El centenario de Maserati, en su mejor momento
Tras un año de protagonismo en numerosos eventos de clásicos, su nueva gama les permite ver el futuro con mucho optimismo
Durante el año que ahora termina se han celebrado numerosos eventos para conmemorar los 100 años de Maserati, que además atraviesa un gran momento en cuanto a ventas.
A pesar de ser menos conocida que Ferrari, Maserati es mucho más antigua. Fue fundada en 1914 por los hermanos Maserati, con Alfieri Maserati (1887-1932) a la cabeza. Durante muchos años se dedicaron únicamente a los coches de competición y no fue hasta 1947 cuando lanzaron su primer modelo de calle, el A6 1.500.
Los Maserati han sido los grandes protagonistas en todos los eventos de clásicos del máximo nivel que se han celebrado en 2014. En mayo, en el concurso de elegancia de Villa d’Este, hubo una categoría reservada a la marca y el ganador fue un modelo único: el V4 Sport Spider Zagato de 1929, con su motor de 16 cilindros, fruto de unir dos mecánicas de ocho cilindros.
Su historia ha sido algo convulsa por los cambios de propietarios que ha sufrido. Ahora es de FCA (Fiat-Chrysler)
En junio se inauguró en el Museo Enzo Ferrari de Módena, una exposición con algunos de los modelos más importantes de su historia. Allí estaban coches como el 250F de Fórmula o el prototipo Boomerang de 1972.
En verano, la pasión por Maserati se vivió en el festival de Goodwood, en Inglaterra, en junio, y luego cruzó el Atlántico, hacia el concurso de elegancia de Pebble Beach (Monterrey, (California).
Otro gran acto del centenario fue una concentración de 200 coches a finales de septiembre. Los deportivos salieron de Módena para pasar por Cremona y finalizar en Turín, en la recientemente remodelada factoría Giovanni Agnelli de Grugliasco donde se fabrican los Ghibli y Quattroporte.
El último acto conmemorativo del año se ha realizado donde nacieron los primeros Maserati, en la ciudad de Bolonia (luego Adolfo Orsi se llevó la empresa a Módena). Hoy pocos recuerdan que en el Gran Premio de Argentina de F1, de 1957, compitieron siete monoplazas Ferrari y siete Maserati, de modo que todos los coches en pista habían sido fabricados en la misma ciudad. También fabricaron brillantes coches sport, como los 300S y los Tipo 60 Birdcage.
Entre los coches de calle de los cincuenta destaca el maravilloso A6GCS/53, con carrocería Pininfarina, o el 3500 GT, con carrocería Vignale. Su mecánica de seis cilindros en línea y 3.485 cc rendía 230 CV y alcanzaba 230 km/h. La cotización de estos modelos, especialmente del Spyder, lanzado en 1960, está subiendo mucho últimamente, y rondan los 500.000 euros.
La historia de Maserati en los últimos 50 años ha sido algo convulsa, debido sobre todo a los cambios de propietario que ha sufrido. En 1968, los Orsi la vendieron a Citroën, y la unión de ambas marcas dio como resultado automóviles extraños pero fascinantes. Ahí están el Khasmin de 1973, o el propio cupé Citroën SM, con motor Maserati y suspensión neumática.
En 1975, Citroën pasaba por serias dificultades económicas (fue comprada por Peugeot en 1976) y los franceses vendieron Maserati a Alejandro de Tomaso.
El último cambio de propietario se produjo en 1993 con la compra por parte de Fiat, el paso necesario para su consolidación y expansión actual.
Adaptación de un motor náutico
El primer Quattroporte, el que sentó las bases de los que vendrían después, llegó en 1963. Ermanno Cozza es responsable del archivo histórico de la marca, quien comenzó a trabajar en ella en 1951: “La idea de hacer este coche fue del commendatore Orsi (entonces dueño de la marca), en 1960 o 1961. Recuerdo una tarde, cuando estábamos probando un motor para una lancha de carreras. Se abrió la puerta y era Orsi. Le dijimos que era el motor náutico, de cinco litros y 500 CV. Este motor adaptado sería muy bueno para una gran berlina americana, y entonces se le ocurrió hacer su gran berlina con un gran motor para competir con Mercedes o Jaguar. Fue la más rápida del mundo, alcanzaba 230 km/h y todos los grandes industriales italianos de la época lo compraron. También Peter Ustinov, Alberto Sordi, Sofia Loren...”.
