Iberpapel redobla esfuerzos para sortear la crisis
Los cambios normativos en el sector de energía renovable han afectado particularmente a las papeleras, que se apalancaron intensamente en esta línea de negocio, dados sus márgenes sobre Ebitda muy superiores a los de la actividad tradicional, lo que ha obligado a Iberpapel, una de las empresas de referencia de la industria, a redoblar esfuerzos para superar esta situación. Los resultados del tercer trimestre evidencian una cierta mejora respecto a los meses precedentes, pero el acumulado a septiembre aún refleja una caída en la comparativa interanual del 7,69% (150,78 millones de euros) en el importe de la cifra de negocios y del 34,97% en el beneficio neto (6,15 millones de euros). Pese a todo, la compañía ostenta ciertas fortalezas, entre las que Axesor destaca una diversificación geográfica significativa (el 59% de la recaudación por la venta de papel se obtiene del extranjero); un elevado grado de integración vertical que permite obtener importantes ventajas competitivas en términos de costes, productividad y flexibilidad; una sólida capacidad de generación de caja y una situación financiera saneada, con un nivel de capitalización excelente. En consecuencia, Axesor otorga a Iberpapel un rating no solicitado de A (elevada capacidad para hacer frente a sus obligaciones de crédito), con tendencia estable.
Los orígenes de Iberpapel se remontan a la antigua Papelera Guipuzcoana Zúñiga, fundada en 1935, mientras que hoy centra sus actividades en Europa, Sudamérica y Norte de África. La sociedad tiene básicamente tres líneas de negocio: la venta de papel, de madera y de energía eléctrica, aunque la dependencia de la venta de papel es muy alta (supuso un 84,4% de las ventas acumuladas entre enero y septiembre), lo que provoca, a juicio del equipo de análisis de rating de Axesor, una elevada sensibilidad de los resultados a la volatilidad de los precios de la celulosa, a lo que se añade el hecho de que el crecimiento del negocio energético se haya visto estancado como consecuencia de los últimos cambios regulatorios. La compañía cuenta con 25.170 hectáreas de terreno forestal distribuidas entre España, Argentina y Uruguay, pero, hasta la fecha, los ingresos generados por el negocio maderero son marginales (0,7% del total).
Y lo cierto es que la industria del papel está sufriendo. Según datos de la organización patronal Aspapel, el consumo aparente de papel, cartón y celulosa es hoy en Europa más de un 10% inferior a los niveles que se registraban en 2005 y la producción ha tenido que adaptarse a esta tendencia, lo que incide en el estancamiento que está padeciendo el sector. Así, desde Axesor se reconoce que la rentabilidad de la compañía se ha visto deteriorada por la caída en los precios de papel, lo que está empeorando considerablemente los márgenes, sin previsiones de que pueda haber un cambio inmediato de tendencia. La propia compañía ha admitido al publicar los últimos resultados trimestrales que el mercado “no ha acompañado”, aunque espera que los esfuerzos realizados comiencen “a dar sus frutos”.
Desde un punto de vista de estructura del negocio, el alto nivel de integración vertical otorga a la empresa, a juicio de Axesor, una gran independencia en pasta de celulosa y un adecuado nivel de autosuficiencia energética. Tanto es así, que en las líneas de papel y electricidad no existe dependencia de suministradores externos.
En cuanto al perfil financiero, Axesor resalta como uno de los puntos fuertes de la compañía vasca, su elevada capacidad de solvencia. Prácticamente el 80% de la estructura financiera corresponde a recursos propios, a lo que ha contribuido la progresiva reducción de la deuda que ha llegado a alcanzar una posición neta excedentaria, fortaleciendo de este modo la calidad crediticia del grupo. Por otra parte, las actividades de explotación han proporcionado a la compañía de forma recurrente una sólida capacidad de generación de caja; algo que se ha mantenido este año, incluso a pesar de la reducción de beneficios. Como botón de muestra, baste el dato de que solo en el primer semestre Iberpapel generó un efectivo de 10,3 millones de euros. Axesor califica de excelente el grado de liquidez, lo que, sumado a las líneas de crédito comprometidas, sitúa a la empresa papelera en una cómoda situación de solvencia.
En conclusión, los expertos de la agencia de calificación crediticia consideran que el grupo mantendrá unos niveles de generación de caja suficientes para atender las obligaciones de pago, así como eventuales necesidades de inversión, sin que se prevean tensiones de liquidez.