Cuánto cae la banca española tras los test de estrés y por qué
El veredicto de los test de estrés y el examen a la calidad de los activos (AQR) del BCE a la banca europea parecía muy favorable para las entidades españolas. Un solo suspenso técnico (el de Liberbank a cierre de 2013, pero aprobado tras su última ampliación de capital) y un exceso de capital de 56.000 millones de euros para superar el escenario adverso. Pero, lejos de despejar dudas sobre la banca, lo cierto es que todo el sector sufre importantes caídas en Europa tras la publicación de las pruebas y las entidades españolas no se libran del castigo de los inversores.
Los mayores descensos son los de Popular, que se deja un 14,3% desde que se publicaron los test,CaixaBank (–10,7%) y Sabadell (–10,5%).Pero todos caen. Liberbank, que cotiza en el mercado continuo, desciende un 11,2%. Los dos grandes, Santander y BBVA, son los menos perjudicados por el castigo a la banca al dejarse un 4,4% y un 6,53%, respectivamente. Los bancos están lastrando a la Bolsa española porque, como explica Jesús de Blas, analista de Crédit Agricole,“el sector financiero pesa mucho en el Ibex y es inviable una recuperación del selectivo sin el apoyo de la banca”.
Una primera razón que explica estas caídas es la debilidad mostrada por las entidades que han suspendido los test, en especial la de los bancos italianos y griegos. Por ejemplo, Monte dei Paschi di Siena cae un 33% tras la prueba y National Bank of Greece, un 22%. ÁngelPérez, de Renta 4, indica que “aunque no le vemos mucho sentido, el mercado sigue metiendo en el mismo saco a la banca periférica europea y por eso las caídas del sector enItalia, Grecia y Portugal lastran a las entidades españolas”.
Más allá del efecto contagio sobre los bancos españoles del resto de la periferia, los inversores también recelan del sector financiero porque los test de estrés no son ningún punto final y la banca tendrá que seguir haciendo frente a nuevas exigencias regulatorias. Dos días después de conocer los resultados de la prueba, el presidente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA), Andrea Enria, dijo que los bancos que han aprobado el examen no deberían confiarse.Aunque horas después la institución matizó sus palabras, el mensaje lanzado por Enria es compartido por el mercado: queda camino por recorrer.
“Los test de estrés no han exigido todavía Basilea III y parece que el mercado se sitúa ya en ese escenario”, destaca Pablo González, consejero delegado de AbacoCapital. Los cambios regulatorios seguirán, como demuestran las nuevas exigencias de capital que propuso ayer el Consejo de Estabilidad Financiera para los bancos sistémicos. Quedan deberes para la banca que, además, podrían condicionar el pago del dividendo.
Por último, las semanas posteriores a los test de estrés también han sido las de publicación de los resultados trimestrales. A juzgar por las revisiones a la baja de las recomendaciones y los precios objetivos, las casas de análisis que estudian al sector enEspaña se han quedado más bien frías ante las cuentas de los bancos. Once firmas han empeorado su visión de Popular tras presentar sus resultados hasta septiembre; siete a Santander y BBVA; dos a Liberbank...
Las dudas sobre la reactivación del crédito, que no han disipado los test de estrés, y unas cuentas mixtas, con algunas partidas por encima del consenso de los analistas y otras por debajo, siguen afectando a las perspectivas del negocio bancario y, por tanto, a las expectativas sobre su evolución bursátil.