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Bodegas Faustino y CaixaBank salen de la sociedad de Koplowitz

FCC blinda a Béjar como consejero delegado

Juan Béjar, consejero delegado de FCC, y Esther Alcocer Koplowitz, presidenta de la compañía.
Juan Béjar, consejero delegado de FCC, y Esther Alcocer Koplowitz, presidenta de la compañía.

Juan Béjar, actual consejero delegado de FCC, podía solicitar la salida del grupo en caso de un cambio de control del mismo, pero ahora se compromete a quedarse al menos un año más.

Béjar ha acordado renunciar al derecho de "instar unilateralmente la extinción de su contrato [...] hasta transcurrido el plazo de un año, desde la fecha de comienzo de cotización de las nuevas acciones derivadas de la ampliación de capital de FCC". Esto es, si no hay ningún contratiempo, a partir del 22 de diciembre de 2015. 

La indemnización a la que tendría derecho en ese supuesto sería de dos anualidades (fijo más variable anual promedio  más variable trienal promedio más variable trienal devengado y no satisfecho).

Juan Béjar contaba con una cláusula que le permitía salir del grupo en caso de que este cambiara de control. Y está previsto que una vez concluida la ampliación de capital de 1.000 millones de euros en curso, Esther Koplowitz se sitúe como segunda accionista, por detrás del inversor mexicano Carlos Slim. 

Salida de CaixaBank y Bodegas Faustino

Además, B-1998, la sociedad a través de la que Esther Koplowitz controla su participación en FCC, ha acordado la salida de su capital de los actuales minoritarios, las sociedades Larranza XXI (sociedad del grupo Bodegas Faustino) y CaixaBank. La desinversión está prevista para enero de 2015 y se llevará a cabo mediante la adquisición por B-1998 de sus propias participaciones. Bodegas Faustino y CaixaBank recibirán a cambio acciones de FCC.

En uno de los folletos enviados a la CNMV con motivo de la macroampliación (FCC elevará un 105% su número de acciones en circulación para captar 1.000 millones de euros destinados esencialmente a amortizar deuda), ya se preveía la salida de los dos accionistas minoritarios de B-1998. 

FCC explica en ese folleto que  Bodegas Faustino recibiría, "entre otros", 2,7 millones de acciones del grupo constructor y de servicios como pago y CaixaBank, 2,53 millones. A los precios actuales en Bolsa de FCC los pagos equivaldrían a unos 30 y 28 millones de euros, respectivamente. 

Hasta ahora, B-1998 estaba participada en un 89% por Koplowitz y en un 10% por CaixaBank y Bodegas Faustino, y controla el 50,01% de FCC, según Efe. 

Ampliación

Con 41 derechos se pueden comprar 43 de las nuevas acciones. O, lo que es lo mismo, por cada 1,048 acciones actuales se puede adquirir un título de la ampliación a un precio cada una de ellas de 7,5 euros. 

FCC, que pasará a tener como primer accionista a Carlos Slim con un 25,6% frente al 24,4% con el que se quedará Esther Koplowitz tras la ampliación, ha iniciado una presentación (road show) para conseguir inversores de prácticamente todo el planeta.

La operación, en todo caso, está asegurada. Los bancos coordinadores –Santander, J P Morgan, Morgan Stanley–, junto con los colocadores, CaixaBank, Société Générale y Fidentiis (colocador) garantizan que la parte de la ampliación que no suscribirá Carlos Slim llegará a buen puerto. La primera vuelta (en la que la entrada se realiza a través de derechos de suscripción) concluye el 13 de diciembre. Si no se cubre el 100% de la ampliación, tendría lugar la segunda vuelta (los accionistas con derechos y que hayan solicitado más acciones) y si aun así quedan acciones por venderse se iría a una asignación discrecional.

En la segunda y tercera vueltas no habría que abonar el derecho de suscripción preferente, se pagaría tan solo el precio de emisión de las acciones nuevas: 7,5 euros. El calendario incluye que las acciones nuevas (133,3 millones) comiencen a cotizar el 22 de diciembre y se unan a las actualmente en circulación (127,3 millones).

Uno de los caramelos que plantean a los potenciales inversores está en el futuro dividendo, que puede volver a pagar en el plazo de entre dos o tres años, según los analistas de Beka Finance. Así, el grupo explica que que ahora sus condiciones para volver a retribuir a sus socios se han relajado y que son tres. Primera, que la ratio de deuda neta frente al beneficio bruto de explotación (ebitda) baje de cuatro veces. Segunda, que se amorticen 1.500 millones del crédito sindicado. Y tercera, que el ebitda con recurso supere los 750 millones de euros.

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