S&P cree que el proceso soberanista catalán fracasará
La agencia de calificación de riesgos Standard and Poor´s ha decidido mantener el rating de España en BBB y también conservar su perspectiva estable. En la nota, la agencia señala que "las reformas estructurales implementadas en España desde 2010 han aumentado la competitividad, el empleo y las exportaciones". Aunque también existen riesgos. Entre ellos incluye la amenaza de que la proximidad electoral de los comicios localesy autonómicos del próximo año refrenen el impulso reformista, aunque S&P cree que este riesgo está "equilibrado".
"La posibilidad de que las elecciones generales del próximo año dejara un escenario político fragmentado en el Gobierno central y los autonómicos, podría también provocar un retraso en las reformas fiscales y estructurales", indica S&P. La agencia estadounidense también sostiene que "esto podría poner en riesgo los objetivos de déficit y de crecimiento del Gobierno". Eso sí, la agencia considera que las tensiones entre el Gobierno central y las autonomías, en clara alusión al proceso soberanista en Cataluña, se reducirán.
S&P maneja como escenario central la continuidad de Cataluña dentro de España. "Si Cataluña dejara de ser parte del Reino de España, creemos que los indicadores crediticios del soberano, incluyendo el nivel medio del PIB per cápita, las cuentas externas, y la posición de las finanzas públicas, se debilitarían". Esto afectaría al rating otorgado a España.
La agencia de calificación explica en su informe que "desde 2010, España ha implementado sustanciales reformas estructurales que han mejorado la competitividad y flexibilidad de la economía. Como consecuencia de ello, la demanda interna, el componente del PIB con mayor impacto sobre el empleo y la recaudación , se está recuperando. En particular, el gasto en equipamiento y otros bienes de inversión está creciendo, lo que indica una mejora de la confianza".
S&P prevé que España cumpla su objetivo de déficit para este año, fijado en el 5,5%. Pero el escenario cambia a partir de 2015, cuando la agencia cree que el país deberá tomar nuevas medidas de consolidación fiscal para reducir el déficit. "Teniendo en cuenta el activo calendario electoral, así como el debilitamiento del crecimiento en la mayoría de los cuatro socios comerciales más importantes para España (Francia, Alemania, Portugal, e Italia, en ese orden), proyectamos que el Gobierno va a desviarse de sus ambiciosos objetivos presupuestarios del 4,2% y 2,8% para 2015 y 2016, respectivamente", indican.
La agencia mantiene la perspectiva estable porque "equilibra nuestras proyecciones de una sólida recuperación económica y una gradual consolidación presupuestaria frente a los riesgos de un entorno de debilitamiento del crecimiento externo, un prolongado desapalancamiento del sector privado, y las presiones deflacionarias".