El Ibex fracasa en su intento de rebote y pierde los 10.400
Algo más calmado, pero lejos de estar tranquilo se encuentra el mercado tras la turbulenta jornada de ayer. Después de la sesión del martes, que dejó la mayor caída de la Bolsa griega desde 1987 y el tercer peor día del año para el Ibex, hoy los inversores han optado por mantener una actitud cauta. Las Bolsas europeas han comenzado el día con un intento de rebote, pero la inestabilidad política que acompañará al país heleno en las próximas semanas es una losa demasiado pesada para los mercados, a los que las dudas sobre el crecimiento chino y la permanente caída del petróleo tampoco dejan mucho margen para el optimismo.
Lo han intentado las Bolsas, pero las órdenes de venta se han impuesto pronto. El Ibex llegó a avanzar un 1% al comienzo de la sesión, pero después ha ido perdiendo fuerza hasta cerrar con una caída del 0,62% que lo deja en los 10.396,9 puntos. El día ha sido menos volátil que la jornada anterior, pero los inversores siguen arrastrando los mismos miedos. El Ase, el principal indicador bursátil de Grecia, se deja hoy un 1%. En el resto de parqués europeos solo el Dax alemán ha evitado los números rojos.
Hoy se afianza una anomalía en la deuda soberana de Grecia. Se ha invertido la curva de tipos, es decir, el país paga más por los bonos con un vencimiento corto que por los que vencen a largo plazo, un buen indicador del nivel de nerviosismo de los inversores. Aunque en condiciones normales no tiene lógica, el interés del bono griego a tres años es del 9,4% mientras que la rentabilidad de la deuda a tres décadas se sitúa en el 8,4%. Además, el Tesoro heleno tenía hoy cita con los mercados. Mal día para celebrar una subasta de letras que se ha saldado con un ligero aumento en el interés ofrecido. En concreto, ha vendido 1.300 millones de euros en letras a tres meses al 1,8%, una décima más que en la anterior subasta, y 1.600 millones de euros en letras a seis meses por las que ha pagado un 2,15%, frente al 2% de la anterior emisión.
La deuda pública española sigue resistiendo bien el varapalo del aumento de la tensión sobre Grecia, cuyo bono a diez años sube al 8,6%. Así, el interés de la deuda española con vencimiento a una década sube, pero solo ligeramente, hasta el 1,86%. Sí nota más la inestabilidad la prima de riesgo, sobre todo porque los inversores se refugian en los valores refugio y esto lleva al bund al 0,68%. El riesgo país repunta hasta los 118 puntos básicos.
El adelanto de la votación parlamentaria para elegir presidente griego ha devuelto al primer plano el temor a la inestabilidad en Grecia. La coalición del Gobierno no tiene suficientes apoyos para lograr que su candidato sea elegido por la Cámara y, en caso de que no lo consiga, la Constitución helena obliga a convocar elecciones. Y es el escenario de fragmentación que dibujan los sondeos para esos comicios lo que inquieta sobre manera al mercado. Desde Citi explican que las encuestas indican que Syriza, partidario del impago de la deuda, es el partido más votado y que “cuatro de los cinco últimos sondeos indican que la intención de voto de este partido supera a la de las dos formaciones de Gobierno, por lo que será muy difícil alcanzar una coalición con mayoría absoluta que no incluya a Syriza”.
En mitad de este contexto tan poco alentador, hoy se han conocido unos datos de inflación y de precios industriales más bajos de lo esperado en China, el otro gran foco de incertidumbre en el mercado. Son datos malos pero, paradójicamente, han sido bien recibidos porque darían argumentos al banco central del gigante asiático para acordar nuevos estímulos monetarios, lo que supone un respiro.
Donde no hay tregua es en el descenso imparable del precio del petróleo. El barril de crudo Brent desciende hoy hasta los 63,9 dólares, un nuevo mínimo desde julio de 2009, mientras que el barril de petróleo West Texas, el de referencia en Estados Unidos, se acerca a perder la barrera de los 60 dólares (cotiza en 61, también nuevos mínimos), provocados por el anuncio de la OPEP de una rebaja en sus previsiones de demanda para 2015.
Las Bolsas europeas abandonaron definitivamente el intento de rebote con la apertura bajista de Wall Street. La Bolsa estadounidense continúa en rojo y pone cuesta arriba a los mercados de renta variable del Viejo Continente. El Nasdaq tecnológico desciende tres décimas porcentuales; el S&P, un 0,5% y el Dow Jones de industriales, un 0,6%.
Segunda TLTRO del BCE
La tormenta perfecta que ha agitado estos días a los inversores ha dejado en un segundo plano el evento que hasta ahora centrada en buena parte su atención: la disposición del Banco Central Europeo (BCE) a adoptar nuevas medidas expansivas. De momento, mañana se celebra la segunda barra de liquidez barata para la banca condicionada a la concesión de crédito (TLTRO, por sus siglas en inglés). Será una referencia importante para los inversores. Los expertos de Barclays creen que la banca europea pedirá en torno a 180.000 millones de euros, mejor que en septiembre cuando apenas se llegó a los 83.000. Aun así, desde la firma británica señalan que “incluso aunque el importe de las TLTRO superen los 180.000 millones, creemos que esta operación, junto a las otras medidas ya anunciadas por el BCE, no serán suficiente para expandir el balance en un trillón de euros”, la intención del organismo, por lo que este debería acordar nuevos estímulos en 2015.
Al final, la política expansiva de los bancos centrales se presenta como una tabla en medio del naufragio para los inversores. La liquidez que se prevé que inyecte el BCE en el mercado es una de las razones por las que los expertos del departamento de análisis de Bankinter afirman que los mercados se estabilizarán tras las últimas caídas. “No nos encontramos en un cambio de escenario, sino en unas jornadas de corrección y mayor volatilidad, perfectamente comprensibles tras la velocidad del rally de las bolsas desde mediados de octubre”, señalan. El euro se mantiene hoy en el entorno de los 1,242 dólares.