Otro ejemplo impresionante de aquella época es el 5000 GT de 1959. Lo compraron los clientes más ricos de mundo, como el sah de Persia, el Agha Khan o Innocenti. Se fabricaron solo 34, todos con el motor V8 creado para el 450S de competición. Y en España hubo uno. Llevaron carrocerías Touring, Bertone, Allemano, Michelotti o Ghia.
Ermanno Cozza recuerda la llegada de De Tomaso a la ciudad de Módena en 1956 o 1957, cuando fundó su propia marca. Con su escudo fabricó deportivos como el Vallelunga (1963), Mangusta (1967) y Pantera (1971). De Tomaso recibió Maserati de manos de Citroën en agosto de 1975, y más tarde salió el Quattroporte de tercera generación, y después, el Biturbo.
Según Cozza, “él no era un buen mánager industrial, pero tenía muy buenas ideas”. Lo cierto es que el Biturbo y sus evoluciones se vendieron bien durante los años ochenta, pero también acabó por perjudicar a la marca por su baja calidad de fabricación y, por consiguiente, por su baja fiabilidad.
Por lo tanto en Maserati no les gusta mucho hablar de aquel periodo y prefieren centrarse en la recuperación que trajo la propiedad de Fiat. El primer modelo de esta etapa fue el 3200, lanzado en 2001 y con diseño de Giugiaro.
Después llegaron varias evoluciones de este modelo, si bien fue algo más tarde cuando llegaron los tres grandes empujones: el lanzamiento del Quattroporte de quinta generación en 2004, la llegada del Gran Turismo en 2007 y los recientes Quattroporte y Ghibli. El próximo SUV será la clave para llegar a unas cifras de ventas increíbles hace apenas cuatro años. Para ello la marca lleva ya mucho tiempo ampliando su red mundial.
Resultados recientes
Con las 13 unidades matriculadas en noviembre, las ventas en España durante los 11 primeros meses del año suman 154 unidades, lo que supone un incremento del 381%. Italia se consolida como primer mercado europeo para Maserati con 1.190 unidades en el acumulado de 2014. La tendencia positiva se repite en Benelux, Francia, Alemania, Reino Unido y Suiza. En total se han alcanzado las 5.000 unidades matriculadas.
Protagonista de un gran éxito
El Quattroporte se presentó en 2013 y es un modelo completamente nuevo, con magníficos motores V6 y V8 biturbo y tracción trasera o total. Y pocos meses después llegó el nuevo Ghibli, que mide 4,97 metros de largo y aprovecha muchas de las tecnologías estrenadas en el Quattroporte. Se trata de una berlina deportiva con un estilo único y mucho carácter, destinada a competir con las versiones más potentes del Mercedes CLS, el Jaguar XJ, el Audi A7 o el BMW Serie 5.
El Ghibli emplea una versión acortada de la plataforma estrenada por el Quattroporte. Esto implica la utilización de materiales ligeros como el aluminio o el magnesio, para lograr un peso lo más bajo posible. Su interior enamora, y en cuanto a la mecánica, usa el nuevo 3.0 V6 biturbo con 330 o 410 CV, combinado con una excelente caja de cambios automática ZF de ocho marchas.
Son tracción trasera, pero el más potente puede llevar tracción total, una cualidad esta última muy importante para clientes que residen en zonas frías como el norte de Europa o EE UU. Y además, es el primer Maserati con motor diésel, un 3.0 V6 turbo de 275 CV pensado para Europa. Hasta que llegue el nuevo SUV Levante a finales de 2015, el Ghibli será el gran protagonista en la progresión que está viviendo la compañía.