Crecimiento y expectativas.
Conocido el detalle de los datos de PIB del 3º trimestre en Alemania la situación es bastante mejor que lo que se desprende del cómputo general de actividad que apenas crecía en tasa trimestral un 0,1% desde el –0,1% del 2º trimestre. Decimos esto, porque el moderado dato de producción se debe en su mayoría a una liquidación de los inventarios que detrajeron del dato final 5 décimas.
Se trata de un ajuste muy fuerte y que perfectamente podría corresponder a una decisión empresarial fruto de la incertidumbre geopolítica por la crisis de Ucrania. Actualmente, y aunque parece que la crisis de este país sigue estando ahí, lo cierto es que buena parte del factor de incertidumbre se ha reducido y es muy probable que en los próximos trimestres asistamos a un restablecimiento de los inventarios con lo que podría haber un fuerte impulso sobre la actividad germana.
El consumo privado crecía un 0,7% desde el +0,1% (tasa trimestral), pero en todo caso la demanda interna, por el comentado efecto de los inventarios, cedía un 0,2% mientras que el sector exterior compensaba esta cesión con una contribución de dos décimas al dato final como consecuencia de una subida de las exportaciones en tasa trimestral del 1,9% mientras que las importaciones lo hacían en un 1,7%.
Igualmente positivo ha sido, la confianza empresarial alemana que subió con fuerza en noviembre, después de seis meses consecutivos de caídas, favorecido quizás en parte por la depreciación del euro y la bajada del precio del petróleo, pero sobre todo por la estabilización de la situación en Ucrania (verdadero quebradero de cabeza para la economía alemana, tras el cruce de sanciones entre ambos bandos). Concretamente este indicador IFO mostró una fuerte subida en noviembre hasta 104,7 puntos, desde los 103,2 de octubre, por lo que no se cumplieron las previsiones de una leve caída a 103 puntos. Del mismo modo, el subíndice que evalúa la "situación actual" subió a 110,0 desde 108,4 en octubre (se esperaba 108,0) y el de "expectativas subió a 99,7 desde 98,3 (aquí, sin embargo, se esperaba un leve repunte a 98,6).
Por su parte, en el caso de la revisión del PIB del 3º trimestre en EE.UU., apuntar la mejora desde el 3,5% al 3,9%. Las revisiones más significativas resultaban ser el consumo privado que se incrementaba en un 2,2% frente al 1,8% anterior (su contribución al dato final de PIB era del 1,51% vs al 1,22% inicial). Por lo que respecta a la inversión, la no residencial se incrementaba en un 7,1% frente al 5,5% y sobretodo los inventarios tan sólo detraían un 0,12% sobre el PIB final cuando la primera estimación hablaba de un drenaje sobre el crecimiento del 0,57%.
Sin embargo, observamos el mismo día una drástica caída de la confianza al consumidor que elabora la Conference Board que cedía desde 94,5 a 88,7 cuando las previsiones vaticinaban 96,0.
¿Alguien lo entiende?