El ‘ecommerce’ abre puertas al comercio local
El comercio electrónico en España ha pasado en los últimos años de ser una promesa a convertirse en una imparable realidad. El sector mueve ya aquí más de 14.000 millones de euros anuales, una cantidad que sigue creciendo y que ha colocado a nuestro país en el grupo de cabeza de las economías europeas que más facturan por el conocido como B2C. Prueba de ese alto potencial es la iniciativa que preparan tres grandes compañías –Telefónica, Santander y La Caixa– para entrar en este segmento a través de una plataforma con la que pretenden hacer frente a las empresas de cupones descuento. El proyecto, que se denomina Yaap Shopping, prevé comenzar a operar antes de fin de mes y lo hará con una horquilla de entre 5.000 y 10.000 pequeños comercios, a los que se cobrará un 2% de comisión. Ese notable número de establecimientos así como la baja comisión y las facilidades a la hora de aplicar el descuento en los pagos son las tres grandes ventajas con las que la plataforma de Telefónica, Santander y La Caixa quiere irrumpir y posicionarse en el mercado nacional como primer paso para dar el salto al internacional, algo que ya prepara para el próximo año.
Más allá del enorme potencial que el ecommerce ofrece a las grandes empresas y entidades financieras, iniciativas como esta constituyen una oportunidad para que el pequeño comercio local español adquiera visibilidad en internet sin necesidad de contar con otras herramientas para gestionar ese servicio. En nuestro país existen 600.000 comercios pequeños, aunque de ellos solo la mitad están preparados para acceder a un modelo de plataforma digital como Yaap Shopping –que utiliza tarjeta como medio de pago–, dado que el resto realiza todavía el cobro en efectivo. La clave para captar este perfil de establecimiento es ofrecer servicios efectivos y visibilidad en la red sin cobrar comisiones demasiado onerosas a unos empresarios que, en su mayor parte –como muchas pymes y autónomos en estos momentos en España–, tienen dificultades para cuadrar sus cuentas.
En cualquier caso, la asignatura pendiente de España en comercio electrónico es precisamente el pequeño tejido empresarial. Los cientos de miles de comerciantes tradicionales que existen tienen en la red de redes un poderosísimo aliado para hacer llegar sus ofertas y productos mucho más allá del mercado local. Acceder a ese canal exige un cambio de mentalidad a la hora de relacionarse con el cliente, así como afrontar y resolver las barreras que siguen dificultando el comercio electrónico en España. Es el caso de la logística, el tratamiento adecuado de los datos personales, la simplificación del diseño de las webs o la capacidad de dar un servicio posventa adecuado, entre otros. Resolver esos problemas no es solo un reto de modernización, sino una oportunidad de futuro.