los 1,246 dólares desde los mínimos por debajo de 1,23 dólares que llegó a marcar a comienzos de diciembre.

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